Los extraterrestres y el fenómeno OVNI vuelven a estar de moda. Este hecho me hizo recordar Area 51, un título de disparos en primera persona lanzado en 2005 para Xbox, PS2 y PC. Como bien indica su nombre, el juego transcurre en Nevada, en la famosa instalación militar. Un extraño incidente ha provocado la activación de una cuarentena en este misterioso lugar. El protagonista es Ethan Cole, un especialista en materiales peligrosos del ejército estadounidense. Cole y su equipo son enviados a la zona para averiguar qué ha sucedido.

A medida que avanzamos desvelamos los secretos que encierra dicha instalación. La verdad sobre el caso Roswell, autopsias alienígenas, el falso aterrizaje en la luna y una macabra conspiración gubernamental que revela un pacto con una raza alienígena. Además de todo esto, pronto descubrimos que un potente virus se ha extendido por la base y amenaza con propagarse por todo el mundo.

Area 51 es un videojuego convincente a nivel técnico. Posee un buen control y físicas trabajadas. El arsenal no está nada mal, introduce armas reales con detalles bien conseguidos, como el efecto de la mira telescópica. También incluye armamento experimental o extraterrestre logrando de este modo variedad entre las herramientas disponibles para hacer frente a las amenazas.

Por otro lado, incluye sistema dual por lo que podemos empuñar una Spas-12 en cada mano y dejar como un colador a nuestros enemigos. Así mismo, el jugador cuenta con el clásico sistema de botiquines para recuperar salud, obligándonos a rastrear cada rincón cuando estamos en las últimas. Del mismo modo, es uno de esos shooters que «aprieta» en su recta final con tiroteos que harán perder la paciencia a más de uno.

Además, el propio Ethan Cole también resulta ser un arma en si mismo. Al contagiarse con el virus, descubre su inmunidad pero sufre una mutación que le permite desarrollar extraños poderes para emplearlos contra sus enemigos. Estas armas naturales, que salen de su propio cuerpo, permiten atacar a los enemigos a distancia y lanzar poderosos golpes cuerpo a cuerpo a través de un campo de visión alterado.

Area 51 despierte reminiscencias en el jugador. Half Life, Doom, incluso Fear son juegos que parecen materializarse en ciertas situaciones. Alternar entre dos formas dentro del mismo individuo y emplear diferentes tipos de combate es un aspecto que también recuerda al primer Far Cry.

Area 51 no es mal juego y posiblemente agrada a la mayoría de los incondicionales de la acción subjetiva. Sin embargo, desaprovecha el potencial de su nombre. Esta sensación viene motivada principalmente por sus enemigos. Al comienzo luchamos contra seres infectados por el virus pero todos esperamos enfrentarnos con criaturas extraterrestres de diferente talla y aspecto. Efectivamente, encontramos alguna, pero desafortunadamente predomina una especie de súper-soldado que resulta anodino y repetitivo. Este detalle hace que no termine de resaltar plenamente como first person shooter. En el mercado disponemos de un amplio repertorio de FPS´s donde acribillamos facciones militares de todo tipo.

Sin embargo, en líneas generales resulta entretenido. El sistema de escaneo permite obtener diversa información del escenario y de los enemigos. Un gadget curioso que también nos permite desbloquear secretos y vídeos CGI que podemos visualizar después en el menú principal. Los vídeos revelan información adicional sobre la historia a través de protagonistas secundarios. Como curiosidad añadida, algunos de estos vídeos ofrecen contenido exclusivo donde aparecen David Duchovny y Marilyn Manson. Ambos participaron con sus voces en el doblaje original.

Area 51 no revolucionó el género y tampoco ofrece mucha innovación. No obstante, es un juego sólido a nivel general. Ofrece escenarios con detalles, modelados y animaciones trabajadas y llamativos efectos de luz y partículas. Además, introduce elementos de otros grandes del género con toques propios y hace gala de una buena duración (12 horas aproximadamente). A menudo suele ser un olvidado pero es un digno contrincante para los mejores de su generación.

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