Otro E3 que hemos visto pasar, una feria que siempre ha sido sinónimo de grandes sorpresas, emoción y buenos videojuegos, sin embargo llevamos unos años experimentando esa molesta sensación de que gran parte de la magia que envolvía a este evento ha desaparecido completamente en favor del interés económico y las cifras. En nuestro último especial hemos plasmado nuestra crítica opinión acerca de las nuevas versiones avanzadas de PS4 y Xbox, la acción más determinante y agresiva de una industria que desde hace unos años ha iniciado un cada vez más rápido descenso a los infiernos.

La verdad es que no tengo mucho que decir acerca de este E3 2016, nada más que un puñado de títulos me han parecido interesantes. De todo lo que se ha visto en la feria puedo decir que ahora tengo ganas al nuevo Zelda: Breath of the Wild, su concepto más avanzado de sandbox (siempre ha sido un mundo abierto) puede que nos permita alcanzar un nuevo nivel de grandeza dentro de la saga gracias a sus interesantes posibilidades. Un buen motivo para hacerse con una Wii U en lugar de una Scorpio o Neo.

El reinicio de God of War también ha copado mi atención con ese nuevo aire vikingo que le han dado a Kratos, que por cierto le sienta muy bien. La decisión de enmarcarlo finalmente dentro de la mitología nórdica en lugar del antiguo Egipto ha resultado un completo acierto.

El nuevo estilo que plasma Resident Evil 7 también me despierta curiosidad, en esta ocasión y para sorpresa de muchos ofrece un concepto de juego mucho más pausado y psicológico, se apoya en la tecnología de RV y parece aprovechar el rebufo del desaparecido P.T, un juego convertido en una especie de mártir que muchos se empeñan en resucitar sea como sea. Veremos si la veterana saga de Capcom consigue reinventarse o definitivamente se jubila de una vez por todas.

Death Stranding consigue suscitarnos algo de interés aunque tomar prestado el careto de un actor de moda para dar vida al protagonista de un juego es algo que cada vez nos gusta menos. Sony ha comentado que no quiere imponer demasiadas limitaciones a la visión creativa de Hideo Kojima así que podríamos encontrarnos ante el nacimiento de un gran videojuego o asistir a la mayor «pirada» mental en la historia del famoso diseñador japonés.

Horizon: Zero Dawn y sus dinosaurios mecánicos siguen manteniendo cierto atractivo para nosotros aunque también reconocemos que es el último nombre en nuestra lista de esperados. Ojalá con su nuevo juego Guerrilla consiga quitarnos el sabor de boca que nos dejó la última entrega de Killzone.

Tampoco pierdo de vista la fecha de lanzamiento de Attack on Titan: Wings of Freedom y de Battlefield 1, aunque este último estaremos observándolo con lupa ya que si deciden repetir el sucio negocio que montaron con su primo-hermano Star Wars: Battleftont seguramente sea un título que descartemos de nuestra lista.

En lo que a videojuegos se refiere poco más que añadir; salvo un último detalle, un hecho casi histórico; por fin se ha anunciado la fecha de lanzamiento de The Last Guardian, una llegada que se ha hecho muchísimo de rogar y que finalmente no ha desatado tanto bombo como algunos esperaban, lo cual tampoco me parece raro después de tanto tiempo de silencio. No obstante, es una satisfacción que por fin podamos disfrutarlo este mes de octubre.

A modo de despedida y sin extenderme en demasía sobre el tema porque ya está más que comentado, diré que las recientes «novedades» en el sector han servido para confirmarnos algo que particularmente esperábamos desde hace tiempo. BornToPlay es una web humilde pero de voluntad férrea en su idea de lo que debe ser un videojuego y el papel que debe desempeñar el jugador, somos conscientes del descontento que reina en los corazones de los jugadores tradicionales, por eso esta realidad agridulce que parece decirnos que ya hemos vivido lo mejor y lo peor del videojuego, no hace sino reforzar aún más nuestro estilo y política.