Siempre resulta agradable encontrarte con una película que sorprende. En ocasiones, basta únicamente con un registro diferente al que nos tiene acostumbrado un actor, como en este caso es Adam Sandler. Si a esto sumas que la ciencia ficción es uno de tus géneros, logras una satisfacción doble.
Quizá por este motivo podríamos recomendarte que no leyeras ninguna sinopsis sobre esta película, ni siquiera una breve reseña como esta. De esta forma experimentarás el efecto sorpresa plenamente.
Tras seis meses embarcado en una importante misión espacial, un astronauta intenta salvar su matrimonio con la ayuda de un misterioso polizón que encuentra en el interior de su nave. Este inesperado tripulante es una araña gigante con la que el protagonista mantiene conversaciones reflexivas mientras se aproxima al objetivo de su misión.
A priori, esta síntesis resulta peculiar (aunque cosas más extrañas hemos visto). El astronauta puede antojarse como un cinta demasiado introspectiva para algunos. Del mismo modo, puede que no sea la típica peli de ciencia ficción que espera la mayoría. De hecho, podría resultar demasiado superficial en este aspecto para otros. Sin embargo, también resulta diferente, entrañable y ambiciosa a ratos. Posiblemente no logre destacar como un peliculón pero revela una bonita historia capaz de hacernos reflexionar sobre la soledad, el egoísmo, el arrepentimiento y el amor.
Finalmente, la interpretación de Adam Sander nos ha gustado y de forma paralela nos plantea la cuestión sobre el origen de su misterioso compañero de viaje. ¿La araña es real o se trata de un reflejo de su propia conciencia?.