Me fascinan los videojuegos de la generación de los 32/64bits y uno de mis géneros favoritos es el plataformero. Por ello, cuando se anunció el remake de la trilogía original de Spyro el niño que llevo dentro saltó de alegría. Volver a jugar con el dragoncito, con la tecnología actual, me parecía todo un acierto porque tenía muy buenos recuerdos de sus juegos en PS1. Y tal vez debería haberme quedado con esos recuerdos.
Después de más de 50 horas jugadas, y algún arrebato de querer lanzar el cartucho al fuego, os puedo decir que -en mi opinión- Spyro Reignited Trilogy tiene un aprobado justito y gracias a la nostalgia. Entendedme que no es un mal juego, es bastante entretenido, y perfecto para alternar con algún RPG o aventura que nos absorba la cabeza, pero no lo recordarás cuando lo termines.
Si no jugaste al original, o no sueles jugar a plataformas de la Gran N, seguramente lo disfrutes muchísimo y te deje mejor sabor de boca que a mi. Pero es que hay dos cosas que no perdono que fallen en un plataformas: el control del personaje y la cámara. Y más si el juego te exige una precisión ninja en algunos momentos, que en este Spyro no es siempre pero sí mucho más de lo que se puede permitir.
Puede que Nintendo nos haya «malacostumbrado» a unos controles perfectos en los plataformas y creamos que todas las desarrolladoras se esfuerzan para llegar a ese nivel. Pues no es así. El remake de Spyro tiene controles muchas veces imprecisos, sobre todo en saltos milimétricos y los vuelos del dragón. Un poco como pasó con Crash Bandicoot N. Sane Trilogy. Esto no ocurre todo el tiempo, pero te verás abandonando los niveles de vuelo por culpa del control, que dependen mucho de la suerte. Y están presentes en las tres partes de la trilogía.
Los saltos no son perfectos y esto no sería una gran pega al juego si no se uniera a ello una cámara que muchas veces juega en nuestra contra. Especialmente en los enfrentamientos contra jefes finales. Es desesperante ver cómo te aprendes sus patrones de ataque pero no los puedes contrarrestar por el control y la cámara. Y esto impide que puedas avanzar en cada uno de los juegos. Durante las fases normales la cámara no es perfecta pero, al no estar pendiente de los ataques de un enemigo, puedes corregirla sin problema.
Si dejamos de lado estos dos aspectos, fundamentales en un plataformas, puedo deciros que el juego es entretenido. Gráficamente no llega al nivel de la versión de PS4 o ONE -la de PC juega en otra liga- pero esto no es un problema. Vais a verlo un poco borroso en el dock (solo llega a 720p) pero en portátil es muy bonito a los ojos. Sus niveles son muy coloridos, muy en la estética de los juegos de los 32bits, y las animaciones de los personajes son de notable alto. En especial Spyro, que en expresividad es toda una maravilla. A pesar de moverse a 30fps el juego es bastante fluido y solo tiene caídas en la animación de las pantallas de carga, algo que tiene importancia cero. Eso sí, olvidaros de los escenarios tan detallados como en otras consolas, pero es un plataformas, lo importante aquí es la diversión.
En esto el juego cumple y, si quieres completarlo, te va a llevar bastantes horas. Porque viene cargado de cosas que hacer. Son tres entregas y con la estructura de los juegos de hace 20 años, en los que no había DLC ni trofeos, por lo que tenían que darnos un buen contenido y largo desde el principio. Aunque no lo parezca, la primera parte es la más inspirada y la que más he disfrutado. Las otras dos intentaron innovar con fases acuáticas y nuevos personajes controlables pero creo que estas novedades solo hicieron más destacables los peores aspectos del juego. Excepto las fases del Agente 9 en Spyro: El año del Dragón, que a modo de shooter -muy sencillo- me han parecido de lo mejor de esta tercera parte.
Como os dije en la introducción, el juego se salva por el valor de la nostalgia. Te devuelve a una época en la que los videojuegos te obligaban a superar la adversidad porque los controles y la jugabilidad no estaban tan pulidos como ahora. Se hace un poco tosco -os recomiendo jugar con la cruceta antes que con el stick– y no te va a aportar mucha novedad, pero es un juego divertido. Eso sí, hubiera preferido quedarme con el buen sabor de boca de los juegos de PS1 y y es que tantos años jugando me han vuelto muy exquisito en algunos aspectos. Aunque espero verte pronto, amiguito morado, y que sea en una aventura nueva, si pules un poquito más tu técnica seguro que la próxima vez que hable de ti lo hago encantado. Como me encantaste hace 20 años.
Lástima que no hayan pulido esos defectos para una ocasión como esta. Devolver un personaje tan representativo de una época, como Spyro, hasta nuestros días a través de una máquina apropiada para ello como es Switch parecía buena idea. Como bien dices Ruryk en cualquier plataformas que se precie (y en todos los juegos) el control y la cámara han de funcionar correctamente, si no… la experiencia se resiente y en más de una ocasión el juego puede volverse frustrante, aunque es cierto que no todos los juegos salen mal parados del todo cuando esto sucede.
No tengo mucha relación con esta saga, recuerdo tener por casa el Spyro: Enter the Dragonfly para GC que venía incluido en un segundo pack de la consola que compré en su día, pero no llegué a jugar más de 10 minutos y los de PSX no llegué a jugarlos jamás.
Un aporte muy interesante que posiblemente sacará de dudas a todos aquellos que estén pensando hacerse con este recopilatorio.
Saludos!
Una pena todo lo que comentas porque tenía las expectativas altas con este Spyro, yo los tengo en PS1 y los disfrute muchísimo.Hay que tener mucho cuidado al traer a los tiempos modernos clásicos como este ya que los que los jugamos en su día somos muy críticos.
Buena entrada Rurik.
Me mola ese componente de sensibilidad que aportas a tu textos y a la web y que todo buen nintendero posee.
No dudo de la calidad que tuvieron, pero yo no toco este juego ni con un puto puntero láser. Uno de mis hermanos sí les dio mucha caña en PS1 y se pilló la versión PS4 también. Pero como digo, a mí nunca me llamaron.
¡Muchas gracias Voyevodus! Aunque sean personajes de videojuegos hay a algunos de ellos que, después de tantos años, los tengo hasta cariño. Y eso se me nota cuando escribo.
Y como bien dices Romo, hay que tener cuidado al recuperar juegos del pasado porque en este Spyro Reignited Trilogy el problema de los controles no es cuestión de ser fiel al original, sino que necesitaban un pulido extra para llegar al nivel que exigimos hoy. Porque os aseguro que en algunos momentos es desesperante. Aunque esto no quita que el juego se disfrute aunque no tanto como me hubiera gustado. Abandonar algunas fases por un control impreciso el algo que hiere mi orgullo de gamer.
Spyro Enter the Dragonfly lo jugué en PS2 y me gustó, no era un juegazo pero iba por buen camino. Hasta que el dragoncito perdió el norte con Skylanders… Menos mal que con este remake lo ha vuelto a encontrar.