• id Softwaree
• 1999
• Acción, disparos y multijugador a muerte

Bienvenido a la arena

Hace muchos, muchos siglos, los Vadrigar, conocidos como los misteriosos maestros de la arena, construyeron el Arena Eternal para su propia diversión infernal. Apenas se conocen detalles acerca de estos seres, sólo se sabe que disfrutaban con las matanzas y el clamor de la batalla. Tanto es así, que convocaron a los mejores guerreros de todos los tiempos. Tú fuiste uno de los elegidos.

Como gladiador de Arena Eternal, tu objetivo era sobrevivir y vencer en cada uno de los combates contra rivales cada vez más poderosos. Sin embargo no tenías miedo a sufrir una derrota, porque los Vadrigar no se dejaban amedrentar en su terreno por algo tan insignificante como la muerte. Aquellos que sucumbían eran resucitados de forma instantánea para regresar a la batalla, quizá con más sabiduría gracias a su mala fortuna.

Cuando la sangre, el polvo y los restos desaparecían, los guerreros ganaban el derecho a una nueva lucha. Pero solo aquel guerrero que había acabado con un mayor número de rivales, era coronado vencedor. El victorioso gladiador, al final, tenía que enfrentarse con Xaero, el Señor de la Arena Final.

Probablemente, muchos de nosotros no esperábamos que el multijugador competitivo iba a convertirse en algo tan poderoso en nuestros días. Quake III: Arena es un adelantado a su tiempo que inició a muchos jugadores en el mundo de los multis online, posiblemente el principal responsable que dio comienzo a los eSports.

Rápido, fluido y con unos mapas muy bien diseñados. Quake III: Arena es un FPS de habilidad con una calidad incuestionable que actualmente sigue ofreciendo partidas online y es posible conectarse a ellas fácilmente. Para triunfar en este juego hay que dominar el arte de apuntar en el aire y caer sobre tu oponente. Demuestra que eres perro viejo alcanzando en movimiento y en pleno vuelo a un enemigo con el lanzamisiles.

En su día, muchos criticaron la ausencia de un modo campaña, incluso dentro de id Software, pero la opción de jugar en las arenas en modo offline contra unos bots de estética surrealista y que parecían estar vivos era más que suficiente. De acuerdo, no era un modo historia, pero servía como un adictivo y estupendo entrenamiento antes de dar el salto al online.

A finales de los noventa, el funcionamiento de los bots resultaba intrigante para los desarrolladores y Quake III: Arena implementaba una IA para sus bots variada y creíble, presentando comportamientos humanos, poco predecibles, algunos de ellos mostraban cierta personalidad en el combate y otros, por la naturaleza de su personaje, eran más mecánicos.

Los bots estaban formados por cuatro capas de inteligencia. La primera, la básica, contenía la información que el bot podía adquirir y las acciones que podía llevar a cabo, usando esa información para determinar dónde ir. La siguiente capa es de objetivos a corto plazo y determina qué puede y debe hacerse en cada momento, ya que los bots eran capaces de diagnosticar los pros y contras de una determinada situación. La tercera capa fijaba objetivos a largo plazo y estrategias, planteaba cuestiones esenciales para la supervivencia del bot. Esta se utilizaba para deducir movimientos específicos, qué hacer en cada momento y si había que solucionar un problema o enfrentarse a un oponente.

Gran parte de la IA se basaba en el sentido común pero también recurrían a soluciones técnicas muy avanzadas para solucionar situaciones complicadas, como por ejemplo decidir una ruta. Al igual que en 1999, hoy en día id Software sigue fiel a una de sus máximas; apostar fuerte por la tecnología. Su motor de juego, el id Tech 3, fue otro de sus grandes avances, uno de los primeros en utilizar entornos complejos y fue utilizado después por Infinity Ward para generar el primer Call of Duty.

Quake III: Arena ha definido la forma de jugar de muchos jugadores y ha sido el campo de entrenamiento para profesionales debido a los altos niveles de maestría que requiere. Suele decirse que es un juego de perfeccionistas, con un movimiento perfecto que exige la perfección. Un clásico atemporal que, como todo buen gladiador, tuvo que enfrentarse en singular combate contra otro gran contrincante, Unreal Tournament. La obra de Epic también resuena con fuerza en la mente de muchos jugadores, y de toda la «generación ciber » por supuesto, pero todos sabemos a quién pertenece la gloria en la arena.