Metropolis Street Racer
- Año: 2000
- Desarrollador: Bizarre Creations
- Plataforma: Dreamcast
- Crítica: Condiserado por muchos como uno de los mejores videojuegos de conducción que se han hecho
- Ventas: 120.000 unidades aproximadamente
Entra en un nuevo concepto de conducción, una nueva forma de pensar y sentirse, y sumérgete en el juego de conducción tecnológicamente más avanzado. Pon a prueba tus habilidades y reflejos como conductor al volante de uno de los 40 coches licenciados. Recorre las calles de Londres, Tokio y San Francisco, reproducidas al milímetro en los más de 250 circuitos disponibles. MSR aporta una absoluta sensación de libertad y realismo jamás vista hasta el momento.
Con esta sugerente introducción se presentaba Metropolis Street Racer, uno de los mejores videojuegos de conducción que he podido jugar y uno de los títulos que encumbraban el catálogo de nuestra querida Dreamcast junto a nombres ya legendarios como Shenmue y Soul Calibur. Ostentar el honor de ser uno de los títulos más representativos del breve reinado de la consola blanca de Sega, también conocida como «Katana» es un privilegio que no solo se ganó por su excelente acabado gráfico, siendo uno de los títulos de coches más avanzados del momento. MSR introdujo un nueva forma de jugar y de pensar a la hora de competir en una carrera de conducción. Una nueva filosofía donde ser el más rápido o competir para colocarte en primer puesto no era lo más importante. Lo que cuenta en este videojuego es cómo conduces, la obra de Bizarre Creations invitaba a conducir con estilo y una frase sacada del propio videojuego refleja y resume muy bien dicha filosofía: «No se trata de conducir rápido, sino de cómo conducir rápido»
Recuerdo, que antes de que se lanzara el videojuego una de las bondades en la que más hacían hincapié los medios y el propio estudio a la hora de hablar de este nuevo título, era en el increíble trabajo de campo que realizaron los desarrolladores para poder plasmar con gran realismo las tres ciudades donde se ambientaban los carreras de MSR. Tomaron más de 40.000 fotografías para poder texturizar y recrear fielmente las ciudades de Londres, San Francisco y Tokio. El resultado fue espectacular, ofreciendo circuitos y tramos muy fieles a la realidad y por algunos de los puntos emblemáticos de estas urbes.
Bizarre introdujo en este nuevo concepto de conducción los Kudos, la moneda del juego y un sistema de puntos que se otorgaban al jugador a la hora de demostrar su pericia con el volante, premiando la perfección. El estilo a la hora de conducir y ejecutar ciertas maniobras nos beneficiaba pero también nos penalizaba. Un sistema que también utilizaría después Project Gotham Racing, la saga creada por el mismo estudio que continuó la fórmula y algunos conceptos establecidos por Metropolis Street Racer.
Sus carreras en diferentes y reales franjas horarias, su conducción estilosa y sus coches europeos otorgaban al videojuego un aire elegante pero a la vez callejero, con unas competiciones donde el jugador se aleja de los típicos perfiles más habituales de otros juegos de conducción con pilotos y circuitos profesionales o corredores de dudosa reputación dentro de competiciones ilegales. MSR era especial porque nos transmitía una sensación diferente, como si formáramos parte de un selecto club de conducción competitiva. ¿Os fijáis en esos tipos que conducen coches en los programas de TV de coches? con esas suaves pero rápidas trazadas y esos movimientos precisos mientras circulan por una carretera perfecta (sin tráfico) mientras suena una pegadiza canción de fondo, pues en este título es como si todos esos conductores y ese estilo de conducción decidieran darse cita para verse las caras por tres ciudades famosas y ver quien consigue hacer la vuelta más perfecta.
Un juego donde los coches lucían muy detallados, con una dinámica de movimiento y suspensión realista dentro de unas carreras fluidas y suaves. Características que se fundían con grandes detalles como sus soberbios juegos de luces, derrapes, incluso podíamos captar el interior del habitáculo del coche con su conductor y el movimiento de sus brazos cuando tomaba las curvas.
La música era otro factor que destacaba. MSR incorporaba emisoras locales, una en cada ciudad, y nos deleitaban con diferentes tipos de música, pop, rock, dance… Este apartado estaba realmente trabajado y permitía al jugador escuchar sus canciones favoritas y seleccionar un CD. Inolvidable ese momento en el que comenzaba una carrera y se escuchaba la emisora local con algún anuncio entre medias de aquellas canciones noventeras. Un añadido divertido de ese momento era saber que si estabas corriendo en San Francisco de noche, realmente sabías que allí era de noche gracias al reloj interno de la Dreamcast, un detalle que puede no tener importancia para muchos pero era algo que también hacía especial a este inolvidable videojuego.
Hace poco descubrí que todavía es posible encontrar copias de Metropolis Street Racer a muy buen precio y decidí hacerme con una dado que la que tuve en su día terminó más quemada que la punta del cañón de un lanzallamas, así que he adquirido una y además precintada. Dado que soy un romántico y firme defensor del formato físico, pienso que no hay nada como contemplar nuestros libros, películas y por supuesto nuestros videojuegos favoritos bien colocados y alineados en una bonita estantería. Lo del formato físico parece ser una causa perdida desde hace tiempo, aun así he sumado esta joya a mi pequeña colección de videojuegos predilectos, una de las piezas clave dentro de aquella e inolvidable espiral blanca.
Bravo !! Que gran repaso al mitico MSR. Que maravilla de juego y de consola. Recuerdo que este juego lo descubri tras probar en la Dreamcast el Sega GT, un intento fallido de luchar contra el Gran Turismo de la play. Iba sin muchas esperanzas, y es uno de los mejores juegos de conduccion que he probado en mi vida.
Es magico, no se que tiene. Y esa cancion, …Club Paris..un simbolo noventero de los videojuegos.
Enhorabuena por tu adquisicion Rubio, disfrutalo, y que viva el formato fisico si señor !
Pues se veía muy bien en su día ¿no?
Para mí es uno de los mejores juegos de conducción de todos los tiempos. La de horas que le dediqué yo a este juego , los piques que me eché contra mí mismo para superar mis marcas y conseguir más Kudos , sí señores , si la memoria no me falla , una vez establecías un récord podías apostar kudos a que lo superabas y podías ganar más aún. Pura adictividad.
Qué juegazo Sherpa y muy cierto todo lo que dices.
La verdad es que recuerdo a la Dreamcast y a algunas joyas de su catálogo con mucha melancolía.