Repara ya ese aumento
Otro verano que despedimos jugando con Adam Jensen y de nuevo puedo decir que ha sido una experiencia grata, y lo ha sido porque este nuevo Deus Ex es ante todo un juego continuista en casi todos sus aspectos, tanto en lo bueno como en lo malo, y dado los tiempos que corren esta postura que antaño podía contemplarse como algo negativo hoy en día puede ser, además, sinónimo de cierta garantía.
Año 2029, las tensiones entre «aumens» y «naturales» han conseguido sobrepasar el límite a raíz de un incidente donde un loco intentó dar una lección al mundo enviando a millones de personas mecánicamente aumentadas a matar de manera frenética a la población. Los extremistas de ambos bandos usan la violencia para hacerse oír, la venta de armas y aumentos en el mercado negro alcanza unas cotas sin precedentes y mientras tanto las Naciones Unidas debaten medidas extremas para acabar con la división social. Dentro de todo este caos, el bueno de Adam Jensen, el último agente anti-terrorista aumentado recientemente incorporado a la Interpol, luchará para revelar toda la verdad.
Siendo francos desde el principio y centrándonos primero en el aspecto negativo, Deus Ex Mankind Divided no aporta demasiado respecto a su entrega anterior y tampoco hace por mejorar allí donde debería. Los dos principales puntos flacos de su predecesor los encontrábamos en un control poco pulido cuando nos adentrábamos en el sendero de la acción y unos enfrentamientos contra jefes finales mal ejecutados. Pues bien, nada de esto ha cambiado, de hecho, en el caso de los final bosses la solución ha sido suprimir directamente estos momentos. Un detalle que por supuesto no nos ha gustado pues era algo que nos debían y claramente sus creadores han desaprovechado la oportunidad de redimirse para evitar complicaciones, o al menos eso es lo que parece.
Al igual que Human Revolution, Mankind Divided está pensado para jugarse de forma sigilosa, la faceta donde el juego sabe desenvolverse con más acierto. Sin embargo si las cosas se complican y decidimos liarnos a tiros una vez más sale a relucir un control peor adaptado a este tipo de situaciones, ligeros fallos en el sistema de coberturas y una IA enemiga un tanto mejorable.
Aunque lamentamos que no se hayan mejorado estos defectos, Mankind Divided sigue siendo igual de bueno allí donde destacaba Human Revolution. La historia es interesante y está bien resuelta, el trabajo de ambientación y estética es genial, al igual que el apartado sonoro, juntos contribuyen de forma positiva dentro de una experiencia inmersiva que no requiere para entretener de un apartado técnico exuberante, ni de un enorme mundo abierto dotado con una apabullante lista de misiones o tareas secundarias, en ocasiones innecesarias.
Su ritmo es variado, profundo y ofrece esa divertida fórmula que mezcla sigilo y acción con breves pero agradecidos momentos de gestión en nuestro inventario. Los escenarios son limitados pero al mismo tiempo amplios y con posibilidades, permitiendo buenos momentos para la exploración, el pirateo y el saqueo. Su trabajado diseño, tanto a nivel visual como interactuable, ofrece alternativas y diferentes caminos a la hora de infiltrarnos. Encarando el juego desde esta perspectiva, colándonos siempre y en silencio por la puerta de atrás, es cuando el juego muestra sus mejores cartas.
La libertad de elección en ciertos momentos de la historia y su aspecto narrativo ciertamente vuelven a ser aspectos destacables pero en esta ocasión el final no ha sido tan acertado, revelándose de forma un tanto brusca y con más rigidez, otro detalle que tampoco nos ha gustado junto al ya citado asunto de los jefes finales, sentimos que se nos han restado ingredientes de una fórmula que ya teníamos y que por supuesto esperábamos.
La principal novedad es la introducción del Modo Breach, una opción que nos permite acceder a una serie de minijuegos que hacen uso de las mecánicas del juego principal. Sinceramente nos ha parecido una opción entretenida sin más, una curiosidad que desde luego no puede compararse al hecho de volver a empezar una agradecida Nueva Partida +. Una modalidad que tranquilamente podrían haberse ahorrado para emplear ese preciado tiempo en intentar solucionar aquellos aspectos que no terminan de funcionar correctamente.
=Conclusión=
Una vez que se pone en marcha toda la maquinaria de elementos que componen este Deus Ex, los fallos individuales de cada pieza se asimilan mejor y todo su entramado genera una experiencia divertida y entretenida. Es un título que gana puntos planteado desde el sigilo, aplicando esta forma de jugar disfrutaremos mucho más y es cuando el juego de verdad muestra sus posibilidades gracias a la combinación de los aumentos, las acciones calculadas, la personalización y las oportunidades que ofrecen los escenarios, todo ello situado en un ambiente muy conseguido.
Es una realidad que esta nueva aventura no aporta nada, salvo pequeños aspectos en la personalización de las armas sin necesidad de acceder al menú, el movimiento entre coberturas y algunos aumentos nuevos, además del modo Breach. Sin embargo tampoco ha hecho por mejorar aspectos que sinceramente esperábamos iba a corregir y es una pena porque sin innovar y sin pulir defectos anteriores nuestra nota final se resiente un poco pero debemos ser justos. Deus Ex: Mankind Divided tiene cosas buenas que merecen ser disfrutadas de nuevo pero también errores que ya deberían estar solventados.
=Puntos fuertes=
- Historia, ambientación y apartado sonoro, aspectos muy cuidados
- El uso de aumentos en cada situación, su evolución, variedad y gestión aplicadas al sigilo y en los escenarios, una experiencia divertida y gratificante
- Es rejugable y la posibilidad de comenzar una nueva partida en cualquier nivel de dificultad con los aumentos de la primera vuelta es una opción que contribuye a la vida del juego
=Se podría haber mejorado=
- No aporta nada nuevo y no mejora sus defectos
- En BornToPlay adoramos los videojuegos de infiltración y sigilo por su carácter realista y exigente. Deus Ex no lo hace mal y centra su experiencia en dicho arte por eso debería profundizar un poco más en ello para potenciar y mejorar esa faceta principal
Deus Ex: Mankind Divided tiene cosas buenas que merecen ser disfrutadas de nuevo pero también errores que ya deberían estar solventados
Versión analizada: PlayStation 4
Muy buen análisis, intentando ser lo más justo y objetivo posible, ¡algo de agradecer! No se porqué el deus ex human revolution no me terminó de gustar, quizás ese control, el hecho de que gastaba energía dejar inconsciente… No lo sé pero veo que este juego tardaré en catarlo, eso sí, me hice con los deus ex antiguos que pienso probar jeje
Me ha gustado porque adoro el sigilo. Es un juego entretenido. Pero para mí, el principal defecto de este juego es lo fácil que resulta. Adam es excesivamente poderoso y tiene demasiadas ventajas en forma de aumentos para el sigilo. Abundan los recursos, como las biocélulas, y hay varias formas de conseguirlos.
Hacerse invisible en un juego de sigilo no es de recibo. Esto no es el octocamo de Guns of The Patriots.
Lo bueno, sin llegar a las cotas del Phantom Pain (para un humilde servidor, el techo en ese sentido), que ofrece «cierta» libertad para lograr objetivos, y entrecomillo lo de cierta porque, en el 80% de los casos, las alternativas son demasiado obvias. Solo en algunas misiones secundarias que hice en la partida + encontré cierta complejidad para acceder a algún sitio o para dar con alguien.
Buena reseña.
Saludos!!
Estoy de acuerdo, la infiltración podría ser más profunda, algo que podrían mejorar con aparente facilidad teniendo en cuenta que las parcelas de acción del juego son pequeñas si las comparamos con juegos de mundo abierto. Respecto al poder de Adam; es cierto que tiene ventaja pero es que es un aumentado y eso ¡tiene que notarse! El problema es que la IA de los enemigos no es de lo mejor precisamente y ese poder se acentúa todavía más.
Lo peor es que puedes pasarte el juego casi sin usar aumentos. Son más un florero que una necesidad. El problema del sigilo, más que la IA, que como bien decís tampoco es que sea la polla ni mucho menos, son los patrones tan primitivos que tienen los enemigos. Si a esto le sumamos que los recursos abundan, superar las fases se vuelve demasiado poco exigente. Esto podía haberse evitado con medidas tan simples como limitar las piezas de fabricación, la munición, las biocélulas y el dinero, así como colocando un par de centinelas más por fase, para rematar con un buen ramillete de jefazos de estos que te hacen sudar sangre.
Aún así, como bien dice el análisis, con el cual coincido, la experiencia en su conjunto es buena. Pero si se compara con el referente en lo suyo, el Phantom Pain, es un juego bastante pobre. Y si se compara con otro juego similar, en el que el protagonista tiene los gadjets por castigo como el último Batman, pues le pasa un poco lo mismo.
Y eso sin contar que hay cosas del juego que están cogidas con pinzas. No tiene ningún sentido, por ejemplo, que necesites energía para soltar una simple hostia, pero sí puedas dar saltos de 4 metros, engancharte a un saliente, y hacer una dominada para terminar subiendo a algún sitio.
Por cierto señores. Echo en falta, como mínimo, que denunciéis la política de DLCs de este juego como habéis hecho con las políticas de lanzamiento de otros títulos. Ni dos meses lleva en el mercado y ya tenemos el primero a 12 pavos, con dos cojones.