La insigne serie de lucha de Capcom, continúa conmemorando su 30 aniversario mediante la celebración de torneos y distintos eventos. Esta inequívoca señal habla por sí sola del buen estado de forma de la serie, la cual ha conseguido aguantar el paso de los años adaptándose a los nuevos tiempos.

Hoy, hemos querido recordar a la secuela de la entrega original, el mítico Street Fighter II, la obra que popularizó a esta afamada saga que ha terminado convirtiéndose en toda una leyenda del videojuego. Su tremendo éxito hizo ganar mucho dinero a Capcom y a los salones recreativos, sumando a ello el gran negocio de sus ports a múltiples sistemas domésticos.

Su llegada inició un escenario de competición que a día de hoy se mantiene con su presencia en los eSports. El éxito de este juego es más que notable, moldeó un género y su fama trajo consigo toda una avalancha de imitadores, la competencia tomó buena nota de su buen hacer. El sistema de combos que emplea sigue causando sensación, es casi una forma de lenguaje ejecutada mediante unas combinaciones de botones que no se olvida, son sabidas me atrevería a decir, por TODOS los jugadores del mundo, y todos ellos tienen a su personaje favorito.

En su día, Street Fighter II se gestó como toda una superproducción para su época. El equipo que lo desarrolló estaba formado por 25 personas y costó cerca de dos millones y medio de dólares. Sus cuidados gráficos y la música eran tremendos para aquellos años y a día de hoy siguen siendo toda una delicia para los sentidos. Sin embargo, su éxito vino motivado por el planteamiento de su mecánica.

Emplea el famoso esquema de control con tres tipos de fuerza para patada y puñetazo, movimientos especiales generados mediante la combinación de botones y movimientos de cruceta o joystick. Además de esto, merecen ser destacadas las animaciones de los golpes y las reacciones de cada luchador. En este aspecto, incluso se permite introducir una pizca de humor, detalle que sin duda también ha contribuido para que continúe muy presente en el corazón de muchos jugadores.

Adentrarnos en un torneo de lucha siempre ha sido un recurso sugerente en los videojuegos. Street Fighter II nos sumerge en los emocionantes combates uno contra uno, invitándonos a recorrer mundo mientras nos enfrentamos a inolvidables adversarios por variados y coloridos escenarios. Aunque potenció la competitividad entre los jugadores, su modo para un jugador es apasionante, obligándonos pelear contra todo el abanico de luchadores antes de llegar a los cuatro jefes; Balrog, Vega, Sagat y Mr. Bison. Muy recordadas son, las fases de bonus, donde tenemos que destrozar un coche o una pila de ladrillos en un tiempo límite. La forma perfecta para desconectar y disfrutar de un respiro entre combate y combate.

Se puso mucho empeño en el diseño artístico de los personajes, creando un plantel de luchadores carismáticos con estilos y estética bien diferenciados, algunos de ellos muy sorprendentes, como por ejemplo Dhalsim o Blanka. Todos tenían características físicas que hacían referencia a su escenario o país de origen y por supuesto su propia historia. Sin duda otro de los atractivos más importantes del juego, sin toda esta variedad y cuidado por el detalle en los personajes seguramente este juego no hubiera tenido el mismo calado.

Street Fighter II siempre es el punto de partida para los desarrolladores que abordan el desafío de una nueva entrega. Resulta encomiable que una de las piezas continúe siendo clave en el desarrollo de una serie, la inspiración de la misma en el transcurrir del tiempo. Es un juego adorado y respetado por su mecánica de combate, recordado con cariño por la personalidad de sus luchadores, los emocionantes escenarios y unas melodías que continúan resonando en nuestra cabeza. Ha conseguido soportar el paso de los años y el embiste de la tecnología con un talante envidiable y a día de hoy sigue siendo igual de bueno y divertido de jugar que el primer día. Sin duda estamos ante uno de esos videojuegos eternos.

Imagen Ryu: streetfighter.wikia.com