Después de unos cuantos meses de inactividad, la verdad es que hubo un momento en que pensaba que mi Wii U no iba a arrancar cuando por fin pulsé su botón de encendido para introducir en su interior un nuevo juego, nada más y nada menos que la octava entrega de Mario Kart. Ya que estábamos, también decidí hacerme con la edición de coleccionista, que incluye un temible y bonito caparazón azul. La verdad es que su tamaño engaña, parecía más grande cuando lo anunciaron en su momento.
Cuando apareció el menú principal del juego y una voz aniñada, presuntamente la del propio Mario, chilló: «Maariio Kaart… ¡EIGHT! » fue en ese momento cuando un rápido flashback cruzó mi mente a toda velocidad, devolviéndome todas y cada una de las entregas de esta popular serie de carreras de Nintendo, esos circuitos inolvidables, sus melodías y soniquetes, la emoción de los items, la técnica del derrape…
¿Preferiría estar hablando de un juego completamente nuevo? ¿una nueva franquicia exclusiva de esta consola? pues posiblemente sí, no lo voy a negar. Pero todo resulta tan entrañablemente familiar cuando llevas la primera vuelta que tardas unos instantes en darte cuenta del gran lavado de cara que introduce esta entrega, la fluidez de sus movimientos (ojo, que rinde a 1080p y los 60 fps) y dejando a un lado su incuestionable jugabilidad y diversión, eleva a nuevas cotas el diseño y las posibilidades de sus circuitos, grandes protagonistas de la serie. Mario Kart 8 es un buen ejemplo de cómo un videojuego y su fórmula, sin demasiadas innovaciones eso si, puede mostrarnos la evolución técnica y la transformación que los videojuegos van sufriendo con el paso de los años.
En definitiva, dada la situación actual con Nintendo y Wii U, a falta de pan buenas son tortas y si tenemos que jugarnos la octava entrega de Mario Kart antes de recibir «pelotazos» nuevos de verdad, pues nos lo jugamos. ¿No juegas tú cada año una nueva entrega de Call of Duty? pues eso.
Me dejarás la camiseta un día no???
Joder no había visto este comentario Voyevodus jajajajaja… ¡cuando quieras te la presto!
Jajajajajajaj.
Un día de estos de vicio me la pongo!!!!!