Dime a qué juegas y te diré quién eres. Escoger una saga u otra podría decir mucho sobre ti, el tipo de jugador que eres, tus gustos y el tipo de experiencias que buscas. Nuestro catálogo personal de juegos, nuestras preferencias, nuestra Id o Gamertag y nuestra estantería de favoritos nos delata, actuando como una tarjeta de presentación que nos identifica como jugadores.

A pesar de ser juegos parecidos, Call of Duty y Battlefield son diferentes, al igual que todos los jugadores que componen sus enormes comunidades online. ¿Y tú? ¿a qué juegas? ¿Lo tuyo es el trabajo en equipo y disfrutas con cierto realismo en los FPS’s, o más bien perteneces a esa clase de jugadores que solamente quieren disparar y aniquilar a un ritmo frenético?

CALL OF DUTY

(Por Mingonegro)

Bueno ya hemos hablado de las dos principales sagas, ha llegado el momento de ponerlas cara a cara a ver quien se lleva el gato al agua. Voy a hacer la defensa de esta mítica saga con el cuchillo entre los dientes, porque si hay algo que enseñan las campañas de COD es a morir guerreando.

Seguro que estaréis hartos de leer año tras año críticas a la saga, que sí esto es una mierda, que sí es más de lo mismo… entonces ¿por qué coño bate récord de ventas año tras año? Simple, porque ofrece una experiencia brutal. Acción frenética, muertes a mansalva, bombardeos, perros de presa y hasta una puñetera bomba nuclear.

¿Quién quiere cooperar con una panda de guiris patosos? Siéntete como el mismísimo John Rambo o el Dios Chuck Norris y pásate por la piedra a todo el equipo contrario sin despeinarte. ¿Quieres ganar partidas? Con esta franquicia no hay excusas para llorones, «es que mi equipo va a su bola, es que juego con guiris buah buah buah», este es un juego para crear auténticas máquinas de matar, consigue un ratio en condiciones, deja de ser un noob y ganarás partidas. ¿Qué se conectan tus colegas y quieres echar unas risas? No hay nada mejor que un todos contra todos y pegarles una buena patada en el culo, o si prefieres no humillarlos públicamente podéis hacer una masacre zombie en equipo, la decisión es vuestra.

¿Quién necesita gráficos de última generación para pasarlo bien? La chicha del juego no es quedarte viendo explosiones ni» el sistema de partículas del polvo levantado por la granada»… ¿pero de qué me está hablando ese tío? Trae un AK 47 y verás lo que es bueno. En fin, ya sabes si lo que quieres es acción pura y dura, sin lloriqueos ni gilipolleces no lo dudes, CALL OF DUTY, si es que hasta el nombre recuerda a las pelis de Stallone joder.

BATTLEFIELD

(por Rubio)

Llega un momento en la vida de todo jugador, en el que hay que evolucionar, buscar nuevas experiencias, una mayor profundidad en aquello que jugamos y dentro del género FPS esto no es una excepción. A medida que un jugador va adquiriendo experiencia y madurez, tanto en el terreno de su persona, como en su perfil de gamer, es lógico que empiece a buscar nuevas experiencias que vayan un poco más allá de pegar tiros a todo lo que se mueve. Al final este tipo de propuestas se basan en lo mismo, disparar a todo lo que se nos cruza en la pantalla, eliminar al equipo contrario, conquistar unos objetivos, etc. Pero lo que cuenta y lo que nos enriquece es cómo lo hacemos y es ahí donde puede marcarse la diferencia.

Battlefield y Call of Duty son observados como dos grandes opciones a la hora de elegir una experiencia bélica multijugador. Mismo género, temática parecida, pero planteamientos diferentes. Cada jugador escoge la que más le gusta claro está, pero CoD parece una saga ideal para aquellos jugadores más jóvenes o aquel perfil de jugador más arcade, incluso casual que busca experiencias rápidas, directas y sin complicaciones. La saga Battlefield podría observarse como una propuesta un poco más compleja, orientada a un tipo de jugador más maduro, alguien que busca cierto sentido a esa tormenta de balas que se desata todos los días en nuestro cuarto de estar.

El campo de batalla que ofrece esta saga busca un mayor realismo, algo que los jugadores veteranos, los amantes más sibaritas del género y el tema bélico en general, sabemos valorar. El tamaño y las posibilidades de sus mapas, la destrucción dinámica de los edificios, la calidad general de todos sus efectos, ese ligero toque de simulación con detalles tan interesantes como la caída de nuestras bala en los disparos lejanos y esa sensación de formar parte de un pequeño ejército, donde nuestra especialidad y nuestra habilidad pueden ser de suma importancia para el equipo, logra una capacidad de inmersión que pocos títulos consiguen.

En BF si eliges ser un francotirador debes comportarte como tal, si eres médico tendrás que ayudar a tus compañeros caídos, los ingenieros reparan los vehículos y ayudan a destruir los del enemigo, mientras que los compañeros de asalto actúan como infantería de choque y nos suministran munición. Todo esto mientras otro compañero nos brinda apoyo aéreo desde un helicóptero, un tanque enemigo nos dispara desde la lejanía y un rápido quad se cuela tras la filas enemigas. La emoción se dispara con estas situaciones.

Cada miembro de nuestro bando tiene una función, un deber y un compromiso pero se comparte un mismo objetivo, arrimar el hombro para ganar. Los grandes valores que se inculcan en los ejércitos reales y en todas esas películas bélicas que tanto nos gustan, son inyectados en esta saga, invitándonos a recrearlos y sentirlos. Pero si de verdad quieres experimentar rápidamente la diferencia que ofrece Battlefield, saborearla, eso es fácil. Coge un rifle, cualquiera, apunta a un edificio lejano, segundo piso, ventana derecha. Un enemigo despistado vigila uno de los objetivos a conquistar. Estudias la distancia, calculas la caída de la bala, levantas la mira y disparas. Ese enemigo abatido vale mil veces más que cualquier racha de muertes de CoD.