Estoy pasando un mes de septiembre realmente entretenido gracias a Wreckfest y sus alocadas carreras. Hablamos de un título de conducción realmente divertido que recoge el testigo de títulos como FlatOut y Destruction Derby.
Próximamente publicaré su análisis donde detallaré las características de este juego de velocidad que se distancia de los simuladores de coches, tan prolíficos durante los últimos años, para mostrarnos un estilo arcade capaz de introducir cierto realismo y profundidad en sus destructivas carreras.
Mientras llega la review es necesario realizar una mención especial a su apartado musical, dotado con una estupenda selección de pistas capaz de hacer las delicias de cualquier jugador. Os dejamos con Judas, de Black Dali, probablemente una de las mejores canciones de Wreckfest.