Recuerdo con claridad la primera vez que jugué a Starwing en Super Nintendo. Sería por finales de febrero o principios de marzo. Habían pasado un par de meses después de las navidades de 1993. Aunque el juego me llamó la atención cuando lo vi en una revista, los juegos de naves no se me daban bien. Así que, el día de reyes de 1994, me encontré con Bubsy in: Claws Encounters of the Furred Kind. El videojuego que había pedido en mi carta a sus mágicas majestades, tras descartar el clásico que ahora conocemos como Star Fox y que este año celebra su 30 aniversario.
Por suerte, un compañero del colegio escogió con mejor criterio su regalo navideño. Antes de la era digital, intercambiar juegos por unos días era una práctica común. La única manera para muchos de jugar a más de un par de juegos al año, si tenías la fortuna de tener una consola. De esta manera, un viernes lluvioso cambié el cartucho del gato vacilón por el del zorro piloto.
Llegué empapado a casa para el descanso del mediodía, me cambié de ropa y, antes de comer, puse unos minutos la consola. Con solo ver la introducción y la primera fase, se me quitaron la ganas de comer y de volver a clase. Las lecciones de la tarde se hicieron insoportables, solo pensaba en volver a casa y pilotar el Arwing, junto a mis nuevos amigos Peppy, Slippy y Falco.
Starwing en Super Nintendo: El sistema Lylat
Uno de los aspectos más destacables de Starwing es su apartado gráfico. Ahora este parece el sueño de un geómetra adicto al opio, pero en su momento me impresionó. Hablamos de gráficos en tres dimensiones gracias al uso de un chip especial incluido en el cartucho, el Super FX. En Nintendo todo resultaba ¡Super!, no les juzguéis. Aunque hoy en día nos puede parecer rudimentario y vacio, los diseñadores consiguieron crear un apartado visual muy atractivo. Naves, organismos, bases espaciales construidas con polígonos desfilaban ante nuestros ojos preadolescentes. Y era una gozada.
El argumento del videojuego, básico y funcional, plantea un enfrentamiento contra Andross. Un científico loco que se propone conquistar o destruir Corneria, nuestra planeta. El objetivo consiste en viajar por el sistema Lylat y llegar al planeta Venom donde se encuentra Andross para acabar con la amenaza que supone. Nosotros encarnamos al líder del equipo Star Fox, Fox McCloud, un hábil y valiente piloto peludo.
Para cumplir la misión principal, podemos escoger entre tres rutas diferentes. Cada camino se corresponde con un nivel de dificultad. Esta opción consigue que el juego tenga variedad y queramos volver a jugarlo, pues cada itinerario tiene diferentes fases. Además, al terminar cada misión recibimos un informe con nuestro desempeño.
Do a Barrel Roll!
Con todo, la sencilla mecánica fue lo que más disfruté de este título. Sin resultar un juego fácil, pilotar el Arwing no es complicado. Dependiendo de la fase, podremos alternar la vista de la nave. Disparamos a los enemigos, esquivamos obstáculos, evitamos misiles gracias a la famosa maniobra Barrel Roll y pasamos un rato estupendo. Quizá, se hace algo cansino estar todo el rato pulsando L o R para ejecutar la maniobra. Pero, si quieres acabar con Andross, vas a necesitar dominar esta técnica.
Guardo un buen recuerdo de este Starwing. Vuelvo a jugarlo cuando la nostalgia aprieta y nunca defrauda. A pesar de sus gráficos rudimentarios, antes vistosos, proporciona una diversión desenfada, una descarga de adrenalina y un reto para cualquier jugador. El inicio de una saga que espero que vuelva pronto. Nos vemos en Lylat.
Gran reseña Belmont, que recuerdos leyendo tus propios recuerdos, a mí también me prestaron este juego dejando a cambio el F-Zero. A día de hoy me sigue sorprendiendo que pudiéramos ver polígonos y ese efecto 3D en Super Nintendo. Ojalá entre tanto lanzamiento de Mario, Zelda y Pokemon encuentren un momento para devolvernos a las estrellas con Star Fox. Y ya puestos, que nos sorprendan con una nueva entrega de F-Zero, que ya nos toca.
Ya hubo uno no hace mucho que hizo Platinum y la cosa no fue bien.
Las sagas menos comerciales de Nintendo tienen muy difícil volver a tener entregas, al menos de momento.
Lo que hizo Platinum distaba de lo que la mayoría esperaba de un Starwing actual. Lo tengo en Wii U y me dejó bastante frío. Hubiera bastado con hacer un Rogue Squadron pero con Fox y cia y hubiera triunfado casi seguro.
Respecto a la entrega original, también recuerdo el día que lo vi por primera vez. Vaya época… cuando escuchabas o leías la palabra polígono y sonaba a un gran futuro. Una tecnología que ya se vislumbraba en el horizonte prometiendo videojuegos altamente avanzados. Recuerdo otros títulos como Virtua Racing de Mega Drive y Virtua Fighter.
Ya te digo.
La Nintendo de esos años era la gran N. Se marcaron auténticos referentes para el mercado doméstico. Y supieron ver que el futuro era 3D. Incomprensible que Sega, que mandaba en salones, lo más TOP por entonces, apostara por una máquina como Saturn, mucho más capacitada para el 2D.
Pero sí, ver Starwing o Virtua Racing en una 16 bits es algo que nunca olvidaremos quienes lo vivimos,. Aunque también es cierto que se tiende a sobredimensionar aquellos años por la nostalgia y el impacto que causan las cosas cuando eres tan joven.
Pero personalmente, con la cabeza fría y la objetividad que te dan los años, pienso que salvo la gen PS3 respecto a a la gen PS2, cada generación ha superado a la anterior en términos generales. Y lo bueno es que joyas como Starwing no nos las quita nadie. Siempre podremos enchufar la SNES, revivir sensaciones y gozarlo con él. Aunque siempre abogaré porque estos juegos tan importantes salgan en toda nueva consola que se fabrique, ya sea vía port o con un remaster.
Starwing es historia del videojuego. Starwing fue muy grande.
Eso sí, vuelvo a reivindicar el papel de Argonaut. Merece también los honores.
Bufff qué reminiscencias. Aún recuerdo la tarde que vi por primera vez este juego en casa de un amigo junto a otros chavales del barrio. Estábamos alucinados con las naves, el movimiento y los polígonos. Parece que fue ayer pero qué rápido pasan 30 años.
Star Fox, Kid Icarus, Punch-Out, Cruis’n, Wario, F-Zero, Wave Race… son tantas las sagas que Nintendo tiene aparcadas.
Este juego fue grande.
El segundo 3D de Nintendo y el primero de Nintendo con polígonos.
Echo de menos una mención a Argonaut. Los ingleses son los verdaderos padres del juego y del chip Super FX, en realidad.
Suelo detectar, inconscientemente, a los que jugaron a este juego de supernintendo en su día, y a los que dicen haberlo jugado.
Los que si, siempre nos referimos a él como Starwing, y no Starfox .
Independientemente de mis tontás, menudo juegazo en su día. Esa música increíble, y ese movimiento de cámara mientras nuestra nave iba tomando velocidad, mientras por radio nos daban instrucciones unos «raros animalitos», es inolvidable.
Una de las grandes sagas de Nintendo que empezaron muy alto y poco a poco se fueron desinflando. Y una de las que más quiero. Creo que con la entrega de N64, Lylat Wars, llegaron a la perfección. Amo ese juego.
Jajaja Belmont tienes toda la razón en que los gráficos ahora parece que estás puesto de opio pero en su momento aluciné siendo un canijo. Un poco como me pasaba con Virtua Racing.
Nintendo, si nos estás leyendo, vuelve a traer a los animalitos de vuelta, pero sin experimentos, un buen juego de naves.
¡Una reseña que me ha encantado, Belmont!
Gran reseña, que nostalgia todas las sagas de Nintendo