Ciclo Mega Drive
Señor de los anillos
El Dr. Ivo Robotnik, un científico loco al que un buen día le dio por raptar a inocentes animales para transformarlos en robots. Solamente un tipo duro de verdad podía poner fin a un plan tan sumamente siniestro. Sin embargo, la responsabilidad de cumplir esta heroica tarea únicamente podía recaer sobre una solución igual de demente que el problema. Un erizo azul con unas zapatillas especiales que le brindaban una súper velocidad.
La primera vez que jugué a Sonic recuerdo que pensé: «¿joder, no habrá una manera de jugar sin que este maldilto bicho vaya tan deprisa?» Insensato de mi… hasta ese momento la mayoría de títulos plataformas a los que había jugado me habían enseñado a moverme por sus escenario a un ritmo más lento. Aplastar tortugas y los calculados saltos del fontanero Mario me habían malacostumbrado. Precisamente la endiablada velocidad con la que Sonic se desplazaba, y su corte de pelo también, eran las señas de identidad que lo terminarían convirtiendo en una leyenda del videojuego cuyo éxito llega hasta nuestros días.
Sonic llegó para triunfar y conseguir aquello que Alex Kidd no había logrado. SEGA por fin había encontrado su mascota ideal, una figura atractiva y muy estudiada con la que combatir a la competencia, el embajador que la representaría allá donde fuera y pasados los años serviría para recordar a una compañía que firmó algunas de las consolas con más magia de la industria. Y todo esto se consiguió con Sonic the Hedgehog, uno de los títulos más punteros a nivel visual y sonoro del momento.
Sonic the Hedgehog nació para correr, para correr a una gran velocidad y llegar muy lejos. Sin duda en este aspecto influyó notablemente el procesador Motorola 68000 que montaba Mega Drive, sus 7.61 megahertzios hacían que los escenarios «volaran» frente a los ojos del jugador, moviéndose a una velocidad que impresionaba y manteniendo siempre el tipo. Las posteriores versiones de 8 bits se recrearían un poco más en los saltos y la exploración, camuflando de esta forma la manera de adaptar a su hardware más limitado.
El legado de este título y el encanto de este personaje aún resuenan y es todo un ejemplo de lo que puede llegar a conseguir un buen videojuego; aumentó la popularidad de Mega Drive, se convirtió en el buque insignia de la compañía llegando incluso a dar nombre a uno de los equipos de desarrollo de la propia SEGA, el Sonic Team. Por si esto fuera poco, además de ostentar el título de una de las mascotas más famosas y queridas del sector, el símbolo de una compañía, sin duda es uno de los dos eternos iconos del videojuego y una de las banderas de una época dorada en la que los videojuegos estaban hasta en las pegatinas que regalaban los bollycao.
Sonic The Hedgehog
- Año: 1991
- Plataforma: Mega Drive
- Género: Plataformas
- Desarrolladora: Sonic Team