El momento ha llegado. Por fin tenemos el análisis de Scorn, uno de los esperados para la recta final de este año. Desarrollado por el estudio serbio, Ebb Software, toma como fuente de inspiración las obras de H. R. Giger y Zdzisław Beksiński. De hecho, las similitudes con Alien, de Ridley Scott, en ocasiones resultan evidentes.
El argumento transcurre en un universo desconocido, sombrío, de formas extrañas y retorcidas. El jugador despierta en un entorno repleto de elementos biomecánicos en lo que parece una civilización sumida en la desolación. Una fauna inquietante duerme en las entrañas de este mundo onírico y no quiere ser perturbada. Todo el relato ocurre en el propio juego, sin escenas que sirvan para distraer al jugador de la realidad que ofrece un escenario que parece estar vivo. El ambiente sobrecogedor del que hace gala es un protagonista en si mismo. Todo está ideado para generar una atmósfera inquietante, desde el original ecosistema orgánico hasta el cuidado apartado sonoro creado por Aethek & Lustmord.
Dando forma al universo
La narrativa puede ser diversa y los videojuegos hacen uso de esta variedad. En este caso también se manifiesta visceral, espeluznante y al mismo tiempo bella. Scorn no posee diálogos, la mayor parte de la narración proviene del entorno. Descubrir las relaciones simbióticas y como se conecta todo es la mecánica principal para avanzar. Aunque en el juego hay disparos, Scorn no es un shooter. A través de rompecabezas y algunos minijuegos debemos avanzar a través de varias salas y caminos con estructura de laberinto. Sin embargo, una vez resuelto el puzle, descubrimos que solamente hay un camino posible.
Así mismo, en algunos momentos sale a relucir cierta pincelada de walking simulator. Scorn posee una potente atmósfera y destaca su apartado técnico. El diseño de los escenarios orgánicos y la arquitectura de los niveles resulta notable. Como consecuencia encontramos muchos momentos en los que avanzamos lentamente, observando el entorno para entenderlo y al mismo tiempo disfrutarlo. Scorn está pensado para jugarse con detenimiento.
Seguidamente, para interactuar en este misterioso mundo, el protagonista posee un extraño artilugio que hace las veces de llave y arma. Esta curiosa herramienta, también de aspecto orgánico, sirve para accionar interruptores y seleccionar cuatro de las diferentes armas que podemos empuñar. Por ello, durante la aventura iremos mejorando nuestra llave-arma con diferentes añadidos que nos permitirán alternar distintos tipos de disparo.
Interactuando en el horror
Por esta razón, otro de los elementos destacables es la interacción sobre el escenario y con nuestra herramienta. En consecuencia, para alternar los diferentes tipos de disparo el jugador debe cambiar una pieza por otra quitando y colocando elementos de aspecto óseo. Del mismo modo, resulta llamativo el diseño del inventario, sencillo pero original. Por otro lado, destaca la forma de curarnos desde ese inventario que parece estar vivo y las recargas de los diferentes tipos de munición. Ciertamente, este es uno de los aspectos que más me ha gustado del juego.
Scorn puede resultar un tanto crudo al principio, no solo por la dureza de algunas imágenes. Apenas guía al jugador ni ofrece explicación alguna para sobrevivir en su entorno de pesadilla. Aquí radica también parte de su encanto. El sistema de combate resulta un poco torpe pero es cierto que los enfrentamientos son escasos y la mayoría de las veces es mejor evitarlos. Tampoco existe una gran variedad de enemigos. Después de su cuidada ambientación el punto fuerte es el diseño de los puzles. A partir de la mitad de la aventura el juego coge un poco más de ritmo, los escenarios se abren y esto se agradece.
Una pesadilla que no olvidarás
Como resultado, puede no ser una experiencia recomendable para el público comercial y eso también me ha gustado. La ambientación y el diseño de niveles son los puntos más notables. Scorn tiene una duración de apenas 6 horas y esto no es necesariamente un punto negativo. El juego ofrece justamente lo que prometió sin más pretensiones: una aventura de horror y puzles con un buen diseño de niveles creada por un estudio pequeño. Una vez finalizado, es cierto que no ofrece excusas para una segunda vuelta, más allá de volver a disfrutar de su ambientación y reinterpretar la historia con su desenlace. Si estás buscando jugar algo diferente y te atraen los aspectos positivos anteriormente citados Scorn es un candidato idóneo.
Ciertamente, a nivel personal, me ha dejado una sensación agridulce. No tanto por las carencias de su sistema de combate o la escasa duración, más bien porque consigue dejarte con las ganas de seguir disfrutando de su personalidad y virtudes. El último enfrentamiento, con una especie de jefe, resulta una grata e inesperada sorpresa y consiguió recordarme fugazmente a Bioshock. Quizá deberían haberse explotado más estos momentos y sus mejores bazas. Finalmente, Scorn es uno de esos videojuegos difíciles de olvidar, por un motivo u otro.
Haciendo ayer el podcast me vendiste Scorn y hoy leyendo el análisis… ¡me has convencido del todo!
Lo que más me atrae de jugarlo es que no sé bien a qué voy a jugar. Voy un poco con pretensiones de un Metroid Prime pero sin los disparos. Cierto que la estética me crea un poco de repulsa pero intuyo que esa es la intención.
Además es cortito y está en el Game Pass.
¡Genial tu análisis, Rubio! Sincero y hecho con ganas.
Me ha gustado mucho y coincido plenamente, una lástima pq te deja con ganas de mucho más. Si este juego hubiera contado con el presupuesto de un AAA sin duda alguna estaríamos ante uno de los bombazos del año.
Genial análisis Rubio.
Scorn es un juego que no es para todos los públicos y muchos se pensarían si gastar un euro en él pero el hecho de que este en el GamePass yo creo q ha hecho q jugadores como yo por ejemplo hayan querido probarlo quedando gratamente sorprendidos. Coincido con Rubio y Malevolus en que un poco más de Scorn no nos hubiera defraudado. Gran análisis compañero!
Un placer haberlo jugado juntos ese día, Maverick!
Todo lo que sea romper con los juegos comerciales y lo conocido, que es la costumbre y pudiendo dar una oportunidad a lo novedoso, como es Scorn, bienvenido sea. A mí gráficamente y ya de por sí como fue desarrollándose el juego me encantó. Como digo, rompe con lo comercial y también hay que dar oportunidades a este tipo de experiencias, es el encanto y el recuerdo que te deja un juego.