Fácil de aprender, difícil de dominar

La pantalla parpadea al ritmo vertiginoso del sonido de la música. Bendito sea el dios sintetizador. La mirada escudriña cada elemento del escenario, prestando especial atención a los nuevos enemigos que aparecen en la imagen. Hay que intentar eliminar el mayor número de rivales en el menor tiempo posible. Nuestro ataque siempre cede paso a una rápida maniobra evasiva. Ya no quedan bombas o ataques especiales. Las ondas CRT del monitor provocan una agradable sensación, disminuyendo peligrosamente el nivel de alerta.

Aquellos que amamos los juegos de disparos en todas sus vertientes encontramos el origen de esta pasión en los míticos mata-marcianos. Nuestra patria, en su momento, contribuyó de forma notable con algunos títulos muy queridos: Plaga Galáctica (1984, Indescomp) Antares (1987, Juliet Software), Phantis (1987, Dinamic), Afteroids (1988, Zigurat), Space Combat (1989, OMK) y Buran (1990, OMK). Alguna de estas obras se alejaba de los estándares clásicos, otras seguían la estela de juegos como Gradius y Space Invaders. Incluso, alguno buscaba evolucionar la fórmula con ideas que funcionaban y otras no tanto.

En 2010, Hydorah fue lanzado al espacio exterior desde la base de Locomalito, con temazos de Gryzor87, para Windows. Siete años después, Abylight lo editó para crear la versión definitiva y llevarlo también a consolas. Super Hydorah no aspira a catalogarse únicamente como un trabajado homenaje a clásicos como Gradius o R-Type. Este shooter espacial, horizontal y no lineal, muestra sus dientes revelándose como un valioso exponente del género forjado en nuestro país.

Una malvada fuerza ha invadido la estrella Omnios y tú eres el aguerrido piloto que debe hacerle frente. A bordo de tu Delta Force tendrás que masacrar a la amenaza de los Meroptians. Avanzar en cada nivel resulta una severa prueba donde peligros de diferente naturaleza atiborran tu pantalla. Sin embargo, poco a poco, con tu avance podrás equipar tu nave, elegir una ruta y luchar planeta a planeta contra las hordas biomecánicas.

Múltiples amenazas se ciernen sobre ti desde diferentes ángulos. La naturaleza hostil de ese mundo extraterrestre planea matarte de mil maneras diferentes. No obstante, después de muchas contiendas espaciales, has logrado desarrollar una especie de habilidad. Ese momento de clímax donde tus reflejos parecen volverse sobrehumanos durante un tiempo muy limitado. De pronto, eres capaz de realizar una maniobra de esquiva imposible. Una lluvia multicolor de proyectiles pasa muy cerca, sin tocarte. Tu inusitada pericia consigue colarte entre dos asteroides mientras descargas una ráfaga que hace blanco sobre varios objetivos. La recompensa, en forma de un power up suspendido en el aire, aguarda tu elegante pasada. Sin embargo, la muerte sigue acechando y si nada de lo anterior ha conseguido acabar contigo inevitablemente lo hará ese imponente final boss que parece sacado de la mente de H. R. Giger

El paso de los años y las asistencias han convertido a la mayoría de jugadores en acomodados pilotos comerciales. Super Hydorah es un juego exigente, infinitamente cruel en cada paso y no dudará en destruirte sin piedad hasta que no entregues lo mejor de ti, palmo a palmo. En ese instante, cuando estés sudando sangre con tus dedos a punto de romperse, comprobarás que es justo y gratificante con aquellos que perseveran.

Super Hydorah es un joya dentro de ese género neo-retro que tantas alegrías nos está reportando durante los últimos años. Su nivel de dificultad puede frustrar a más de uno pero su control resulta una auténtica delicia. Su valor radica justamente en estos dos factores. Asimismo, cualquier amante de los shoot’m up debería experimentar el estupendo diseño de niveles, las opciones que ofrecen sus estudiadas rutas y el amplio repertorio de situaciones espaciales únicas. El acabado audiovisual, incluyendo más de 60 canciones, es un potente proyectil de nostalgia dirigido sin piedad hacia tu frio corazón.

21 niveles completamente diferenciados con más de 100 enemigos y 35 jefes finales esperan con los tentáculos abiertos. Resulta esencial escoger el arsenal para equipar nuestra nave antes de cada partida. Del mismo modo, en muchas ocasiones es posible seleccionar el nivel que deseamos jugar. La opción de elegir nuestra propia ruta ofrece profundidad y el modo cooperativo para dos jugadores convierten al juego en una experiencia altamente rejugable.

Dicen, que el truco para sobrevivir todo el tiempo posible en un mata-marcianos consiste en no mirar demasiado tu nave mientras juegas. Tu atención debe fijarse sobre el escenario y en todo lo que sale de el para acabar contigo. Super Hydorah consigue ponerte a prueba. Resulta implacable desde el minuto uno y según avanzas se vuelve más despiadado todavía. Sin embargo, si eres capaz de seguir su ritmo consigue atraparte sin remedio.

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