SEGA
1999
Aventura, Rol

Señor de videojuegos

Yu Suzuki siempre ha querido superarse con cada una de sus creaciones ofreciendo novedosos y revolucionarios videojuegos. Por eso un buen día decidió que había llegado el momento de crear algo nuevo, una experiencia larga y profunda que se alejara de las fugaces partidas que ofrecían las grandes obras que había desarrollado para las máquinas recreativas.

El primer boceto de Shenmue tuvo lugar en Saturn con “The Old Man and the Peach Tree” un prototipo cuyo objetivo era crear un complejo videojuego de rol tridimensional como nunca antes se había visto. Más tarde ese proyecto pasaría a llamarse Virtua Fighter RPG: Akira’s Story y poco después su desarrollo pasaría a formar parte del catálogo de Dreamcast, adoptando el nombre en clave de “Guppy” y renombrándose después como Project Berkeley, momento en el que se decidió bautizar al juego con un nuevo nombre: «Shenmue Capítulo 1: Yokosuka». Akira Yuki cedió el paso a un nuevo protagonista y así es como nació una nueva estrella del videojuego: Ryo Hazuki.

Shenmue, que se benefició notablemente de los avances del momento, resultó todo un portento técnico que sustentó su jugabilidad sobre cuatro pilares claramente definidos: mundo abierto, cinemáticas, QTE (quick time events) y combates, promocionándose como una experiencia denominada “entretenimiento visual libre interactivo”. Yu Suzuki contó con el apoyo de especialistas para construir una de las historias más apasionantes del mundo del videojuego; guionistas, directores de cine y hasta escritores de teatro colaboraron para que la dirección narrativa fuera sólida y cautivara a todo aquel que se atreviera a descubrir la historia.

Ambientado en 1986, en el barrio real de Yokosuka (Tokio), Shenmue es una experiencia inmersiva y personal que además de presentarnos la historia de Ryo Hazuki también nos invita a conocer el estilo de vida japonés en los ochenta. El universo creado para este juego aún perdura con fuerza en el corazón de muchos pues no se ha vuelto a ver un mundo abierto tan realista y ambicioso. La pasión por el detalle y el realismo reflejados fueron posibles gracias a la personalidad perfeccionista de su creador, el duro trabajo y por supuesto un gran desembolso económico.

Cada uno de los rincones de sus escenarios derrocha vida, todos los personajes secundarios tienen una personalidad definida, con sus rutinas marcadas y elaboradas conversaciones compuestas por diálogos realistas. Las diferentes tiendas y locales del juego tienen sus propios horarios y los personajes se ajustan a unas rutinas que varían según el día de la semana o el mes del año. Además de contar con localizaciones reales, Yu Suzuki incluso se documentó para conseguir la climatología exacta de la época en la que se ambienta su gran obra para después plasmarla durante la partida.

Largo y tendido se ha hablado ya de este videojuego, posiblemente la obra más importante en la carrera de su creador, de sus virtudes y de su gran influencia en la industria después de su aparición en escena. Aplaudido por muchos y un completo desconocido para otros tantos, parte de su encanto también reside en el trágico impacto que tuvo en el gran público. Sin embargo todo aquel que lo ha jugado sabe que adentrarse en su historia es algo más que jugar a uno de los videojuegos más importantes y cuidados que se han creado. Es toda una experiencia y un auténtico viaje que se diferencia de todo lo que has probado y de una forma especial te une con todo aquel que también lo ha jugado.

Imagen texto: Shenmue Dojo