Pokémon Escarlata y Púrpura, dos exclusivos de Nintendo Switch muy esperados de 2022, han dado mucho de qué hablar. Para bien y para mal pues se han colocado como uno de los lanzamientos más polémicos del año pasado. Cualquier videojuego con el sello Nintendo no hace dudar de su calidad y, menos, tratándose de la nueva entrega principal de una saga como Pokémon. Unos juegos con más luces que sombras aunque estas últimas muy alargadas.
Pokémon Escudo y Pokémon Espada evolucionaron una fórmula tradicional en Switch aunque no para el agrado de todos. Galar, con recorridos muy guiados, no se sentía fresco. Por ello, Game Freak nos dio en Pokémon Leyendas: Arceus unos extensos escenarios conectados por Villa Jubileo en Hisui. Este cambio permitió una jugabilidad nunca vista en la franquicia y se convirtió en uno de sus grandes aciertos. Con la entrega que nos ocupa han dado a los jugadores lo que llevan tiempo pidiendo: un verdadero mundo abierto, Paldea.
Pokémon Escarlata y Púrpura comienzan como cualquier juego de la saga. Pero al poco, tras el tutorial en la Academia, podemos llegar a abrumarnos por el tamaño de su región y la cantidad de tareas. Nos ha gustado cómo su historia se divide en tres tramas diferentes que podemos cumplir a nuestra elección. Realmente nos hacemos nuestra propia aventura Pokémon. Es el nivel de los pokemon salvajes lo que indica, más o menos, el orden en el que avanzar.
¿Imaginasteis un Pokémon ambientado en la Península Ibérica?
Podemos sentirnos libres por Paldea, una región inspirada en la Península Ibérica. Y sorprendente la cantidad de referencias tan acertadas a España. Desde sus edificios como la Academia Naranja/Uva inspirada en la Sagrada Familia o localizaciones como los alrededores del Pueblo Hozkailu con árboles pintados igual que el Bosque de Oma en Bizkaia. Pasado por las comidas donde encontramos churros y paella o pokemon como el Tauros de Paldea o Smoliv, una aceituna. Debemos destacar con matrícula de honor la localización que han hecho a nuestro idioma, de las mejores que hemos visto en un videojuego.
Hacer de un mundo abierto un ecosistema que se sienta vivo es difícil. Y Game Freak no lo ha conseguido en este Pokémon. Las ciudades no son más que decorados con algunos edificios accesibles, las conversaciones con los NPC son prescindibles y las rutas apenas tienen entrenadores. En cambio las criaturas se sienten vivas. Sigue sin haber enfrentamientos aleatorios y el comportamiento de los pokemon es mucho mejor que lo visto en Pokémon Leyendas: Arceus. Sorprende como actúan según su naturaleza, alejándose de nosotros o enfrentándose directamente. Llegan a interactuar entre ellos aunque no al nivel de New Pokémon Snap.
El elefante en la habitación: los gráficos
No retrasemos lo inevitable, los gráficos. Pokémon nunca ha destacado por su apartado técnico ni por poner al límite a una consola pues tampoco lo necesita. Su éxito se basa en la jugabilidad y el coleccionismo. Game Freak ha vuelto a demostrar que lo suyo no es Switch pues estas nuevas ediciones arrastran los problemas de Pokémon Escudo/Espada y Leyendas Pokémon: Arceus y, lo que es peor, añaden más.
Nuestra experiencia de juego no ha sido nefasta. Evidentes caídas de frames, cuelgues de cámara y bajadas de resolución han sido constantes en largas sesiones. Pero no es injugable como ocurrió con Cyberpunk 2077. Muchos jugadores han reportado más fallos y se nota que, en este aspecto, el juego se lanzó sin pulir y con prisas. Algo que empieza a ser una constante en la industria para cumplir con plazos y que no deberíamos admitir como consumidores.
Dejando este controvertido aspecto Pokemon Escarlata y Púrpura es un juego pasable gráficamente. Aunque, en nuestra opinión, el camino a seguir habría sido la dirección artística de Leyendas Pokémon: Arceus con ese toque acuarela. Los personajes, con su estética anime, consiguen llenar la pantalla de personalidad y originalidad. Cada uno es un auténtico show en sí mismo. No ocurre lo mismo con las criaturas pues no encontramos algunas con modelados increíbles y otras demasiado simples en el diseño.
Tampoco nos ha convencido la música. Las melodías de rutas y ciudades se hacen tan monótonas que preferimos cualquier otro sonido de fondo. Y la falta de diálogos hablados en los personajes no hace más que acrecentar esta indiferencia. Excepto por la compuesta por Toby Fox, creador de Undertale. Comprenden el tramo final de la aventura y las Teraincursiones y ahí sí querrás subir el volumen. Igual que cuando las melodías clásicas suenan y dan un chute de nostalgia.
Un Pokémon rebosante de novedades jugables
Hablando de Teraincursiones, se basan en la nueva dinámica jugable de estas entregas. La Teracristalización añade un plus de estrategia a los combates contra otros entrenadores. Cada pokemon tiene asignado un Teratipo que, al activarse, le cambia de tipo. De ahí combinaciones curiosas como un pokemon dragón con Teratipo hielo. Al utilizar esta dinámica se convertiría en tipo hielo con su considerable ventaja. En la historia se utiliza poco la teracristalización pero en el competitivo es mucho más interesante.
Novedad es que contamos con el pokemon legendario, Koraidon o Miraidon según la edición, desde el principio. Será además nuestra pokemontura con la que podremos sortear montañas y ríos. Aunque las habilidades de nado o escalada, por ejemplo, iremos desbloqueándolas según avancemos en una de las tramas.
El resto de la jugabilidad es herencia de anteriores Pokémon con algunas novedades. Ahora podemos sacar a alguno de nuestros compañeros de su Pokéball y hacer que luche sin nuestra ayuda con criaturas salvajes. Aunque en la práctica tampoco es tan útil. Los líderes de gimnasio nos propondrán un examen antes de combatir contra ellos. Suelen ser pruebas de habilidad distintas entre ellas y algunas muy entretenidas. Aún así preferíamos los combates contra entrenadores de anteriores juegos. Era más desafiante.
Una de las tramas consiste en el clásico desmantelamiento de una organización villana. Pero esta vez con un nuevo componente jugable: en los enfrentamientos contra los líderes combatiremos con tres pokemon en tiempo real. Nos ha recordado en cierta medida a Pokémon Unite aunque simplificado. En este apartado podemos decir que Game Freak han querido sorprender al jugador y estos añadidos hacen sentirlo novedoso. Aunque haya ido en detrimento de los combates contra entrenadores, que nos han parecido escasos. Menos mal que combatir contra pokemon salvajes es tremendamente divertido.
Al igual que en todos los Pokémon de la saga principal tenemos juego para horas. La historia nos ha tenido ocupados durante más de 40 pero completar la Pokédex suma muchas más. El competitivo y las Teraincursiones, además de poder recorrer Paldea con cuatro amigos completando la aventura, hacen de Pokémon Escarlata y Púrpura un juego para meses sin aburrirnos. Y Game Freak se caracteriza por cuidar bastante a la comunidad mediante eventos o distribuyendo pokemon especiales.
Conclusión Pokémon Escarlata y Púrpura
Pokémon Escarlata/Púrpura suponen el mayor avance en la saga principal desde Pokémon Verde/Rojo de 1996. Puede parecer una afirmación rotunda pero pasar a un mundo abierto hace que no queramos volver atrás. Aunque nunca ningún gran paso ha estado exento de fallos. Y estos juegos adolecen de muchos: nefasto rendimiento técnico, ciudades vacías y anodinas, poca originalidad en las nuevas criaturas… Aún así son una aventura imprescindible para todos los que crecimos con los «monstruos de bolsillo».
Paldea se siente llena de vida de las criaturas y desearemos luchar contra ellas para probar nuevas estrategias. Tal vez haya perdido la sencillez de otras entregas y esto lo complica de forma innecesaria. Pero si dejamos atrás los prejuicios y disfrutamos como lo hicimos hace años encontraremos un Pokémon profundo, con una historia interesante y lleno de posibilidades. No es el juego perfecto que deseábamos en Switch pero sí se ha convertido en esencial para la evolución de la saga. Que no sean los pokemon los únicos que lo hagan.
Nota: Hemos realizado este análisis con una copia del videojuego pagada de nuestro bolsillo
Buen análisis te has marcado, compañero.
No tenía ni idea de que estaba ambientado en España, qué cosas.
Qué ganas tengo de la próxima viciada para que te vengas!
¡Muchas gracias, Voye!
Es de lo mejor del juego, su ambientación. No es el Pokémon que me esperaba pero no es tan nefasto como todo lo que se ha escrito de él.
Para mi la perfección se consiguió con Oro/Plata. No hace falta complicar tanto las mecánicas para triunfar.
Espero que el rumoreado DLC solucione bastantes fallos. ¡Aunque entretenido es un rato!
Ha sido una sorpresa que esta entrega estuviera inspirada en la Península Ibérica. El día que una entrega de Pokemon logre un mundo abierto, no voy a decir igual, pero sí similar a BOTW, probablemente pueda conquistar a muchos usuarios de PS y Xbox, esos que están dentro del armario. (Voyevodus uno de ellos).
Cada entrega parece evolucionar poco a poco en el mundo abierto, espero que en la próxima podamos decir que cumple con esta asignatura pendiente. Gracias por el genial análisis, Ruryk.
Un abrazo
Salí hace mucho. Voy todos los años a San Isidro vestido de Pokemon.