Nos gustan los videojuegos, mejor dicho, nos encantan los videojuegos, a pesar de que estamos viviendo un capítulo un poco oscuro donde la creatividad y la originalidad brillan por su ausencia. Un arranque de nueva generación sosaina con las palabras «remasterización en HD» como bandera y el auge de la moda indie, o jugar a ser indie como hacen algunas compañías grandes, son algunas de las características de esta etapa que atravesamos actualmente.
Además de compartir esta pasión por destrozar mandos y devorar videojuegos sin parar, otra particularidad que nos une a los jugadores y que nos identifica como tales, es esa tendencia a invadir un rincón de nuestra casa para convertirlo poco a poco en ese espacio personal donde colocar nuestra consola, una buena pila de videojuegos amontonados y crear un ambiente propicio para esas largas sesiones de juego. Nuestro refugio personal donde desconectar durante un par de horas después de un largo y duro día.
Pero esto es como todo señores. Hay jugadores que simplemente se dedican a colocar la consola al lado del DVD y debajo de la tele como si de un eletrodoméstico más se tratara y otros, en cambio, deciden crear en casa su propio templo de adoración al videojuego.
Hoy os traemos uno de esos «rincones» realmente envidiables en un hogar. El otro día estuvimos haciendo una visita a nuestro amigo Eric y con la excusa de vernos para tomarnos unas cuantas cervezas, orgulloso, nos abrió las puertas de su pequeño paraíso, bueno, mejor dicho, de su pequeño gran museo, pues Eric ante todo es un gran coleccionista de material retro.
Pararte a observar detenidamente cada una de las joyas que completan la colección de Eric es una auténtica gozada, por algunos de sus rincones y contemplando las baldas de sus estanterías, nos asaltaba esa cálida sensación de melancolía generada al recordar todos los buenos ratos que nos han dado, y que siguen dándonos, esas consolas y videojuegos de hace unos años, cuando todo se hacía de otra manera, se jugaba con otras reglas, las carátulas tenían ese encanto especial y los cartuchos olían a papel y cartón.
¡Gracias por todo Eric!
Pedazo habitación!!!! Qué envidia sana 😉
que pasote de habitacion…. la mia es algo parecida pero se entremezclan diferntes estilos, videojuegos, coches, heavy metal y mucho mucho desorden y suciedad XD
Madre mia, ahora veo a eric desde otro punto de vista!!!
Me ha encantado la entrada!!
Y cuando Eric lo vea, va a flipar!
Yo pienso que a todos los que nos gustan los videojuegos, saben apreciar ( y envidiar jeje…) un cuarto como el de Eric. Es una auténtica gozada contemplar semejante colección y pasión por el videojuego, sobre todo por el de ayer. Al final, no deja de ser un tipo de cultura, en mi opinión claro.
Un saludo
Es un placer leerte con tanta pasión por este campo profesional al que te dedicas con tanto esmero. A día de hoy os entiendo un poco mejor y me dan ganas de encontrar aquel videojuego al que nunca he jugado. Simplemente, B R I L L A N T E.
Vaya cambio a la página que le habéis hecho, mola un huevo Rubio, enhorabuena!!.
Y madre mia, que maravilla de habitación, que envidia sana, y mala y todo el tipo de envidia, de tener lo que tiene Eric. Eso es una autentica maravilla!!! un templo de los videojuegos. Y que le llamen friki o lo que quiera la gente, pero es que de verdad quien no entiende este mundillo no sabe lo que se pierde.
Yo metía todo eso en una piscina y me lanzaba de cabeza y nadaba entre mandos y cartuchos, y que me llamen friki tambien !!
Pedazo de habitación! Hay que estar con el zoom ampliando la imagen para ver todos los detalles. Me recuerda a Chollo Games.
Blade, nos alegra que te guste el nuevo diseño, es un gran cambio, pero creemos que merece la pena.
Saludos!
Me encanta!!! Se parece a la mía….