Todo gran imperio tiene un comienzo y al igual que Roma modeló el mundo que hoy conocemos, hay títulos que hicieron lo propio con los videojuegos de gestión y estrategia. Caesar III es uno de ellos. Los juegos de construcción/gestión de ciudades no serían hoy lo que son sin este título, un juego hecho con mucho amor en una época en la que este género estaba en completo auge. Gracias al esfuerzo y dedicación de sus creadores disfrutamos de una obra que aún perdura en el tiempo, como claro ejemplo de una época dorada que por desgracia posiblemente no volverá a repetirse.

Su propuesta nos mete de lleno en el auge y expansión de Roma convirtiéndonos en uno de sus gobernadores, y como tal, con nuestra provincia tenemos que contribuir para extender la gloria del imperio construyendo ciudades y fomentando el comercio. Tenemos que participar en la vida social, económica y cultural de la época. Una civilización compleja pero fascinante al mismo tiempo.

La evolución de tu provincia depende de tu habilidad como constructor, todo tiene un por qué y la ubicación de nuestros edificios es un factor fundamental para que los ciudadanos tengan acceso a todos los servicios como mercados, templos, fuentes, baños o espectáculos entre otros. No solo tu intuición bastará, la interacción con tus moradores es fundamental y te lo harán saber con sus comentarios, los cuales están totalmente en castellano, sin duda un detalle que era de agradecer en su momento.

Uno de los aspectos mas importantes de la civilización Romana era la religión y en este juego queda bien plasmado. La construcción de templos y la celebración de festivales en honor a los dioses es fundamental para aplacar su ira, ya que pueden destruir nuestros graneros, hundir nuestra flota o provocar revueltas sociales.

La variedad de alimentos junto con los graneros, almacenes y diversas materias primas como la madera, hierro o arcilla hacen que tengamos variedad de artículos como muebles o cerámica, necesarios para que las casas evolucionen a villas Romanas y así poder cobrar más impuestos, junto al comercio con otras ciudades conseguimos que nuestras arcas estén rebosantes y de este modo invertir en ornamentación para que nuestra ciudad destaque entre las demás urbes que componen el imperio.

Pan y circo, al igual que la religión, la diversión no es menos importante y los coliseum e hipódromos junto con los teatros hacen que los plebeyos nos idolatren como a un dios. Una población aburrida es una población peligrosa y esto genera robos y revueltas. La seguridad queda patente con nuestros ejércitos, murallas y torres de vigilancia ya que otros quieren nuestro territorio, el cual defendemos con la ayuda de Marte hasta el último aliento de nuestras tropas.

Caesar III está muy bien hecho y una muestra de ello es que desde su salida en 1998 sigue siendo un ejemplo de como plasmar todo el esplendor de una de las civilizaciones más extraordinaria que ha existido en un videojuego, una entrega que ni siquiera su predecesor Caesar IV con su avanzada tecnología 3D pudo superar. A veces en la vida, la única forma de avanzar es retroceder y mirar hacia atrás para revisar obras como esta. Aunque su mecánica resulte sencilla lo disfrutas enormemente, más que otros juegos actuales mucho más complejos. A veces parece que si no complican las cosas no podemos tener un producto de calidad o una experiencia completa. Nada de eso, a veces simplificar es la solución y por ello este titulo no debe ni puede caer en el olvido. Ave César, los que van a construir te saludan.