Este año ha sido especial para Nintendo debido al regreso de Samus Aran, uno de los iconos del videojuego. La última aventura aventura original en 2D de la cazarrecompensas, Metroid Fusion, apareció hace casi 20 años en GBA. MercurySteam nos trae una quinta entrega que supone la vuelta de la saga a una consola de sobremesa. En este análisis de Metroid Dread comentamos gratamente sorprendidos sus principales características.
En 1986, los usuarios de NES encontraron en Metroid una propuesta diferente con respecto al avance progresivo de niveles en los videojuegos. Aunque con mecánicas de acción y plataformas, el concepto consistía en la exploración de un mapa laberíntico con una aparente libertad para avanzar. El objetivo principal era destruir a los Metroid y salvar la galaxia. Gracias a la adquisición de objetos que mejoraban el traje de Samus, desbloqueábamos nuevos caminos para cumplir el objetivo. Este concepto fue desarrollándose en diferentes títulos hasta que se popularizó en 1997 con Symphony of the Night. El Castlevania de Igarashi junto con la saga Metroid dio nombre al subgénero conocido como Metroidvania.
Metroid Dread sigue la tradición de este subgénero y se centra en la exploración junto al descubrimiento de objetos clave. No obstante, la acción y las plataformas siguen tan presentes como en las anteriores entregas. MercurySteam ha hecho un trabajo excelente en adaptar las características de Metroid a los nuevos tiempos.
Análisis de Metroid Dread: Samus en el planeta ZDR
El argumento conecta directamente con Metroid Fusion. MercurySteam, consciente del tiempo que ha pasado, nos pone en contexto con un prólogo al principio de la aventura. Con esta breve introducción iniciamos la nueva misión de Samus en el planeta ZDR. El objetivo consiste en descubrir si el parásito X sigue activo, lo que supondría una amenaza para la galaxia. Uno de los elementos originales introducidos en esta entrega son los E.M.M.I. Poderosos robots exploradores que fueron enviados al planeta antes que Samus.
El apartado gráfico cumple con las expectativas para un juego de Switch sin grandes alardes técnicos. Los escenarios cuentan con gran definición y los enemigos en pantalla son grandes y vistosos. Además, los constantes disparos hacen que los efectos de luz llenen de color la pantalla. Por otro lado, las cinemáticas están bien integradas y sorprenden por su calidad. También destacan las animaciones de los E.M.M.I. recordando al movimiento de los grandes felinos y los arácnidos.
En cuanto a la jugabilidad, los controles están muy bien implementados y Samus cuenta con un gran repertorio de movimientos. En esta entrega se retoma la mecánica de parry, introducida por primera vez en Metroid: Samus Returns para 3DS. Puede llevarnos un tiempo llegar a dominar todas las mecánicas del combate, pero estas resultan fluidas y precisas. Recomendamos jugar con el Pro Controller pues las combinaciones de botones resultan más ágiles y cómodas. Y el juego nos exige rapidez en el control.
Metroid Dread, angustia en el espacio
La ambientación, en especial debido a los E.M.M.I., transmite una lograda sensación de angustia. Contribuye a la atmósfera opresiva, una banda sonora a base de melodías ambientales. Además, al ser descubiertos por los E.M.M.I. se acelera el ritmo, consiguiendo elevar las cotas de tensión. Por último, la nostalgia se agudiza con sonidos y melodías reconocibles.
Metroid Dread no resulta especialmente difícil cuando conseguimos dominar sus mecánicas. Según nuestra habilidad nos llevará unas 10 horas llegar al final. Aunque si queremos conseguir el 100% la duración será mayor. Cabe destacar que los enfrentamientos con los jefes finales suponen un incremento en la dificultad.
Pocos son los puntos negativos que encontramos en este juego. Tal vez, los E.M.M.I. tengan menos protagonismo de lo que parecía en un principio por el tráiler. O el escaso uso que han dado a los Amiibo. Pero nada realmente conflictivo que pueda enturbiar un ápice la experiencia del juego.
Casi 20 años hemos esperado para una nueva entrega de Metroid en 2D y ha merecido la pena. MercurySteam hizo un trabajo impecable con Metroid: Samus Returns y ahora han perfeccionado la fórmula. De hecho, es el videojuego desarrollado en España mejor valorado de la historia. Es volver 30 años atrás, pero con la tecnología de hoy. Un juego que no solo disfrutarán los jugadores de la vieja escuela pues rebosa calidad en todos los sentidos. MercurySteam ha desarrollado una aventura que cumple con la saga, dejándonos con ganas de más. Un videojuego totalmente recomendable.
Gran review.
A ver si un día le echo el guante. Me gustan los metroidvanias una barbaridad. Lo que pasa es que la ambientación de Metroid nunca ha sido de mis favoritas.
Voye, te lo recomiendo solo por el reto que supone pasárselo. Creo que es de los videojuegos más difíciles de Switch, no llega al nivel de un Souls pero ha conseguido sacar a veces lo peor de mi jajajaja.
La ambientación siempre me ha parecido mejor la de Castlevania, pero eso va según gustos. Es un pedazo de juego y (para mi) el mejor Metroid en 2D después del Super.
Apuntado Ru, lo tendré en cuenta. Me pone, y además es que últimamente casi solo juego metroidvanias. Ahora mismo estoy con el Ender Lillies y buff, me parece de los mejores, tal vez solo superado por los tres Reyes: Super Metroid, Symphony of the Night y Hollow Knight, y tiene cosas que me gustan más y todo. Después quería liarme con el Record of Lodoss War, que es cortito. Más adelante, cuando tenga algo más de tiempo, le meto al Metroid.
Abrazaco.
Tengo un deuda pendiente muy grande con la saga Metroid. Esta nueva entrega y el análisis de Ru me lo recuerdan una vez más.
La próxima viciada que hagamos nos liamos con el Super Metroid, en dos días nos lo cepillamos, que tengo ganas de rejugarlo.
Es que esa triada que has mencionado es mucho Voye, jajaja. Hollow Knight es de las mayores sorpresas que me he llevado en los últimos años.
Super Metroid creo que lo tiene todo mucho más medido que este Metroid Dread. En especial la dificultad que tiene picos demasiado exagerados. Eso ha sido el apartado más frustrante para mí.
Aún así me quito el sombrero con los chicos de MercurySteam por el peazo juego que se han currado.
Ah, y no podemos perdonar que Rubio no haya jugado a la entrega de SNES jajaja.