Isaac, soy yo, Ojalá pudiera hablar contigo. Lo siento…
Muchos recordamos la grata sorpresa que nos deparaba Visceral Games en 2008 con su nuevo proyecto, un título del que hasta entonces nadie había escuchado hablar. Como dicen los entendidos con su jerga, el sleeper de aquel año. Llegaba a nosotros Dead Space, un Third person shooter diferente que se atrevía a resucitar el concepto del Survival horror, brindándonos posiblemente uno de los videojuegos más notables que ha dado esta generación.
El incidente del Ishimura hizo que Isaac Clarke tuviera que enfrentarse a muchos peligros, presenció cosas horribles y lo que es peor, también perdió a su novia Nicole. Aquella experiencia y el contacto con un artefacto alienígena conocido como la Efigie lo dejaron fuertemente marcado, provocando su internamiento en un pabellón psiquiátrico de la Estación Titán tres años después, de donde consiguió escapar cuando la amenaza de los necromorfos volvió a cernirse sobre el. Todos esos sucesos contados a través de dos videojuegos, generaron un éxito notable a esta joven y prometedora historia, pero dentro de un panorama actual donde el mundo videojuego evoluciona, convertido ya en un mercado y un entretenimiento de masas, este Dead Space 3 es fiel reflejo de esa evolución y ese cambio que se está produciendo en el videojuego. Este podría ser seguramente el motivo por el que esta tercera entrega tiene más acción que nunca y menos sabor a Dead Space que cualquiera de los dos juegos anteriores.
Dead Space 3 comienza en el destartalado y futurista apartamento de nuestro protagonista, con una cinemática que muestra a un Isaac cabreado con su suerte. Pero como viene siendo habitual últimamente en su vida, las cosas van a complicarse de nuevo. Pronto se verá envuelto en una nueva cruzada contra otra efigie, acorralado por un nuevo brote de necromorfos y asediado por los uniólogos, fanáticos religiosos adoradores de efigies que ven a nuestro querido ingeniero como el anticristo de su religión, la Uniología. Esta nueva aventura llevará a Isaac hasta Tau Volantis, un planeta helado donde parece estar la clave para la destrucción de la temible amenaza.
Visceral Games ha querido cerrar su trilogía con el Dead Space más espectacular y cinematográfico, acorde con las tendencias más actuales y haciendo gala de todas esas escenas límite que tan de moda puso la serie Uncharted, una característica que comienza a ser cada vez más recurrida en la actualidad. La acción y las escenas intensas obtienen un mayor protagonismo frente a ese grado de tensión y ahogo que nos acercaba a una experiencia Survival horror, una de las señas de esta saga y que generaba unas sensaciones únicas en el jugador. Dead Space 3 mantiene las características y los aspectos que lo definieron como videojuego y esto volverá a atraer a todos sus seguidores pero no llega a sorprender ni logra el interés de los dos primeras entregas por varios motivos.
Se ha buscado ampliar el alcance del juego para llegar a más público, y esto se traduce en una espectacular aventura de acción con un ritmo más intenso y rápido, los seguidores de la saga irán recibiendo una de cal y otra de arena según van entrando en contacto con la aventura, después llegarán a la certera conclusión de que nos encontramos ante el Dead Space más vacío de la serie, cuyos principales atractivos son su apartado técnico, el gran desenlace final y su nuevo modo cooperativo.
Los motivos de esta pérdida de identidad e interés respecto a los dos juegos anteriores son bastante claros pero ese vacío también se debe a nuevas decisiones y planteamientos que han sido poco acertados, también por algunos momentos que parecen estar reciclados de las anteriores entregas, transmitiendo cierta sensación de repetición al vivir situaciones parecidas. Algunos podrían interpretarlo como una especie de homenaje a la serie pero sin duda no lo es.
A nivel gráfico, Visceral Games se ha esforzado dando un nuevo estrujón visual a su serie, ofreciéndonos unos escenarios exteriores de una gran calidad, sobre todo en la parte que transcurre en el planeta helado y en el diseño descomunal de algunos enemigos finales. Resulta curioso contemplar a Isaac andando entre la ventisca, dejando sus huellas en la nieve y avanzando por un entorno abierto. En este aspecto el juego nos regala algunas estampas realmente bellas, donde las puestas de sol, el relieve del planeta y unas enormes instalaciones decadentes muestran el alcance técnico de esta nueva entrega. El resto de niveles, pasillos, estancias, laboratorios, interior de naves e instalaciones en general mantienen el nivel que ya conocíamos.
En algumos momentos podemos observar pequeños bugs, de manera muy puntual eso si. Por ejemplo enemigos que se quedan atrapados en las paredes o fragmentos de cajas que se quedan pegados al cuerpo del personaje. Ocurre en contadas ocasiones pero hasta ahora nunca había presenciado este tipo de fallos en la serie.
El sonido en Dead Space siempre ha sido un gran protagonista, y a lo largo de todo esta historia contribuye de gran manera a favorecer esa atmósfera de tensión. En esta entrega sigue siendo igual de bueno, al igual que el gran trabajo de doblaje a nuestro idioma y las melodías que nos acompañan en cada situación, que en esta nueva entrega resultan brillantes.
Los controles de Isaac siguen siendo lo mismos y responden igual de bien, con el añadido innecesario de que ahora podemos agacharnos y rodar. Dos nuevas habilidades destinadas claramente a los tiroteos contra los enemigos que portan armas de fuego, pero realmente no son útiles para ese cometido, ni para otros. Este podría ser un buen momento para hablar de los chicos malos, los necromorfos inexplicablemente resultan más repetitivos de lo normal, no presenciamos la variedad de las entregas anteriores y además parecen peor diseñados. Sus movientos y ataques resultan rápidos y bruscos, tanto que a veces nos da la sensación de que estamos disparando a una cosa que simplemente se mueve muy rápido (ojo, no me refiero a esa variante que tiene dicha habilidad). La introducción de enemigos humanos y unos necromorfos capaces de disparar junto a otro que avanza hacia nosotros blandiendo una especie de hacha únicamente consiguen desentornar. Esto podría traducirse como un horrible guiño que hace Visceral a la nueva infantería zombi de Capcom. Innecesario totalmente, además de que los uniólogos muestran el mismo nivel de inteligencia que una bellota.
La presencia de gran cantidad de munición y botiquines, incluso en el nivel difícil, enfrentamientos que se producen rápidos y frenéticos, habituales, con una nueva sensación de que avanzamos para exterminar a unos necromorfos que se mueven más descontrolados que nunca. Si a esto añadimos la introducción de uniólogos incompetentes que nos atacan con armas de fuego y una variante de necromorfo capaz de levantar un fusil y dispararnos, junto a la posibilidad de agacharnos y rodar para «esquivar» las balas, es inevitable que la atmósfera del juego se perciba de una manera un tanto diferente a lo que habíamos vivido y conocido hasta ahora. La esencia Dead Space se ahoga y el interés sufre altibajos en esta nueva entrega. Por supuesto conserva algunas de sus virtudes únicas, sus típicos sobresaltos, momentos muy espectaculares gracias a nuevas acciones como el rapel, nuevos minipuzzles, manejo de torretas fijas, incluso se han introducidos unas misiones secundarias. Pero no consigue sorprender y esta doble personalidad puede actuar en detrimento de los seguidores de Dead Space.
Inexplicable también me ha parecido el cambio y la nueva gestión de recursos y mejoras en el banco de armas, algo que funcionaba perfectamente en los otros dos juegos. Ciertas cosas no deberían cambiarse si funcionan y como novedad disponemos de un banco rediseñado, donde eso si, es posible la creación de nuevos utensilios para generar muerte, siempre y cuando encontremos las piezas y materiales necesarias para ello, que podremos encontrar desperdigados por los niveles del juego. Un sistema de micropagos nos permitirá acceder rápidamente a los materiales que precisamos para su creación, sin necesidad de buscar las piezas necesarias a lo largo de los niveles. Me guardo mi opinión acerca de este detalle, ya que podrían saltar los detectores de palabras malsonantes de la película de Demolition Man y ahora no tengo ganas de ir al baño.
Otras de las novedades que encontramos es la posibilidad de activar un pequeño robot que busca objetos por los niveles de manera automática. También se ha prescindido de los puntos de guardado que estaban desperdigados por los niveles, ahora los progresos del juego se guardan de manera automática al alcanzar ciertos puntos. Los trajes, una de la señas de identidad de la saga, estarán disponibles desde el principio y podremos acceder a ellos una vez hayamos alcanzado ciertos puntos en la historia, ya no hay que comprarlos como ocurrían en las anteriores entregas. Es justo destacar el diseño y la originalidad de los nuevos modelos.
La posibilidad de crear y modificar nuestras propias armas resulta curiosa y es algo que sí gusta, percibiendo las modificaciones en tiempo real sobre nuestras herramientas, pero el resto de cambios introducidos destapan la intención de Visceral Games de hacer el juego más rápido y directo para el jugador, con menos complicaciones. No tener que buscar un sitio para guardar, no tener que reunir fondos para comprar los mejores trajes, la posibilidad de pagar con dinero real para no complicarnos la vida buscando esa pieza necesaria, incluso un pequeño robot que nos busca los recursos por el escenario para luego recogerlos cómodamente en el banco de armas. Suena bien, pero no gracias, preferiría tener que hacerlo yo. Este ha sido el Dead Space en el que menos he utilizado el inventario holográfico de Isaac y el módulo cinético para defenderme de los ataques.
Dead Space 3 consta de 19 capítulos y ofrece una buena duración, incluso da la sensación de que es ligeramente más largo que las entregas anteriores. Seguramente tenga mucho que ver nuestra visita al planeta helado, esto ofrece variedad ya que no solamente cercenamos miembros en el interior de una nave que flota en el espacio infinito.
Una vez terminada la aventura contamos con cuatro modos de juego: Clásico, Supervivencia, Imposible y Retro. Los jugadores amantes de los buenos retos, seguramente encontrarán un desafío interesante en alguna de estas modalidades. También podremos empezar una partida con el inventario y las mejoras con las que llegamos al final del juego con la ya conocida opción de Nueva partida +
Cooperativo
Introducir aquel multijugador competitivo en Dead Space 2 fue un extra que pasó sin pena y sin gloria, sin embargo este modo cooperativo sí ha resultado un añadido más acertado que seguramente agradecerán todos aquellos jugadores que disfrutan con un modo para dos jugadores bien resuelto.
No hay mucho que destacar salvo que es un cooperativo normal, donde como ya esperábamos todo se centra en disparar y disparar junto a nuestro compañero. El jugador que se ponga en el papel de Carver disfrutará de una serie de alucinaciones pero en general experimentar este modo no desvela ningún detalle importante en cuanto al argumento, salvo pequeñas variaciones en algunos puzles y ciertos detalles que cambian en las cinemáticas donde aparecen los dos personajes.
De manera escrita en la parte posterior de la carátula, el juego ya nos lo avisa: «Trabaja en equipo para poner fin al terror» y efectivamente, el efecto de esos títpicos sobresaltos demasiado recurridos ya a lo largo de toda la historia de Dead Space desaparecen totalmente y básicamente nos dedicamos a avanzar, limpiando los niveles de enemigos como dos exterminadores contratados para acabar con una plaga de cucarachas. Aún asi se agradece este modo y es una de las características representativas de Dead Space 3.
=Conclusión=
Dead Space 3 es un juego que cualquier seguidor de la saga se siente obligado a jugar, a pesar de sentir cierto recelo. Por supuesto no sorprende como las entregas anteriores y esa falta de originalidad Visceral Games intenta encubrirla con un estilo más cinematográfico donde un notable apartado técnico también pretende disimular esa carencia.
Acción más acentuada y directa, aplicable también a los recursos y a esas otras acciones que antes debía hacer Isaac y que contribuían a un ritmo más pausado y asfixiante. Los cambios y la introducción de nuevos enemigos humanos contribuyen a distorsionar esas sensaciones tan buenas que conocíamos, sensaciones que son las que esperas que se mantengan en una saga que un día te enamoró. A pesar de ello, Dead Space 3 es un juego que deberías jugar si te gustaron las dos primeras entregas y posee un final digno de esta gran historia y digno de un personaje que resulta más creíble que toda esa ristra de personajes genéricos que encontramos en la actualidad.
Como apunte personal me gustaría añadir que si cerraran la historia de Isaac Clarke con el gran desenlace que presenciamos al terminar el juego, el final de esta serie sería inolvidable y épico. Seguramente para algunos jugadores, entre los que por supuesto me incluyo, la historia de esta saga y de su personaje debería terminar aquí y ahora, con este juego. Pero mucho me temo que E.A y Visceral Games quieran estirar esta fórmula mucho más.
Puntos fuertes
- El argumento cinematográfico y la historia de Isaac Clarke
- El diseño de los nuevos trajes
- La espectacularidad de algunos momentos y las estampas que nos regala el juego en forma de paisajes helados com bonitos efectos de luz e iluminación
- El modo cooperativo, como nuevo extra y alternativa a ese competitivo poco acertado que presenciamos en Dead Space 2
Se podría haber mejorado
- Subir de revoluciones el ritmo y la acción del juego junto a otros cambios introducidos (banco de armas, gestión de inventario y recursos, añadidos en el control) pueden desagradar a los seguidores más fieles de Dead Space
- No consigue sorprender como las dos entregas anteriores
- Los enemigos en general. La introducción de humanos y otros necromorfos desentonan completamente. El necromorfo de toda la vida también se ha descuidado
Cuántas horas jugando juntos! infinidad de enemigos aplastados, multitud de reinos conquistados y estanterías abarrotadas de videojuegos. Tú eras siempre mi espalda en todas esas batallas.
Gran analisis, en cierta manera me ha sorprendido ya que pensaba que ibas a ser mas duro con este juego, pese a que le has dado caña donde se merece. Horrible la foto de esa especie de necromorfo/don quijote con hacha. Que tengas un robot para buscarte las armas… puff casual power. Y que porten armas y disparen me parece un disparate.
No pensaba darle una oportunidad a este juego, pero tras leerte, tal vez si lo veo dentro de un año a 10 euros, puede que me lo pille. Aunque sea por ver la inteligencia/ bellota de los enemigos que comentas.
Saludos!!!
Gracias Blade. Hago referencia a sus defectos más importantes, la falta de originalidad y la pérdida de esa esencia agobiante que tenían los dos juegos anteriores (característica más marcada en la primera entrega) jugándolo sufres altibajos emocionales. Como seguidor de Dead Space es el que menos me ha gustado pero es necesario para conocer el final de la historia y si te gustaron los dos primeros pues eso… te sientes un poco obligado a experimentar el cierre de trilogía. Además el final no me lo esperaba. Sean cuales sean las intenciones de E.A y Visceral Games, la saga termina aquí, al menos para mi. Lo que venga después no me importa en absoluto y por supuesto no debería tener a Isaac como protagonista.
Un saludo Cordobés