Muchos de los que nacimos en los años 80 crecimos con la emoción de la NBA y aquella generación de grandes jugadores que también dieron los 90. El auge de llamativas zapatillas de baloncesto, camisetas con el nombre de las estrellas favoritas y diverso equipamiento deportivo en nuestras calles y colegios eran fiel reflejo de la pasión por el baloncesto americano.
Nunca he sido muy fan de videojuegos basados en deportes. De hecho, el único título de basket que había jugado hasta la fecha fue el arcade NBA Jam, en 1993. Por otro lado, en 2020 Netflix publicó El último Baile. Esta estupenda docuserie con material inédito de la histórica temporada 1997-98 narra el ascenso de Michael Jordan y la trayectoria de los Chicago Bulls en los años 90. Está protagonizada por Michael Jordan, Scottie Pippen, Dennis Rodman y cuenta con la participación de otras estrellas de su generación.
Esta serie y la nostalgia lograron reavivarme la llama por aquellos años repletos de partidazos épicos y jugadores con carisma. Incluso, ahora consigo sacar un hueco entre semana para lanzar alguna canasta en las canchas del barrio. Es más, todo esto también ha logrado que termine haciéndome con NBA 2K23. La interesante faceta clásica con la que han dotado a este título ha sido un factor determinante.
NBA 2K23 no es una entrega más. Visual Concepts sabía que la numeración 2K23 prácticamente obligaba a homenajear de algún modo al mejor jugador de baloncesto de la historia: Michael Jordan. El juego incluye el Desafío Jordan, una serie de 15 retos que permiten revivir con el mando los momentos más destacables del famoso jugador de los Chicago Bulls. Estos desafíos incluyen objetivos distintos que buscan emular sus hazañas en la pista. Estos retos son presentados a través de un breve vídeo con algunas de las leyendas de la NBA que participaron en cada uno de esos partidos. El entrenador Phil Jackson, Dennis Rodman o Kareem Abdul-Jabbar, entre otros, son algunas de las figuras que podemos ver.
Sin embargo, la vertiente retro no termina aquí. El modo Eras de Mi NBA permite escoger entre cuatro etapas: la época de Magic Johnson contra Larry Bird (años 80), la de Michael Jordan (años 90), la de Kobe Bryant (principios de los 2000) y el periodo moderno. Como resultado, podemos elegir cualquier equipo de aquellos años con sus plantillas. Así mismo, cada temporada incluye los cambios reales que sucedieron en cada liga (modificaciones en los equipos, incorporaciones, nuevas franquicias, etc). El trabajo de recreación resulta loable.
Un detalle curioso es el sistema de filtros de vídeo que recrea la experiencia televisiva para ver estos partidos tal y como se emitieron en los años 80 y 90. Esta opción, que puede activarse y desactivar a placer, ofrece una apariencia de visualización para cada década. Sin duda un puntazo para sumergirnos aún más en todos esos encuentros clásicos.
Por supuesto NBA 2K23 no descuida el resto de su contenido. Los modos Mi Carrera y MyTeam cuentan con un completo sistema de temporadas. En la primera opción podemos crear nuestro propio personaje para convertirlo en una súper estrella. Este modo incluye un mundo abierto donde puedes moverte libremente para completar misiones, mejorar habilidades y jugar en canchas callejeras contra jugadores de todo el mundo. Del mismo modo, el editor de zapatillas, con varias marcas conocidas a nuestra disposición, permite crear modelos personalizados para nuestro avatar.
Por último, el apartado gráfico resulta muy notable. Obviamente, algunos modelos de jugadores lucen mejor que otros pero en general el nivel es muy bueno. Por esta razón, en algunos momentos y si alguien nos observa desde la distancia mientras jugamos posiblemente le cueste distinguir el juego de la realidad. Al mismo tiempo, es un juego accesible para todo tipo de jugadores. Se han incorporado varios niveles de dificultad y un indicador de esfuerzo físico formado por tres barras de energía secundarias. También merecen ser destacados la coherente IA de los jugadores y la física realista del balón.
Podría venirme arriba y decir que NBA 2K23 me parece el mejor videojuego de baloncesto que se ha hecho. Sin embargo, posiblemente sea la persona menos indicada para valorarlo, puesto que no he jugado a muchos títulos basados en este deporte. No obstante, puedo afirmar que es un gran juego. De hecho, si eres amante de este deporte, la vena nostálgica puede golpearte positivamente con todo el contenido clásico que incluye. Solamente por esto merece la pena. Revivir la época dorada de Jordan con los Bulls y recrear todos los encuentros clásicos que imagines a través de Eras de Mi NBA garantiza entretenimiento para rato.
