La nueva aventura de Max nos lleva hasta Sao Paulo, Brasil, donde se gana la vida como jefe de seguridad privada para un empresario de gran reputación, pero el ex-policía siempre estará fuertemente ligado a Nueva York, la ciudad que nos presentó este oscuro personaje y su trágica historia, digna del mejor cine negro.

Rockstar ha tenido esto muy presente durante el desarrollo de la tercera parte y durante la partida, el juego recurrirá al elemento «flashback» y tendremos algunos niveles jugables en la famosa ciudad, reviviendo el pasado tormentoso de Max. Este detalle ha sido un gran acierto por parte de Rockstar, que ha logrado fundir fuertemente el principio de esta historia con el testigo tomado por los padres de GTA. Recordemos que Max Payne era una licencia de Remedy.

Todavía no nos ha llegado este juego pero no hace falta ser adivino, ni un analista de estos que tanto afloran últimamente, para saber que Rockstar está haciendo un gran trabajo y es que los juegos de Rockstar pueden gustar más o menos pero casi siempre suelen ser sinónimo de calidad y sinceramente, no se me ocurre nadie mejor para retomar esta historia, pues el fuerte de estos señores son los argumentos adultos, algo un poco delicado todavía en el mundo de los videojuegos.