El gore y la violencia siempre han sembrado polémica en los videojuegos, sin embargo existen algunos títulos que introducen estos ingredientes quitando un poco de hierro al asunto, enfocando su experiencia en clave de humor.
País de los Juegos nos presenta una curiosa y divertida propuesta con estas características, Short Life, un juego donde encarnamos a un extraño tipo en camiseta y calzoncillos, con cierto parentesco a Jesucristo, al que intentaremos guiar por un camino repleto de mortales obstáculos.
Como es habitual dentro del catálogo de País de los Juegos, la premisa es sencilla, directa y esta vez puramente plataformera. Con las teclas direccionales avanzamos por los distintos niveles evitando objetos peligrosos como bidones explosivos, puertas con pinchos, radiales a ras de suelo, cañones, flechas y otras originales trampas que matarán o dejarán malherido a nuestro estrafalario protagonista.
En los momentos donde fallamos a la hora de saltar o agacharnos para evitar la fatalidad, es donde sale a relucir la faceta más divertida del juego. El bamboleo, cierta inercia en el movimiento y las físicas de los elementos consiguen que a menudo nuestro personaje termine decapitado, empalado y con algún miembro amputado mientras observamos como un chorro de sangre adereza la escena. En ocasiones podemos llegar a perder una mano o un pie pero nuestro personaje será capaz de llegar maltrecho al final de cada nivel. Cruzar la línea de meta en el menor tiempo posible, de cuerpo entero y de paso recolectar alguna estrella son el objetivo del juego. Bueno, eso y disfrutar de las distintas muertes que nos esperan durante la partida. ¿Conseguirás sobrevivir a los escenarios de Short Life? Haz la prueba aquí.