Ahora que muchos de vosotros habéis catado la obra de Arkane Studios, es un buen momento para preguntar e intercambiar opiniones. Aquellos que lo habéis jugado, ¿qué os ha parecido?, ¿ha cumplido vuestras expectativas?  Ahora que por fin lo hemos jugado a fondo sí sería un buen momento para comentar y entrar a compararlo con Half Life 2 y Bioshock. ¿Está a su misma altura? Este cara a cara no busca entrar al máximo destripe de cada uno de los apartados de los tres juegos, ya que poseen una más que aceptable ambientación, un diseño de calidad y otros elementos de importancia dentro de esta clase de juegos, como los efectos y la I.A enemiga, que resultan correctas en las tres aventuras. Cuando pase el tiempo ¿serán recordadas igual por los jugadores, o alguna perderá un poco de intensidad?

Dishonored es un gran juego, ¿pero alcanza el grado de maestría de los títulos de Irrational Games y de Valve? En ocasiones es complicado aventurarse en este tipo de comparaciones, pero además de ser odiosas, las comparativas son un poco más sencillas de hacer cuando ya has probado y exprimido a base de bien a sus rivales directos. Dos auténticos referentes dentro de esa clase de FPS más profundo y rico. Los tres son FPS/aventuras, comparten un estilo semejante, pero cada uno destaca en algo que los otros dos no tienen, y por supuesto también comparten ciertos elementos.

El universo de Gordon Freeman quizá sea el que consigue un mayor grado de inmersión para el jugador. Su guión y el escenario donde se desarrolla, entre medias del realismo y de la ciencia ficción, se funden en unos tiroteos y unas situaciones cinematográficas, secundadas por unos excelentes efectos y detalles, logrando intimar de una manera más profunda, dejando una huella más duradera en el jugador y posiblemente en la historia del videojuego. Half Life 2 posee un control exquisito, al igual que Bioshock y Dishonored, pero su jugabilidad es más limitada, sale peor parado en cuanto a riqueza y posibilidades. Su control es más el de un FPS corriente si lo comparamos con el abanico de poderes que ofrecen los otros dos juegos. La obra de Valve tiene unos añitos encima, pero su apartado técnico envejece muy bien, con unos escenarios bellos, amplios y muy variados.

La primera vez que nos sumergimos en Rapture, después de nadar entre los restos del avión en el que viajábamos y llegamos hasta ese faro, para después sumergirnos en una batisfera hasta el corazón de la ciudad sumergida, ese es uno de los momentos más espectaculares y sorprendentes que ha dado esta generación. El comienzo de un viaje hacia lo desconocido que podría calificarse con muchos adjetivos positivos, pero el primero de ellos seguramente sería: espectacular. La obra de Irrational Games es un juego poderoso en casi todos sus aspectos, contundente a nivel técnico. Su ritmo de juego es mucho más frenético, con unos tiroteos salvajes y a quemarropa. Esa sensación de que cada vez vamos siendo más poderosos es realmente genial. Se atreve a flirtear ligeramente con la ética, ¿cosechas o no cosechas a las niñas? De esa sencilla decisión dependerá descubrir un final u otro cuando nos acercamos al ocaso de la aventura. Mientras, recorremos unos escenarios  generalmente largos y muy bellos, pero pasilleros, y en ocasiones un poco claustrofóbicos. Una sensación ligeramente constante, dado que en todo momento nos encontramos bajo el mar.

Las calles de Dunwall podrían pasar por antepasadas victorianas de la no tan futurista Ciudad 17. El reciente título del estudio francés Arkane, estaba y continúa en el punto de mira crítico de muchos amantes del género, no tanto de la muchas veces condicionada crítica profesional. Sus creadores sabían lo que hacían, seguramente fueron muy conscientes de esto cuando se pusieron manos a la obra con Dishonored, que no puede negar ciertas influencias. Los desarrolladores han sabido hacerlo bien, parecen haber tenido en cuenta que superar las virtudes más importantes de estos dos juegos iba a ser algo difícil, pero tampoco querían caer en la vulgaridad y la simpleza de la imitación, decidiendo apostar por algo de lo que carecían sus oponentes. La infiltración. Centrar la jugabilidad en el sigilo subjetivo, pero además potenciarlo con flexibilidad e improvisación dentro del escenario y en su guión. Aparentemente conscientes también de que no iban alcanzar un apartado técnico muy superior, más bien aceptable, buscaron compensarlo con un buen diseño, dejando la imagen de la puesta en escena en muy buenas manos, y ofreciendo al jugador una sensación muy reconfortante y poco valorada. Infiltrarte en un amplio nivel, pasar desapercibido, asestar un golpe certero y desaparecer sin ser visto. Este es el punto fuerte de este videojuego y lo que le permite mirar y estar, con respeto, junto a estos dos grandes juegos con los que se le ha comparado desde sus comienzos.

Dejando a un lado las efectivas habilidades de Corvo Attano, el arsenal disponible es bastante escaso comparado con el amplio catálogo de herramientas de muerte que ofrecen HL 2 y Bioshock. Esta escasez la pasamos un poco por algo gracias al estupendo sistema de combate cuerpo a cuerpo, que hace que los duelos con espadas sean muy emocionantes, y esas técnicas de remate que logran endulzarnos esa carencia de armamento. También es justo decir que las ya citadas habilidades de nuestro protagonista son demasiado efectivas contra los guardias y las situaciones, siempre tenemos la sensación de actuar con ventaja, al menos en los niveles con una dificultad normal. Esto puede jugar en nuestra contra porque si avanzamos durante la aventura sin detenernos a explorar, ni completamos las tareas secundarias el juego de Arkane puede resultar bastante más corto que los otros dos.

Echando un vistazo rápido pero certero, estos son algunos de los aspectos importantes en los que podrían diferenciarse y destacarse estos títulos. FPS’s originales, que saben alzarse con bastante clase sobre el resto, y compartiendo ciertas características. Por ejemplo sus personajes, pertenecen a esa clase de protagonista mudo, señores del silencio que no nos deleitan con el placer de su voces y en el caso de Bioshock, si no recuerdo mal, nos priva incluso de su imagen. Dicen los entendidos, que esta técnica sirve para que el jugador se sienta más representado con el protagonista, para que nosotros encarnemos a ese héroe de una manera aún más subjetiva. Algunos lo tachan como vaguería por parte de los programadores, otros califican al protagonista de insípido y otros jugadores se muestran encantados con esta técnica. Lo cierto es que su uso se ha extendido cada vez más.

Las tres aventuras prescinden de un modo multijugador, son de esa clase de videojuegos pensados para disfrutarse en solitario, volcados al 100% con la historia principal. Rara es la vez que no piensas en ellos y dices «volvería a pasármelo de nuevo» sin importar todas las veces que lo hayas hecho antes.

Resumiendo, son tres grandes juegos, se encuentran en lo más alto del género pero desde mi humilde opinión y si hubiera que establecer un podio, el primer puesto sería para HL 2, en segundo lugar estaría Bioshock y en tercer lugar estaría nuestro querido Dishonored. Tal vez esta comparativa y estos posicionamientos susciten algún desacuerdo o incomprensión, pero esto no es un medio profesional, es una opinión libre y personal de un jugador. Intento al mismo tiempo ser objetivo, algo que en ocasiones no resulta sencillo, así que os invito a que vosotros también plasméis vuestras opiniones, sobre todo si sóis amantes del género.