Sobrevivir es la victoria
El cine bélico siempre nos ha tenido acostumbrados a un modelo de película muy bien definido: «estos son los buenos, aquí están los malos y esta fue la batalla»
Casi siempre reflejan conflictos reales y sucesos históricos bajo la visión personal de cada director. En ocasiones, éstos siguen un rigor histórico absoluto y otras sorprenden con una visión original y un estilo menos habitual, incluso decepcionante en otros casos.
Durante los últimos años hemos asistido a una evolución dentro del género, pudiendo visualizar películas que ofrecen perspectivas diferentes que toman como fuente de inspiración otras muchas caras de ese conflicto. Hechos menos conocidos y no por ello menos importantes pues a menudo también resultaron clave para el desenlace de una guerra. Sin embargo todas estas películas coinciden en algo y es en las historias de los soldados anónimos que protagonizaron aquellas guerras.
Dunkerque es la nueva aportación de Cristopher Nolan al género, una película que muestra otro de los muchos dramáticos sucesos de la II Guerra Mundial donde cientos miles de británicos y tropas francesas quedaron rodeados en 1940 por las fuerzas enemigas en Dunkerque, Francia. Atrapados en la playa con el mar a sus espaldas, estos soldados se enfrentaron a una situación muy complicada mientras aguardaban su evacuación.
Nolan no se recrea en la crudeza de los campos de batalla de la misma forma que otros grandes clásicos del cine actual, plasma la visión de aquel acontecimiento de una forma más elegante y «limpia», con su particular estilo y sin mancharse el uniforme. Busca la emoción del espectador no a través de escenas repletas de casquería y violencia brutal, apuesta por una bella fotografía, la tensión y la estupenda banda sonora del siempre efectivo Hans Zimmer que acompaña algunas escenas realmente vibrantes y en ocasiones sorprendentes, pero que perfectamente pudieron darse en la locura de esa guerra.
Nos gustaría destacar para los amantes del tema bélico los momentos que se centran en las batallas aéreas, sobre todo las secuencias dentro de los Supermarine Spitfire y el sonido aterrador de la sirena de los Stuka alemanes cuando atacan en picado. Inevitablemente me recordaron a las vistas que ofrece el fabuloso Birds of Steel. También llama la atención que durante toda la cinta en ningún momento se ve a los enemigos en persona, salvo los cazas y bombarderos alemanes y un par de soldados desenfocados justamente en la secuencia final.
Dunkerque, pretende ser una película más profunda y sutil a la hora de querer despertar emociones de otra forma, quizá un poco en la línea de La Delgada Línea Roja (valga la redundancia) pero sin caer en sus reflexiones profundas ni en esos planos tan continuados. Es una película recomendable por su aportación histórica a la hora de recrear aquel dramático episodio y el interesante hacer de su director a la hora de llevarlo a cabo. Para los amantes más férreos del género quizá pueda antojarse algo ligera de plomo y barro.
