Especial Halloween. Una maldición en familia.
Clive Barker es un nombre familiar para la mayoría de los aficionados a la literatura de terror. Aunque no seas amigo del género ni hayas oído hablar del autor británico, seguro que reconoces al ser pálido con clavos incrustados por toda la cabeza que se convirtió en una de las criaturas más terroríficas e icónicas del cine fantástico gracias a Hellraiser, película escrita y dirigida por el propio Baker.
En 2001, las perturbadas y sádicas pesadillas de Baker escaparon de las sangrientas hojas de guiones y novelas para poseer un nuevo medio: los videojuegos. En Clive Barker’s Undying encontraremos elementos representativos de la obra del escritor, como el sadomasoquismo, las ciencias ocultas, la magia ritual o las dimensiones infernales. La aparición de su nombre en el título del juego no es sólo un reclamo publicitario, es una declaración de intenciones.
Baker nos propone investigar la maldición sufrida por la familia Covenant en la piel de Patrick Galloway, un investigador de fenómenos paranormales que se dirige a la mansión familiar por petición de su antiguo comandante y amigo, Jeremiah Covenant. El convaleciente Jeremiah, convencido del regreso de sus difuntos hermanos a la mansión con la única intención de torturarle, solicita nuestra ayuda para descansar en paz el resto de sus días. Durante la investigación, conoceremos a la encantadora familia y desvelaremos los secretos de la supuesta maldición que ha acechado a los hermanos Covenant desde su infancia.
Clive Barker’s Undying, envuelto en una excelente narrativa, es un juego enfocado a la acción que poco comparte con los actuales videojuegos de terror. En nuestra estancia en la mansión Covenant, no resolveremos nada mediante el diálogo o largas caminatas en busca de pistas, tendremos que abrirnos paso hacia el otro lado a tiros y, cuando las balas fracasen, usaremos dinamita o conjuros terribles.
Según avancemos en la historia encontraremos armamento de lo más variopinto, desde la querida y típica escopeta de doble cañón hasta un huevo de fénix explosivo. Además de valernos de nuestra potencia de fuego, aprenderemos diferentes hechizos que serán de gran ayuda tanto para superar obstáculos como para derrotar enemigos. Por ejemplo, nuestro primer conjuro nos permite ver más allá del velo para descubrir sucesos de otros tiempos y otras dimensiones.
Debido a la capacidad ofensiva, la jugabilidad frenética y los gráficos de la época, el nivel de terror no alcanza altas cotas hoy en día. No obstante, Barker presenta un buen juego de horror gótico: nos adentraremos en una mansión con reminiscencias a un castillo medieval, monasterios, criptas y dimensiones paralelas, con el fin de desentrañar el misterio de una maldición familiar. El miedo surge de la narración y de la estupenda ambientación presente en todos sus escenarios. En su momento, la calidad gráfica era excelente y es muy apreciable cuando jugamos en un equipo moderno. Los efectos de sonido y la banda sonora construyen un opresivo espacio onírico, siendo muy recomendable jugar con auriculares.
Si prestamos atención y dedicamos tiempo a leer los documentos esparcidos por los escenarios, descubriremos un relato adictivo con un desenlace que no agradará a todos los jugadores. Este prologa una segunda parte que nunca llegó a desarrollarse, por lo que el final es ambiguo y abrupto. Sin embargo, esta clase de conclusión es habitual en las narrativas del género y no menoscaba el argumento.
Apartado de las corrientes jugables actuales dentro del género de terror, Undying te proporcionará unas cuantas noches de insano entretenimiento en un buen juego de horror y acción
Nunca llegué a jugarlo pero es uno de esos FPS con personalidad, dotado además con un divertido sentido del humor aún siendo un juego de terror. Afortunadamente parece haber aguantado bien el paso de los años y sus virtudes, como la narrativa y su estética gótica, lo hacen atrayente en pleno 2020. En algunos momentos me recuerda a Time Splitters 2.
A mí este juego me parece muy bueno, incluso para jugarlo en la actualidad. El otro juego de Barker, Jericho, aun teniendo unos gráficos espectaculares, no llegó a engancharme como este.
Yo tampoco llegué a jugarlo, pero me parece un título más que interesante aún siendo un género que no está entre mis favoritos. Aún así lo añado a mi lista de pendientes. La imagen de Hellraiser me sigue dando escalofríos de verdad, es icónica como ninguna dentro del género de terror.
Los pelis de Hellraiser estaban muy conseguidas en la época. Ahora vemos el plástico, pero tuve pesadillas con Pinhead en más de una ocasión con tan solo ver la carátula en el videoclub.
Por como nos lo has contado Belmont me ha parecido una mezcla entre Eternal Darkness, Shadowman y RE7. Y son tres juegazos que me encantan así que este seguro que me gustaba.
Tienes toda la razón en que puede que, por capacidades técnicas, ahora estos juegos no infundan mucho terror pero en su momento conseguían ponernos los pelos de punta con su narrativa. Recuerdo como RE2 consiguió hacerme tener pesadillas en su momento y ahora veo los gráficos de PSX y digo «Pero… ¿cómo?». Pues por la atmósfera del propio juego, como seguro le ocurre a este.
¡Una entrada genial, amigo!
Gracias, Ruryk.
Shadowman es uno de mis juegos favoritos en N64. La Catredal del Dolor daba miedo, de verdad. Además es bastante difícil. El Eternal Darkness lo tengo pendiente desde hace años, tengo que ponerme con él.
Este Undying es acción pura y dura, más cercano a los primeros Doom, pero con conjuros además de armas.