Tenía ganas de hacerme con el título de Firaxis, de hecho pasó a convertirse en uno de los títulos más esperados de mi lista particular cuando empecé a leer las primeras declaraciones y el buen trabajo que estaba haciendo el estudio. Nunca antes había jugado a una entrega de esta veterana saga de estrategia, pero su larga reputación la precedía y siempre había escuchado muy buenas críticas, sobre todo de las dos primeras entregas, para muchos de los seguidores más acérrimos de XCOM, las mejores.

El género de la estrategia siempre me ha resultado atractivo, no puedo decir lo mismo del sistema de combate por turnos, sin embargo en XCOM Enemy Unknown esta combinación resulta emocionante, poniendo a prueba nuestras dotes de mando y la visión de juego dentro del campo de batalla de una manera vibrante. Los grandes soldados se hacen en el combate, y en este juego crearás auténticos valientes, aprenderás a dirigirlos y a equiparlos, a darles un nombre (incluso un apodo) obtendrán valiosa experiencia, pero también caerán en combate como auténticos héroes irremplazables dentro de nuestras filas.

Pero la propuesta de este juego alcanza mucho más que los momentos de acción en el campo de batalla, la gestión de la base XCOM tiene tanta importancia como saber desplegar a nuestros hombres en una zona hostil. Construir nuevas instalaciones y equipo mejorado para nuestras tropas, investigar los cuerpos y la tecnología alienígena para aplicar dichos conocimientos a nuevas mejoras, controlar la actividad extraterrestre en cada continente, entrenar y adquirir nuevos soldados, mejorar el armamento de los cazas, controlar nuestros gastos… son tantas las opciones disponibles que al principio la situación puede llegar a imponer, pero no hay que amedrentarse, somos el comandante de la organización y únicamente está en juego el destino de la humanidad.

El gratificante y agradecido género de la estrategia es amplio y personal. Siempre ha sido perfecto para «desengrasarnos» de las tendencias más actuales y sentirnos por un momento más ordenados y calculadores. Es un género que hace mejores jugadores, mejorando y dotándonos de paciencia, observación y una mayor capacidad resolutiva. Jugando a XCOM me han venido a la mente algunas andanzas y buenas experiencias en este género. Las dos primeras entregas de Commandos y Age of Empires II fueron unos juegos a los que dediqué muchísimas horas. A fuego grabado está la dificultad y la emoción de los escenarios del primero. Grandioso el momento en el que dirigías tus ejércitos y tu ciudad en el segundo.

Command & Conquer siempre ha sido considerado como uno de los juegos de estrategia en tiempo real más importantes. Su argumento tenía cierto atractivo gracias a toda esa guerra causada por el preciado Tiberio, y aquellos vídeos con actores reales que aparecían durante el transcurso del juego son difíciles de olvidar.

Uno de los juegos que me caló hondo, fue la primera entrega de Rainbow Six, y su segunda parte Rogue Spear. Antes de que esta licencia se convirtiera en lo que hoy conocemos, era una de las mejores y más explosivas mezclas de acción y estrategia real, donde dirigíamos a un grupo de ocho soldados seleccionados entre las mejores fuerzas de élite de todo el mundo. Antes de cada misión, en el briefing, podíamos equipar a nuestros hombres y después con la ayuda de un mapa del escenario donde iba a desarrollarse la operación, establecíamos una serie de comandos de activación mediante diferentes teclas, pudendo diseñar toda una compleja operación de rescate de rehenes y llevarla a cabo permaneciendo como espectador y activando cada nuevo paso de nuestro equipo pulsando los botones asignados en los momentos adecuados. Lo mejor de todo es que en cualquier momento podíamos tomar el control de la situación, entrando en acción y liándonos a tiros nosotros mismos con los terroristas desde una perspectiva en primera o tercera persona. En ese momento entraba también en juego el factor simulación, pues una bala perdida o un disparo certero significaban la muerte en Rainbow Six.

Swat 3 posiblemente esté encasillado dentro del género de los disparos en primera persona. Un videojuego que ofrecía una simulación de combate policial urbano realmente divertido. Donde hay simulación siempre hay algo de estrategia y en este título de Sierra tenías que saber calcular muy bien tus movimientos y el de tus hombres. En este caso nos enfrentábamos a situaciones más cotidianas desde una vista subjetiva pero no por ello menos peligrosas. Asaltar una pequeña vivienda donde se ha atrincherado un individuo armado con un revólver, junto a un par de rehenes puede resultar una situación muy fácil de resolver en un juego como Call of Duty, pero en Swat 3 un disparo certero también tenía como resultado salir con los pies por delante. Había que calcular con precisión cualquier movimiento, vigilar cada esquina, cubrir los ángulos muertos, y por supuesto dar las órdenes adecuadas a tus compañeros para que abriesen una puerta, esposar a civiles y enemigos, o despejaran una habitación. Como líder de un grupo Swat, recaía sobre nosotros la responsabilidad de tomar las decisiones del equipo, en un juego que premiaba resolver las diferentes situaciones de una manera no letal, reduciendo a los enemigos con gases, solicitando la evacuación de civiles o aporreando la tecla que decía: «¡al suelo, las manos sobre la cabeza!» algunos enemigos hacían caso, otros en la mayoría de los casos, caían abatidos por un disparo preciso a lo largo de las diferentes misiones ambientadas en diferentes lugares reales de Los Ángeles.

Pikmin de Shigeru Miyamoto fue uno de los últimos títulos de estrategia en tiempo real que me conquistó. Bajo la apariencia de unas simpáticas criaturas de colores, se esconde un auténtico ejército voraz y efectivo, sobre todo cuando sabemos coordinar correctamente nuestras tropas. Este juego de Nintendo es uno de los juegos de estrategia más divertidos que he probado, y desde mi punto de vista, uno de los mejores títulos de GameCube. Los Pikmin nacen de una semilla que brota del suelo, de nosotros depende cuando extraerlos, si tienen una hoja son más débiles, con capullo tienen una resistencia normal y en flor son más fuertes. Su color denota su habilidad concreta, los Pikmin azules son resistentes al agua, mientras que los amarillos pueden ser lanzados a gran altura y tienen la habilidad de fabricar bombas, los Pikmin rojos resisten el fuego. Teniendo en cuenta estas características, el capitán Olimar podrá dirigir un total de 100 Pikmins en pantalla, construyendo puentes, superando obstáculos y atacando a criaturas de gran tamaño, cada una con su diferente estrategia. ¿Recordáis cuando de pequeño introducíamos un gran insecto en un hormiguero? pues con este juego os sentiréis igual, mientras exploramos unos entornos naturales, buscando preciados tesoros como una pila Duracell o una vieja Game & Watch.

Por supuesto que hay otros títulos míticos, Populous, Rise of Nations, Worms, StarCraft, Company of Heroes, Homeworld,  Civilization, SimCity, etc. Existe un amplio y variado catálogo dentro de este género, como norma general exigente, un estilo de juego donde el jugador debe ser capaz de evaluar el terreno, saber reaccionar a los cambios que se suceden en el, anticiparse a los movimientos del enemigo. Si lo consigues, no existe en los videojuegos una sensación tan gratificante como esa, sentir que los planes salgan bien. Ahí reside la magia y el encanto de este género.