Silencio en la nieve
Kholat es un videojuego de 2015 desarrollado por el estudio polaco 1MGN.PRO. Una aventura de terror y exploración en mundo abierto inspirada por una historia real conocida como “El Incidente del Paso Diatlov”
El hecho de conocer esta historia de antemano, con todos sus inquietantes y terribles detalles, es un plus para el jugador, pues desde el principio y durante todo el transcurso de la partida, tienes los nervios a flor de piel junto a una incesante sensación de querer saber qué ocurrió realmente en Kholat Saki, la Montaña de la Muerte o de los Muertos. Allí, un 2 de febrero de 1959, un grupo de nueve excursionistas perdieron la vida de forma violenta y bajo unas circunstancias que a día de hoy continúan siendo un misterio.
La partida empieza sin paños calientes hacia el jugador y de lleno lo sumerge en un incómodo ambiente de misterio y soledad junto a un mapa, una brújula y unas coordenadas clave que debemos seguir para ir descubriendo pistas que arrojen un poco luz sobre los oscuros hechos que tuvieron lugar aquella fría y fatídica noche en los montes Urales.
Nuestra aventura comienza de la misma forma que la de los excursionistas fallecidos, en una solitaria e inquietante estación de tren cubierta por un espeso manto de nieve, y a partir de aquí, toda nuestra andanza en pos de resolver este misterio transcurre por unos acongojantes escenarios nevados. A la luz del día, en algunos momentos, parece que estuvieras recorriendo una región de Skyrim, pero al caer la noche y las sombras, Kholat te recuerda que nos encontramos en otro lugar mucho más terrorífico, las travesías de aquí hasta allí son menos agradables, por supuesto en el buen sentido de la palabra.
Kholat nos gusta porque durante su transcurso, donde en ningún momento decae la tensión y apenas existen indicaciones sobre dónde hay que ir, juega con las teorías más famosas que giran en torno a los misteriosos hechos que tuvieron lugar aquella noche, y de paso, introduce algunos elementos fantásticos propios. Sin centrarse demasiado en ninguno de estos elementos, dejando de esta manera la libre interpretación al jugador, plasma por ejemplo la presencia de aquellas luces extrañas que los excursionistas vieron en el cielo en mitad de la noche, así como otros fenómenos paranormales que apuntaban a un posible sacrificio por parte de una raza extraterrestre.
Durante todo el juego también encontramos presente la simbología mansi, los nativos que habitan en el norte de Siberia. Una de las primeras teorías apuntaba a este pueblo como posible autor de las muertes de los excursionistas, pues estos habrían pisado un terreno sagrado durante su expedición. Tampoco falta el guiño a otra teoría quizá más fantástica, el Chuchunya, o yeti ruso como culpable. Sus gruñidos a menudo pueden escucharse en mitad de la noche, resonando entre los riscos, y conseguirán helarte la sangre mientras exploras el escenario para encontrar un nuevo punto clave de la historia donde podemos encontrar hojas del diario de los excursionistas, algunas de ellas extraídas directamente del libro de viaje auténtico que encontró el equipo de rescate.
La teoría de más peso, o al menos la que a nuestro juicio tiene más papeletas para ser la que apunta más cerca de la verdad, es la de un experimento o maniobra militar que se fue de madre y el propio gobierno soviético se encargó de ocultar, de una forma muy «peculiar» por cierto. En mitad del eterno invierno de Siberia, nuestra aventura incluye una «visita» a una instalación de comunicación militar abandonada en lo alto de una montaña, sin duda uno de los momentos de más tensión en el juego, sobre todo cuando recuerdas la frase que los investigadores utilizaron para determinar la naturaleza del terrible suceso:
«Una fuerza desconocida e insuperable fue la causante de las muertes»
La forma en que el juego aborda este enigmático suceso es acertada y al mismo tiempo respetuosa con aquella tragedia aún no resuelta, un homenaje a una historia de terror real plasmada a través de una aventura de exploración con pequeños toques de supervivencia. Para algunos, Kholat, es otro simulador de paseo más, un juego que en algunos momentos sufre importantes ralentizaciones y posee un final demasiado apresurado. Sin embargo tiene un aspecto gráfico conseguido, un estupendo apartado sonoro y una potente atmósfera opresiva que recrea de forma correcta y desde su propio punto de vista, uno de los misterios más famosos y terroríficos del siglo XX.
Si tuviera la oportunidad de pedirle a Dios una sola pregunta, esta sería, ¿Qué le pasó realmente a mis amigos esa noche?
Yuri Yudin, el décimo excursionista y único superviviente