In the Hunt, caza en las profundidades del mar

In The Hunt es uno de esos juegos que emergen de la profundidad para desafiar los límites de su tiempo. Irem y poco después Nazca Corporation (fundada por antiguos miembros de Ia primera) demostraron su valía esculpiendo píxeles. Ambos equipos de programadores son reconocidos por su inconfundible estilo, latente en obras como R-Type II, Gallop, Gunforce II y el afamado Metal Slug.

Este arcade lanzado originalmente en 1993 para salones recreativos tuvo sus correspondientes versiones para Saturn, PlayStation y PC. In The Hunt, al igual que su hermano Metal Slug, llegó en un momento donde comenzaba una significativa transición. Se avecinaba un cambio: las tres dimensiones eran el futuro. Este importante detalle hizo que pasara desapercibido pero también que fuera considerado un título de culto tiempo después.

Sin embargo, la perspectiva 2D se resistió a morir. De hecho, actualmente goza de una segunda juventud gracias al neo retro, la ofensiva indie y todo el catálogo de clásicos atemporales que sirve de inspiración. In The Hunt (Kaiten Daisensou en Japón) hace un uso ejemplar de esta perspectiva y continua siendo igual de adictivo que el primer día.

El argumento, sin ser original, tiene un toque curioso. Una sociedad secreta idea un macabro plan para derretir los casquetes polares e inundar el mundo. Su objetivo; invadir las naciones a través del líquido elemento. Este plan para dominar el planeta será puesto a prueba por la resistencia esgrimiendo su arma secreta: un pequeño submarino con capacidad suficiente para encarar a las malvadas fuerzas de D.A.S. (Dark Anarchy Society)

La premisa resulta sencilla. A través de seis niveles diferentes, el Granvia debe sumergirse para despejar los mares destruyendo armas, enemigos y las bases del D.A.S. Durante nuestra andadura submarina también luchamos contra enormes y poderosos jefes. Como en todo buen shooter arcade japonés, estos adversarios especiales a menudo presentan diseños extravagantes, incitándonos con su aspecto y patrones de ataque a sucumbir al menor descuido.

In The Hunt posee un apartado gráfico muy bello. Los niveles y sus elementos, incluyendo nuestro submarino, derrochan encanto e infinidad de detalles. De igual forma, llama la atención su capacidad para representar el belicismo de forma caricaturesca plasmando al mismo tiempo aspectos tremendamente realistas. En consecuencia, observamos estelas de torpedos y explosiones submarinas recreadas de forma magistral. Del mismo modo, muchas partes del escenario saltan por los aires inundando la pantalla con partículas, salpicaduras y cascotes. También, es posible observar diminutas personas corriendo por los muelles de algún escenario huyendo del caos.

In The Hunt

In The Hunt, empeñado constantemente en demostrar su magnífico trabajo de animación, exhibe una pasión fanática a la hora de mimar hasta el más mínimo detalle. La quilla de los barcos enemigos partiéndose por la mitad, la apertura de compuertas superiores liberando cohetes o el haz de luz proveniente del pequeño foco de nuestro submarino al adentrarse en aguas oscuras. Ciertamente, son buenos ejemplos para hacerse una idea del nivel.

La jugabilidad resulta clave. A diferencia de otros juegos de naves en 2D, In The Hunt tiene un movimiento más lento. Esta característica, que para alguno puede ser una pega, en realidad es otro gran detalle. La acción transcurre bajo el agua, controlamos un submarino, el movimiento por consiguiente debe ser más gradual. Esta particularidad influye en su dificultad y debemos anticipar nuestros movimientos porque nuestro submarino soporta un solo impacto.

El Granvia no solo tiene capacidad para torpedear. Además de submarinos enemigos también podemos salir a la superficie para hundir barcos y derribar helicópteros. Nuestro submarino posee tres tipos de disparo según la situación. Como resultado, podemos lanzar torpedos, soltar cargas de profundidad y salir a flote para disparar a las amenazas situadas por encima. A medida que destruimos enemigos obtenemos valiosos ítems que permiten potenciar nuestros disparos.

Además, no estaremos solos en esta batalla. La posibilidad de jugar con un amigo está disponible. Esta opción, que a priori no debería ser más que un gran aliciente para compartir la experiencia, puede variar el desenlace presentando finales alternativos. Si uno de los dos jugadores es destruido y se han agotado las vidas disponibles al final veremos una emotiva introducción con el submarino regresando a casa como un héroe. Sin embargo, si los dos jugadores sobreviven al jefe final, tendrán que medir sus fuerzas en combate singular.

Esta peculiar conclusión no es frecuente durante una partida a dobles. Asistimos a un final oscuro donde nos alzamos como vencedor de la última batalla, situándonos como el arma más poderosa y el líder del mundo. En ese momento vemos como varios submarinos enemigos se alinean a nuestro lado como señal de sumisión al nuevo jefe. Existen hasta cuatro finales alternativos, incluyendo los dos anteriormente descritos. Por lo tanto, tenemos un final bueno, el malo, otro trágico y uno inesperado.

Como verás no necesitas demasiadas excusas para jugarlo si en su momento no llegaste a disfrutarlo. Todos los aspectos anteriormente citados y ese irresistible acabado visual serían empleados poco después por la saga Metal Slug, potenciándolos aún más. No obstante, In The Hunt es su gran precursor. Un juego obligado si eres amante de los clásicos shooters en 2D. Sus virtudes, las peculiaridades y su adorable submarino no dejan indiferente al jugador.

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Un videojuego puede ser como un buen libro o una gran película. Siempre digo que existe un juego para cada persona. Si aún hay alguien por ahí que no se ha enganchado a los videojuegos es porque todavía no ha encontrado su juego. Cuando lo encuentras, descubres una llave que abre la puerta a un mundo de diversión y entretenimiento sin igual.

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