Mira que lo hemos intentado, tres veces nada más y nada menos. Hemos llegado a terminar el juego de Ready At Dawn en tres ocasiones, la última de ellas en difícil. La única excusa posible para realizar semejante tarea es justificar el dinero gastado y comprobar cómo el nivel de dificultad más elevado tiene nulo interés para el jugador. Sumadas, las horas que hemos empleado, creo que seguirían sin poder alcanzar la duración, y la diversión, de las campañas de juegos como Spec Ops: The Line y Gears of War.
Si alguien pensaba que en esta sección solamente iba a encontrarse con títulos chapuza sin encanto, sacacuartos descarados y otras patrañas e infamias, se equivoca. Yo mismo reconozco que todavía me cuesta creer que The Order: 1886 esté protagonizando su propio episodio de «Juegos que merecen una segunda oportunidad» pero esta es la cruda realidad.
Como decía antes, lo hemos intentado todo (soy de los que se pasa un juego una, dos, tres y hasta cuatro veces en distintos modos de dificultad) Hemos querido por todos los medios poder decir que existía un motivo para rejugarlo, una excusa para dar otra vuelta al juego de los Caballeros, pero no. Ni siquiera habiendo cambiado la dificultad en ningún momento hemos sentido que se nos apretara las tuercas un poco más. Simplemente cuando de manera puntual aparecen los llamados «escopeteros», enemigos especiales que portan escopetas claro, debes ser un poco más hábil en el combate a la hora de mantener la distancia con ellos.
También hemos intentado entenderlo como esa nueva experiencia cinematográfica que busca ser, un juego que juega a ser una película pero sin caer en la pasividad de interacción de títulos como Beyond: Two Souls. Pero desde nuestra modesta opinión no ha sabido encontrar el equilibrio ideal entre tanto gráfico, toneladas de cinemática, juego real y por supuesto duración, amén de otros problemas como su molesta rigidez, falta de variedad y escasa profundidad en varios aspectos.
A pesar de ello, el juego ha conseguido engañar de 15.000 a 20.000 jugadores en nuestro país, por lo que las ventas no han ido mal. En fin, una lástima lo que ha ocurrido con The Order: 1886. ¡Eso si! nos encanta la «segunda oportunidad» que hemos buscado para la aventura de Sir Galahad.
Pues decepcionante que a estas alturas una empresa «seria» le haga una putada de esas a sus usuarios casi mejor hacían un GOW next gen, bueno siempre queda venderlo al game por 10euros.
Buenas Mr Grimm
Es que hasta en la historia, que en algunos momentos demuestra poseer cierta originalidad y reluce un poco, no han querido profundizar ni explicar demasiado. Igual que con los protagonistas, son muy superficiales. Deberían haber presentado todo ese universo y todo lo que tiene que ver con la Orden de una manera más detallada y espectacular, ya que hablamos del primer juego.
Si has decidido hacer un videojuego cinematográfico, pues recréate con el argumento y en sus personajes para potenciar esa personalidad y compensar otras carencias, carencias que desde luego hubieran seguido estando ahí pero al menos hubieras cumplido en un aspecto.
Un abrazo
Rubio yo creo que un producto con un desarrollo tan largo no tiene porque tener esas carencias que tu nombras, no me gusta el hecho de que los creadores de grandes títulos no tengan en cuenta la opinión de sus usuarios, es como si los hicieran para ellos mismo y luego argumentan eso con «queremos que sea una experiencia innovadora» pueda ser que en algún momento de esta generación recapaciten.
Estoy de acuerdo contigo MrGrimm, además tuvieron tiempo para replantearse todas estas cosas, que el juego sufrió un retraso en teoría para ofrecer la experiencia que todos esperábamos, según sus creadores.
Con el dinero que pagamos por un videojuego, deberíamos tener garantizados unos mínimos, por ejemplo una duración aceptable y no bajar de unas horas y por supuesto incluir todos los DLC’s, extras y demás, salvo alguna excepción. Nos engañan como quieren y menudo negocio se montan.
A ver si puedes engañar a alguno todavía por ebay y se lo encasquetas jeje
Pues si, debería, pero es algo que he dejado de hacer macho, vender los videojuegos me refiero. El afán de coleccionismo. Algún día apareceremos enterrados bajo una montaña de videojuegos jeje