El otro día tuve un sueño. En él, aparecía Leon, corriendo por una de las calles de Raccon City y perseguido por una gran oleada de zombis. El famoso policía de RE huía desesperado de una muerte segura. Conseguía girar una esquina pero se metía en un callejón sin salida. Ya era tarde para volver atrás y no había salvación posible. Leon comprobaba el cargador de su pistola, únicamente con dos balas. Levantando la vista y comprendiendo tranquilamente su final,  parecía pensar: «estoy cansado de huir »

Me desperté de mi sueño en el sofá de mi casa. La tele estaba encendida y en ese momento retransmitían un documental de animales. Pude ver como un enorme y precioso águila atrapaba entre sus garras a una serpiente. La voz del narrador retumbó en mi cabeza: » una serpiente no puede esconderse eternamente «. Parecía que mi subconsciente y mi entorno se ponían de acuerdo para confirmarme algo que yo ya sabía.

¿Evolución o degradación? ¿survival o acción? El debate sobre lo que debería ser o no ser Resident Evil está lejos de acabar y este tema no terminará nunca, porque la pregunta no se realiza de la manera correcta y esto debe ser planteado de la siguiente forma: ¿hasta cuando Capcom va a a seguir alargando esta historia?

El mundo de los videojuegos está sufriendo una transformación y estamos próximos a un cambio y no me refiero únicamente a la nueva generación de consolas. Los sensores de movimiento cogen impulso y podrían alcanzar tanto protagonismo como en su día lo hizo el joystick. La descarga digital acecha a la vuelta de la esquina para asestar un golpe fatal al formato físico. Las nuevas videoconsolas podrían hacer algo más que reproducir nuestros videojuegos. Todo el entretenimiento interactivo podría fundirse en una única plataforma, un único lugar.

Todas estas cosas pueden preverse pero todavía están por ver. Lo que sí es cierto es que la industria apuesta muy fuerte por la acción y por hacer que los videojuegos sean cada vez más mayoritarios. Es la nueva política de la industria, acercar cualquier título, de cualquier género, a cualquier jugador. Continuamente se busca revolucionar gráfica y tecnológicamente, pero no veo innovación a la hora de crear personajes o contar nuevas historias. Devoramos juegos cada vez más genéricos y las buenas sagas son ya muy veteranas. Demasiado. Algo que parece no importar en absoluto a las grandes compañías, que siguen estirándolas sin piedad, con el único afán de seguir lucrándose.

La famosa saga de Capcom es uno de los mejores ejemplos. Una serie de gran calidad y de indudable éxito que se ha ganado un puesto de honor en la historia de los videojuegos y desde hace muchos años, deleita al público con una nueva y espectacular entrega. Abrumados por el peso de su nombre, el bombardeo publicitario y la complicidad de los especialistas con las compañías, los jugadores compran sin pensar y lo juegan casi por inercia porque claro… es un Resident Evil. ¿Cuántas veces va a renacer el virus? ¿cuántas vueltas cronológicas faltan? ¿cuánto más va a durar esta historia? Parece que nadie se para a pensar si ese nuevo capítulo, esa nueva entrega, nos aporta algo nuevo, o mejor dicho, si es realmente necesario.

Es imposible no pensar en RE cuando hablamos del género Survival. He disfrutado mucho con los clásicos, tuvieron su momento de gloria y he sabido valorar su lado más actual, con esa personalidad de gatillo fácil, pero opino que la hora de esta saga ya ha llegado. Es el momento de dejarla marchar, debe reunirse con los más grandes, cruzar el umbral de la inmortalidad, que es el corazón y el recuerdo de todos los jugadores. Solamente así conseguirá el impulso que le queda para convertirse en una auténtica leyenda. Hay que demostrar la genialidad tanto para iniciar algo grande como es Resident Evil, como para saber terminarlo por todo lo alto y como se merece.

No es cuestión de hablar y hablar sobre lo mucho que echamos de menos los Resident clásicos, lo que realmente echamos en falta es un género en si, una forma de jugar y eso no es competencia única de Capcom. Hay que ser realistas, lo que echamos de menos es tener menos balas, menos vida y enemigos más peligrosos y permitidme que os diga, eso es muy sencillo de hacer pero la industria se empeña en marcarnos otras pautas.

Estoy harto de escuchar y leer las conjeturas de la gente cada vez que se aproxima una nueva entrega. Me parece patético el paripé que montan algunos redactores pidiendo con todas sus ganas que se vuelva a los orígenes de la saga únicamente para crear polémica sin analizar realmente el problema, cuando de verdad saben perfectamente lo que ocurre y no critican, ni castigan directamente esa falta de nuevas ideas, ese intencionado «no saber» pasar página de las grandes compañías con algunas historias.

Es cuestión de comprender y saber observar con objetividad toda la trayectoria de esta saga. Desde el principio hasta el final, hay un Resident que ha ido marcándonos las etapas de la vida de esta saga. Su nacimiento, los primeros juegos, aquellos estupendos survival horror son inolvidables. Mi opinión es que pertenecen a ese momento, a esa época. Unos juegos adaptados a las posibilidades de aquellas máquinas y a las necesidades de los jugadores de aquel entonces. Hay juegos que crean género y RE lo hizo en sus comienzos.

¿Qué ocurrió después de aquellos escenarios prerrenderizados? pues que obviamente la serie tenía que demostrar que sabía evolucionar gracias a los nuevos avances técnicos (Dreamcast) y dio el paso hacia los gráficos poligonales y el movimiento 3D. Aquella evolución tenía un nombre en clave, «Verónica«.

Aquellos años fueron la época dorada del género, con otros títulos destacables como Silent Hill, Alone in the Dark, Parasite Eve, Dino Crisis o Carrier. Con la llegada de una nueva generación, Resident Evil optó por expandirse a otras plataformas lanzando sus anteriores éxitos e incluso se atrevió con algunos capítulos paralelos bastante flojos. Pero lo mejor de aquellos días fue un estupendo remake del primer RE y un título exclusivo y totalmente nuevo llamado Zero, ambos para GameCube.

Más tarde, algunas voces ya hablaban sobre el agotamiento de la famosa saga. Se pedía un cambio ¿nadie se acuerda de aquello? Los zombis de siempre ya resultaban demasiado lentos y fue cuando se optó por un cambio importante y drástico en Biohazard, un poco más de «Rock and roll «. Nació Resident Evil 4 para GameCube (poco después para PS2), una auténtica maravilla que actuó como broche de despedida de toda una generación y al mismo tiempo nos abría las puertas de la siguiente.

Después de aquel grandísimo juego, Capcom debería haberse detenido a pensar seriamente. Analizar hasta donde había llegado y lo que había conseguido con su juego estrella. Repasar el camino recorrido y preparar una última entrega para despedirlo por todo lo alto. Es egoísta por parte de Capcom, incluso injusto, que al final puedan terminar ensuciando el nombre de una de las sagas más importantes por culpa de su ansia de lucro. ¿Cuál es el siguiente paso? ¿un RE con carreras de coches o un juego de lucha con todos los personajes? Esto no puede estirarse más y si continúan así, estas sagas corren el riesgo de caer en un transformismo vulgar. Estamos hablando de un ciclo natural, que básicamente puede aplicarse a casi cualquier cosa de nuestras vidas. Nacer, crecer y morir.

Con esto no quiero decir que el género survival esté enterrado, parado si, pero no muerto. Tal vez haya pasado de moda pero ya sabemos lo que pasa con estas cosas y si no echad un vistazo a vuestro al rededor, lo retro se lleva. Quién sabe, tal vez sea cuestión de tiempo y un buen día este género vuelva con más fuerza, junto a un perfil de jugador más experto, con recursos más limitados y tal vez esto vuelva a ser… lo guay.

Otro ejemplo muy parecido al de Resident es el de la saga Metal Gear Solid de Konami, otra de mis favoritas pero es exactamente el mismo caso, incluso «el zorro» es más veterano que el «paraguas» de Capcom. Quizá la historia de Kojima pueda permitirse el lujo de sacarse de la manga alguna entrega más jugando cronológicamente con su extensa y elaborada trama, o la posibilidad de algún remake de NES, pero a Snake ya no le quedan muchos sitios donde esconderse y terminará por convertirse en otra cosa. Una saga que directa e indirectamente, también nos habla de su cansancio. Old Dog.

Las grandes compañías se niegan a abandonar estas licencias y aprietan una vez más a sus creadores, recordándoles el peso que tiene su nombre en la industria. Recordándoles el peso de unos ingresos asegurados. Estas compañías no contemplan estas historias como grandes videojuegos, para ellos únicamente son números. De hecho, me gustaría saber cuantos mandamases de Konami y de Capcom se han pasado MG y RE. A lo mejor más de uno, nos llevaríamos una sorpresa. Si de verdad amasen estas sagas y a estos personajes no las condenarían a esta continuidad sin sentido. Abrirían la mente a nuevos proyectos y las darían ese gran final que tanto se merecen.

Los jugadores también tenemos nuestra parte de culpa, nos hemos malacostumbrado o hemos dejado que nos malacostumbren. Al ser dos sagas potentes, referentes de dos géneros (survival y sigilo) parece que siempre esperamos escuchar los mismos nombres cuando se habla de ciertos géneros. Esperamos que esa responsabilidad caiga siempre en los mismos nombres porque son los que parecen garantizarnos esa satisfacción. El día que nos defrauden, nos dolerá mucho. Nosotros, como buenos jugadores y como buenos críticos, debemos ser también ambiciosos y pedir nuevas historias y nuevos referentes.