Aprovechando esta racha de sequía que atravesamos hasta la llegada de The Order: 1886, he seguido esquilmando esa lista personal de videojuegos pendientes que todos los jugadores arrastramos mentalmente. La última entrega de Thief era uno de ellos y como amante de los juegos de acción sigilosos el reboot de esta famosa serie parecía una opción interesante a pesar de que ya sabía lo que iba a encontrarme.
De verdad eh, no hay cosa peor para un jugador que pasarte un juego sin ganas, deseando que acabe de una vez, y no porque tengas un mal día o no tengas ganas de echar una partida a la consola porque esto rara vez nos ocurre. Existen títulos capaces de generar esta molesta sensación y este es uno de esos casos. Por supuesto toda esta valoración es una opinión personal.
No he tenido ocasión de jugar las entregas anteriores pero conocía su buena reputación, sobre todo la de Thief 2: Metal Age, todo un referente para los seguidores de la saga. A todos y cada uno de los que he preguntado sobre este reinicio curiosamente han coincido a la hora de expresar el «cariño» que les ha despertado esta nueva visión de las aventuras del maestro ladrón.
Me han sorprendido (la verdad es que no) las notas que en su momento colocaron algunos medios, exageradamente altas para el juego que tenemos entre manos. Digan lo que digan, escriban lo que escriban y se pongan como se pongan Thief es un juego mediocre si lo comparamos con sus hermanos, con otros grandes del género y como obra. Los fans de la serie se quejaron y con razón. No solo hablamos de otra licencia que ha sido víctima de un reinicio que ha sacrificado su fidelidad y esencia de antaño con el objetivo comercial de llegar a un mercado de jugadores más amplio, desgraciadamente el pan nuestro de cada día durante los últimos años en el mundo del videojuego. En ese intento de captar más público también ha buscado acercarse, sin conseguirlo, al estilo de otro videojuego de mayor éxito, Dishonored.
Thief no invita al jugador al combate directo sin embargo las ganas de romperlo en mil pedazos son irrefrenables
Puede que su control sea bueno, que lo es, que la estética siniestra de la ciudad sea atractiva, vale, y su protagonista, Garret, tiene cierto carisma aunque su prepotencia y chistes de maestro ladrón llegan a cansar. Estamos de acuerdo pero todo esto es insuficiente para salvarse de la quema. Esta nueva visión ha tenido más cosas malas que buenas y las pocas virtudes que tiene lo son a medias.
Podríamos empezar por la historia, que comienza despertando escaso interés pero a medida que avanzas va de mal en peor. Que un argumento no consiga calar en el jugador a menudo es una putada que puede aliviarse con una jugabilidad interesante. Todo juego de sigilo tiene un plus gratificante y Thief pertenece a ese gremio. Sin embargo sus mecánicas son repetitivas y el camino a seguir siempre está demasiado marcado (¿cuántas veces durante el juego apartamos la misma viga para avanzar entre los escombros?) o los anodinos momentos de escalada por tuberías. Recolectar como un ave de rapiña todo lo que vamos encontrando por habitaciones y armarios también se hace pesado, lo más entretenido del juego termina siendo forzar cerraduras, apagar velas, encontrar pasadizos en librerías y buscar mecanismos secretos en cuadros.
El escenario, una bonita ciudad victoriana y decadente, no deja de ser un decorado resultón pero incapaz de generar una chispa de poder inmersivo. Si a todo esto sumamos unos tiempos de carga incomprensibles para unos escenarios tan pequeños, un diseño de niveles por debajo de las anteriores entregas y para rematar un final de lo más insulso que he visto en años, las posibilidades de rejugarlo y sobre todo de recomendarlo a alguien son definitivamente nulas.
No todo es malo en el juego de Eidos Montreal. El doblaje al castellano es bueno y el sonido en general está trabajado. Las opciones de personalización para la interfaz y la dificultad también pueden destacarse pero… ¿quién querría sacarlas partido si todo resulta lineal y cada vez menos interesante? No hace falta jugarse las entregas clásicas para saber que esta nueva adaptación no ha estado a su altura, sencillamente porque es un juego regulero. Cuando se trata de rescatar antiguas franquicias de éxito para devolverlas su esplendor, como mínimo deben mantener su esencia y aquello que las hizo brillar. La maniobra de acercar algo a un público más amplio siempre termina igual, se traduce en un videojuego más superficial y aburrido. Si aún no lo has jugado y tampoco has probado Dishonored vete directamente a por el título de Bethesda y si ya lo has jugado vuelve a empezarlo. Es mejor olvidar este Thief, eso o darle una segunda y nueva utilidad como la que muestra la foto.
A mi me ha decepcionado bastante, es bastante aburrido y repetitivo. Aunque a algunos les ha parecido entretenido, no lo entiendo bien, supongo que para gustos los colores!!!
Joder te ha molado eh!!
Muy buena la imagen jajajajajaj
De veras que es la única segunda oportunidad que merece este juego Voye
Aún me da curiosidad para vivirlo en carne propia. Jejejeje… ya les cuento luego.
Hola BenV
Bueno pero luego no digas que no te avisé, jejeje. Oye, lo mismo a ti te encanta pero cuando lo pruebes me dices.
Un saludo