Roma vincit
Ryse: Son of Rome es el último trabajo del estudio alemán Crytek, un videojuego exclusivo para Xbox One que actúa como punta de lanza en el catálogo inicial de la nueva consola de Microsoft, abriéndose paso como uno de los primeros títulos más representativos de la nueva generación de videoconsolas. De cara a estas navidades y si ya has decidido dar el salto hacia un nuevo mundo de gráficos más avanzados a través de una Xbox One, este atractivo título podría ser la opción más sugerente y original dentro de esta etapa inicial.
Crytek, mundialmente conocidos por su potente motor gráfico CryEngine y su afamada serie Crysis, aplican ahora el poder de su motor en Xbox One, introduciendo nuevas características en el sistema de iluminación, el medio ambiente y los distintos efectos sobre el terreno de juego, todo ello para poder crear una experiencia más inmersiva con unos escenarios y unos elementos en pantalla dotados de un gran nivel de detalle. El sistema de animación combina otras nuevas características que establecen nuevos estándares en la animación facial y el realismo de los personajes.
La experiencia que ofrece el juego nos invita a entrar en un emocionante mundo de héroes y traidores, sumergiéndonos en el caos y la corrupción del último periodo del Imperio Romano y embarcándonos en un viaje repleto de venganza, traición e intervención divina. El protagonista de esta historia es Marius Tito, un joven soldado cuya familia es asesinada a manos de unos bárbaros. Tras esta desagradable sorpresa que le depara el destino, Marius viaja a Britannia con el ejército romano. Rápidamente comienza a destacar en las filas de la Legión Romana, ganándose el honor y el respeto entre los soldados. Marius terminará convirtiéndose en un líder de hombres y un defensor del Imperio, pero pronto descubrirá que conseguir su venganza, es algo que puede llevarse a cabo más cerca de su hogar de lo que él había pensado.
Ryse: Son of Rome es un juego de acción directa y visceral que hace uso de una perspectiva en tercera persona, sirviéndose además de un marco histórico ideal, recreando a la antigua Roma de manera muy cuidada. Destacable es el diseño de las localizaciones, la representación del ejército romano, su equipación y otros detalles que sin duda potencian el grado de inmersión. Teniendo presente esta pasión por plasmar fielmente esta época, también es importante señalar que el juego cuenta con su propia historia alejándose de la línea histórica que conocemos, algo que no resulta un aspecto negativo, ya que su propio argumento comienza a revelarse de interés para el jugador.
A nivel audiovisual es un videojuego espectacular con una gran presencia en pantalla, algo a lo que sus creadores nos suelen tener acostumbrados, pero en esta ocasión además sirve para demostrar de lo que será capaz esta generación en el campo visual, llevándolo todo a un nuevo nivel. El modelado de los personajes, los escenarios, la iluminación, los diferentes efectos y la banda sonora del juego son realmente brillantes, elementos dignos de cualquier superproducción.
En términos jugables Ryse: Son of Rome es un «hack and slash» sencillo y sin demasiadas complicaciones, donde el jugador se verá envuelto en constantes y sangrientos combates, no excesivamente elaborados, donde sin duda lo más destacable son las animaciones y unas ejecuciones brutales que resultan espectaculares a ojos del jugador. Es en este aspecto donde el nuevo videojuego de Crytek flojea, su jugabilidad, la mecánica de juego y sus posibilidades jugables que han resultado ser algo cortas, presentando un sistema de combate limitado y sencillo que demandaba a gritos una mayor profundidad para estar a la altura del estupendo apartado técnico que luce el juego.
A pesar de ello, también hay que destacar que el juego cuenta con quick time events y la posibilidad de dirigir la lucha mediante la tecnología Kinect. Cuando el jugador esté en formación de combate, tendrá la opción de asignar comandos de voz a las tropas para dirigir el ataque, concentrar el ataque en un punto determinado del escenario o gritar y arengar a los compañeros para motivarles, de esta manera podrá cambiarse el destino de la batalla. Sin duda un aspecto que también sirve para fortalecer el grado de inmersión. Además de un modo campaña que puede antojarse corto, se ha incorporado un agradecido y convencional multijugador centrado en el combate en el gran Coliseo Romano, el jugador encarnará a un gladiador anónimo, sobreviviendo a diferentes rondas de enemigos en entornos dinámicos y cambiantes, todo ello para entretener al gran público. Esta modalidad cooperativa y apta para dos jugadores también podrá superarse en solitario.
Ryse: Son of Rome es una de las cartas de presentación exclusivas de esta nueva generación de videoconsolas, concretamente la de Xbox One. Una de las opciones más recomendables para abordar esta nueva etapa del videojuego, por su cuidado y apabullante aspecto audiovisual, pero también por la originalidad de línea temporal donde nos sitúa y la fidelidad con la que lo recrea. Todo ello servido a través de mecánicas jugables invariables, directas y sencillas.
Han puesto a parir mucho este juego, pero a mi me parece la leche, además jugar con el imperio romano como protagonista me parece lo más! 😉
Totalmente de acuerdo con Diego
Hola Jugón
A mi también me tira mucho el marco histórico de este juego, sin embargo no me tira lo suficiente como para comprarme una Xbox One. Me pasa exactamente lo mismo con Killzone Shadow Fall y PS4. Todavía no ha salido un juego de nueva generación capaz de tentarme de verdad.
Un saludo
Me pasa como a Rubio, todavia no hay un juego que me tiente a meterme en la nueva generacion. En los ultimos tiempos de la SuperNES, la PSX tentaba mucho…poligonos ufff…cuando salio la Dreamcast y la play2 igual…y la 360 y la play3 con eso del HD ufff…pero es que ahora que…mas de lo mismo pero un pelin mas chulo? bua…nos falta un nuevo Zelda, un Halo acojonante de verdad y un The Last Guardian legendario o un COD o un Battlefield que convenzan.