Cine y videojuegos, actualmente la línea que separa a estas dos formas de arte consigue difuminarse gracias a algunas de las obras que disfrutamos a través de nuestros mandos. Este hecho, es un gran logro reciente y hasta hace unos años los videojuegos siempre estaban a la sombra del cine. La calidad de sus guiones y su apartado gráfico no podían competir con las historias y las imágenes de la gran pantalla. La industria del cine ha buscado aprovecharse del éxito de algunos videojuegos con algunas adaptaciones pero en la mayoría de los casos, por no decir todos, el resultado no ha sido demasiado bueno.

Pero ahora las tornas han cambiado y con el avance que hemos experimentado en nuestra industria un buen videojuego puede competir, incluso superar, a una película. Personajes propios, originales, creíbles, imágenes cada vez más cercanas a la realidad, guiones contundentes, bien construidos y acompañados por impecables bandas sonoras. Los amantes del videojuego también aman el cine pero tienen muy presente la diferencia entre ambos, detalle que no inferioriza a uno respecto al otro pero sí que marca su disimilitud. Mientras que en el cine la persona únicamente actúa como un mero espectador, en los videojuegos nosotros somos los protagonistas, dirigimos esa historia, actuando en función de nuestra personalidad y sentimientos, y aunque suelen ser historias guiadas y prefijadas, el jugador puede decidir y es el que va escalando la historia con su interacción. Esta «libertad» va siendo cada vez más amplia y ahora incluso el argumento, los sucesos y el desenlace de un videojuego pueden variar en función de nuestras decisiones. Esta podría ser la gran diferencia entre una buena película y un buen videojuego.

Elysium ha sido una de las últimas películas que hemos visto en el cine y mientras disfrutábamos de sus excelentes efectos especiales y de su historia de ciencia ficción, que no es nada del otro mundo, por primera vez experimenté la sensación de que una película se parecía a un videojuego y no viceversa. Como decía anteriormente los videojuegos siempre han emulado al cine y a infinidad de sus personajes, pero con la nueva película de Matt Damon ha sido justo lo contrario.

Mientras iba descubriendo su historia, su puesta en escena futurista, su protagonista principal, el clásico personaje con una debilidad que intenta derrocar a un sistema social cruel y elitista, para lo cual tendrá que acabar con el típico adversario para lograr su objetivo, me venían a la cabeza varios videojuegos. Desde el dilema social que plantean en su argumento obras como Deus Ex: Human Revolution, pasando por la tecnología y los vehículos que podemos ver en Halo, Crysis o Dead Space. Una de las cosas que más me llamó la atención es el armamento que aparece en la película, unas herramientas de destrucción prácticamente idénticas a las que hemos empuñado en multitud de videojuegos (ojo al AK-47 modificado) Quién no recuerda las poderosas armas futuristas de Turok, Unreal y Quake.Y es que hasta el adversario principal de Damon en Elysium evoca más al típico enemigo de videojuego que al clásico malo de película.

Neil Blomkamp, director de Elysium y Distrito 9, una película que por cierto también me gustó, fue el encargado de dirigir una serie de cortometrajes de la serie Halo y apuesto el cuello a que en su tiempo libre también aplasta sofá y machaca mando al igual que muchos de nosotros. El cine ha experimentado un cambio, actualmente es difícil encontrarte con una película decente, todo hay que decirlo, y en los videojuegos es justo lo contrario, hay tantos títulos buenos con grandes presupuestos a sus espaldas que sería demasiado arrogante no reconocer que algunos de estos juegos y sagas de éxito están teniendo influencia en la industria del cine y en sus directores, sobre todo en los más jóvenes.

Desde BornToPlay os recomendamos esta película y pensamos que aquellos que todavía no hayan decidido qué ir a ver este verano, Elysium nos parece una de las mejores alternativas. Si ya la habéis visto, os animamos a que nos comentéis qué os ha parecido.