Siempre intento ser positivo, aunque las cosas cojan un tono marrón oscuro tirando a negro, por eso debo ser de los pocos que piensan que Wii U es una consola que todavía tiene muchísimo que decir, de hecho, apenas ha empezado. También reconozco que soy de los primeros que la tienen un poco parada y cogiendo polvo en el cuarto de estar. El genial ZombiU, el estupendo remember con The Wind Waker HD, Little Inferno y un par de clasicazos de SNES descargados de la eShop, eso es todo lo que he jugado en la última consola de Nintendo.

Es un buen momento para recobrar la ilusión y recuperar las expectativas. Se acerca el lanzamiento de Mario Kart 8, un videojuego que además de las habituales toneladas de diversión, regresa a nosotros con un nuevo acabado gráfico y lo que podría ser todavía más importante, como el videojuego que de una vez por todas haga despegar a Wii U.

A ver, no nos volvamos locos, los karts de Mario y compañía de repente no van a conseguir que las ventas de su consola se equiparen a las de Xbox One y PS4, pero sí podría ser el título que dé inicio a ese catálogo que tanto necesita esta consola y que tanto demandamos aquellos que creemos en ella. Ojalá estemos hablando del juego que con su octava entrega provoque esa avalancha de anuncios y nombres ya conocidos que tantas ganas tenemos de escuchar, leer y, sobre todo, ver en acción.

Roger Langford, responsable de la marca Mario para la división británica de Nintendo, así lo cree, junto a Satoru Iwata, actual presidente de la compañía. Aseguran que «Mario Kart 8 puede ser el catalizador que extienda los horizontes de Wii U».

Mis orígenes como jugador son nintenderos, algo de lo que siempre me enorgullezco, por eso ahora más que nunca mantengo la esperanza de que la diversión con Wii U todavía no ha hecho más que empezar. Lo bueno siempre se hace esperar.