Debo que reconocer que antes de que llegara el juego de Visceral Games, tenía ciertas dudas respecto a Dead Space 3. Hubo un momento en el que pensaba que podía estar siguiendo muy de cerca los pasos de Resident Evil 6 y aunque también ha incrementado el nivel de acción afortunadamente no ha llegado a su altura.
El modo cooperativo esta vez si que ha resultado ser un extra acertado y entretenido. Obviamente no hay muchos sobresaltos, la experiencia se convierte en un agradable y entretenido paseo mientras vamos despejando, nivel por nivel, la plaga de necromorfos y los asaltos malogrados de los uniólogos. Y digo agradable paseo porque está bien eso de ir superando el juego mientras vas comentando con el compañero los detalles de esta entrega y de la saga en general. Si además el otro jugador también es seguidor de la serie disfrutaréis aún más, podréis compartir vuestros diseños de armas, algunos trucos, incluso detalles que a lo mejor desconocíamos, como en mi caso, la forma de utilizar los pequeños robots para que su búsqueda de recursos resulte más efectiva. Yo lo soltaba en el primer sitio que pillaba y ala (gracias AdrenalYenesis)
El compañero de Isaac Clarke, el sargento John Carver, también es un personaje que termina gustando. Al principio pasa un poco desapercibido pero luego su personalidad resulta interesante, y aunque no se profundiza mucho en su dramática historia, los nuevos diálogos y las alucinaciones de este personaje ofrecen una pequeña chispa de variedad a esa segunda vuelta al modo historia.
A pesar de que Dead Space 3 no ha llegado a calarme tan hondo como los dos primeros juegos, por los motivos que comenté en el análisis, es una tercera entrega de la que hay que sacar sus cosas positivas, su impresionante final, el despliegue técnico que posee y este entretenido modo cooperativo.