La vieja escopeta del abuelo

Call of Duty… recuerdo la primera vez que escuché ese nombre y también recuerdo muy bien la primera partida que jugué a su primer juego, allá por el año 2003. Desarrollado únicamente para PC y titulado simplemente “Call of Duty”. Un título que llamaba la atención, respecto a otros FPS’s por tres novedosos  motivos: el primero y el más importante, era el sistema de juego. El disparo desde la cadera ya era cosa del pasado y dejaba paso al  apuntado desde el “alza” de nuestro fúsil, con el notable aumento de realismo que esto conllevaba en los tiroteos. El segundo motivo venía de la mano del primero. El nuevo sistema de apuntado “invitaba” a jugar de otra manera, mucho más táctica, más realista, con unos disparos más precisos y un uso del escenario para cubrirnos y atacar a las grandes oleadas de enemigos, la tercera novedad, el número de personajes en pantalla, tanto enemigos como aliados. Ya nunca volverías a estar solo en las contiendas y la sensación de estar enfrascado en una auténtica batalla, hacía las delicias de los amantes del género.

Call of Duty  no solo tomaba el legado de los Medal of Honor, sin saberlo cogía un “testigo” que en los años venideros iba a cosechar una de las sagas (multijugador incluído) con mayor éxito a nivel comercial de la historia de los videojuegos. Alabada por la crítica y por miles de jugadores en todo el mundo, Call of Duty ha generado y sigue generando, unas cifras que provocan vértigo.

Como bien dijo alguien muy conocido en este sector… “la guerra ha cambiado”. En el año 2007 Call of Duty abandonaba las playas de Omaha y las frías calles de Stalingrado para llevarnos hasta conflictos más actuales en escenarios como Oriente Medio. No solo se cambiaron las Thompson y los MP 40 por M16 y  AKs.  Al famoso nombre de la saga, se le añadió la coletilla “Modern Warfare”, para recalcar la nueva ambientación más actual  de la saga.

CoD: Modern Warfare 3 es la tercera parte, de esa nueva tónica de FPS bélico más moderno. Un juego de disparos en primera persona, que aunque en su día optó por revolucionar el género, introduciendo un toque más realista a su forma de juego, no ha sabido o no ha querido explotar más ese lado realista, inclinándose por un estilo más accesible para todo tipo de jugadores, con un multijugador rápido y muy bien planteado que tiene un único fin, ofrecer al jugador muchas horas de diversión.

MW3 nos sitúa en un conflicto a gran escala. Una tercera Guerra Mundial que nos obliga a combatir en la piel de varios soldados de diferentes unidades especiales a lo ancho de todo el  globo y todos  ellos con un mismo objetivo, estrechar el lazo al terrorista Makarov.

Una nueva seña de identidad de la saga en los últimos años ha sido crear polémica con cada nueva entrega, gracias al momento “crudo” que introducen en un momento del juego. La polémica vende y desde luego saben como crearla, algo que su estudio paralelo “Treyarch”, también ha sabido demostrar con la inclusión de daños realistas en los cuerpos, detalle aparecido en CoD: WaW y el asesinato de Castro, junto a los “tajos” en el gaznate de CoD: Black Ops.

Técnicamente Modern Warfare 3 ya está anticuado, algo que Infinity Ward  ha sabido camuflar muy bien, gracias a ese nuevo toque espectacular y peliculero que le dieron a la segunda parte y que han mantenido en esta nueva entrega. Sin entrar en debates, sobre si este detalle es mejor o peor o si lo hace más o menos realista (que no lo es), esta tercera parte es prácticamente el mismo juego que Modern Warfare 1, con un maquillado gráfico, que sin duda hace maravillas pero no logra disimular unas texturas pobres que hacen que todo el escenario parezca chapa y unos efectos anticuados. Pero sin duda lo que CoD  pide a gritos, es un trabajo más profundo de las físicas y un sistema de juego más “abierto” para el jugador.

El sonido ambiente del juego es bueno, recalcando en este aspecto su BSO pero los sonidos en MW3 llegan a ser demasiado constantes y parecidos, no hay un buen tratamiento variado o individual. Todo se reduce al mismo sonido de ametralladora y el mismo sonido de explosión estándar.

A nivel visual, bélicamente hablando, es bueno pero los efectos del humo, el fuego y las explosiones, quedan por debajo de lo que ya estamos acostumbrados a ver a estas alturas de generación.

El control es bueno, directo y muy rápido. El juego alterna, de manera notable el uso de las armas, dispositivos y otros elementos teledirigidos, sin ningún tipo de carencia o tropiezo.

Disponemos de un buen abanico de armas, recreadas con todo lujo de detalles que denotan estudio y un buen trabajo de recreación (mención especial para el uso de las miras híbridas, que permiten alternar entre mira y red dot). El buen acabado de las armas es simplemente a nivel visual, ya que las armas carecen de sensaciones. Siempre pongo el mismo ejemplo, nos da lo mismo disparar un P90 que un M16. La sensación es la misma, no hay apenas diferencias entre fusiles, sub-fusiles o armas de apoyo.

Los enemigos y su I.A… cumplen con su cometido pero nada más. Este apartado también denota simpleza. Las animaciones apenas han cambiado y las estrategias de combate de los enemigos, se limitan a correr hacia las coberturas, asomarse y disparar. No reaccionan  en función de las variaciones que suceden en el campo de batalla, ni saben “leer” el terreno para crear estrategias. En este aspecto muchos FPS’s deberían aprender de la serie Halo.

Lo mismo ocurre con los niveles de dificultad. La modalidad más alta es desesperante ya que la dificultad no se basa en introducir un mayor número de enemigos o la aparición de vehículos por ejemplo. Todo se reduce a la increíble y sospechosa puntería de los soldados, sobre todo de uno de ellos, que a menudo no sabes ni de donde dispara o si existe realmente. Todos los disparos van a tu cabeza y  los enemigos reaccionan en nano-segundos. Me gustan los retos y los juegos difíciles pero cuando algo se convierte en un suplicio, termina chafando la diversión y este mal lo padecen todos los CoD.

Estos detalles, salvo el de la dificultad, no es necesario observarlos como defectos propiamente dichos, si lo que estamos buscando es un juego con un marcado aire arcade y sobre todo si al final, lo único que queremos es diversión rápida y directa, sin preocuparnos demasiado por los detalles.

La campaña es variada y sobre todo, muy espectacular. Ofrece situaciones bastante curiosas, como por ejemplo, estar a bordo del “Air Force One” pero en su versión rusa, un momento que me ha recordado mucho a una fase de Pefect Dark de N64.

Hay que resaltar los “flashbacks” que hace el juego, como guiño a las anteriores entregas, poniéndonos en la piel de personajes que estuvieron “allí” cuando nosotros estábamos “aquí “ en un mismo momento pero en distintos personajes. Son instantes muy emocionantes.

El juego ofrece momentos de acción total, con tiroteos frenéticos, alternados con misiones de infiltración, en las que jugamos como tirador de élite (no es lo mismo que un francotirador) y donde la precisión de nuestros disparos, adquiere mayor importancia. Estas misiones son las mejores pero se echa en falta, un poco más de margen de maniobra. Toda la campaña está excesivamente guiada y predefinida y este sistema comienza a ser un elemento del pasado. Para los tutoriales, puede estar bien pero “llevar” todo el juego mediante este sistema, genera una inevitable sensación mecánica o artificial.

La campaña está dividida en tres actos, compuestos por 17 capítulos. ¿Duración?… depende de vosotros. Si tenéis muchas ganas de pegar tiros, ya sabéis lo que pasa con estas campañas.

El multijugador es la gran baza de MW3. Su estilo frenético y divertido garantiza horas y horas de diversión. Idéntico al de las entregas anteriores, conserva todas sus virtudes y añade alguna pequeña novedad, como la inclusión del aumento de nivel de cada arma y dos nuevos modos de juego: supervivencia y horda.

=Puntos fuertes=

• Campaña intensa y variada

• Multijugador brillante, rápido y muy competitivo que garantiza horas y horas de diversión.

=Se podría haber mejorado=

•  El juego necesita una renovación total. Su estupendo multijugador actúa como “salvavidas” o como excusa una vez más pero no puede disimular  un producto que se ha quedado atrás técnicamente. Infinity Ward debe ponerse las pilas en este aspecto, no pueden estar sacando el mismo juego con distinta portada eternamente. Aunque les funcione la fórmula.

• El selector de disparo en las armas ¿para cuando señores?

=Conclusión=

 Una nueva entrega del “Rey”. Muy bien maquillada pero imposible  esconder el hecho de que es el mismo juego año tras año, sin ninguna aportación importante para el género. Diversión y acción garantizadas de la mano de un juego con un script muy cerrado que posee uno de los mejores y más adictivos multijugadores.

Respecto a la “guerra” entre MW 3 y Battlefield 3 únicamente comentar que es cuestión de gustos o de público pero sí voy a romper una lanza en favor de BF3 respecto a la ambientación y el sonido ya que MW3 no llega a la calidad del título de DICE, algo que ya demostró con Bad Company 2.

CoD está enfocado para jugadores más jóvenes, “casuals” y amantes de la acción frenética. Battlefield es el juego de los expertos, un juego orientado a un jugador más «maduro», amante de la simulación y el juego en equipo.

Siempre recordaré esa última partida contigo al Mortal Kombat