El único piel verde bueno es el piel verde muerto
Orcos y hombres, dos razas condenadas a combatir y a odiarse mutuamente. Por nuestra condición, todos sabemos muy bien todo aquello de lo que es capaz el ser humano. Los orcos, por otro lado, son una especie que fácilmente podrían representar la antítesis del hombre, tanto en apariencia física como en valores. Sabemos que los hombres, con sus actos más malvados, pueden ponerse a la misma altura del orco más salvaje pero hasta ahora no se había contemplado a estos seres desde un punto de vista más humano.
No está completamente claro cuál es la procedencia de estas criaturas de aspecto monstruoso, carnívoras, incluso caníbales, piel verdosa y actitud agresiva, pero muchos creen que los orcos pudieron ser en su día elfos brutalmente torturados y esclavizados hasta tal punto que perdieron todo aquello que los convertía en bellos y elegantes seres élficos. Otros sostienen que su origen podría ser el de una raza ya existente que no tuviera nada que ver con hombres y elfos. Una subespecie malvada, degenerada y belicosa capaz de odiar a partes iguales, tanto la luz del sol como el bienestar de los hombres.
Los orcos son un pueblo bárbaro que vive para combatir y aunque no parecen demostrar demasiada inteligencia, si poseen astucia y arrojo. A pesar de ser una raza atrasada, los orcos practican la minería y la herrería, sus armas y herramientas son sencillas pero son capaces de hacer uso de la tecnología y el armamento robado a sus enemigos, adaptándolo después a sus necesidades.
Con una sociedad compuesta por distintas razas, siendo las más débiles las que sirven a las más fuertes, los orcos forman clanes o tribus que llegan a combatir entre si por el dominio y la reputación de su clan. A menudo, sus parientes menores, los goblins, seres de menor tamaño y de mismo aspecto desagradable, siguen a los orcos para servirles, pues son criaturas codiciosas, adoran el oro y siempre se muestran deseosas de aprovechar las sobras o las limosnas de sus semejantes de mayor tamaño.
De esta forma, más o menos, es como siempre se ha presentado a estos seres en películas, libros y videojuegos. Pero y si todo esto no fuera del todo cierto o pudiéramos verlo desde otro ángulo. Resulta muy interesante ponerse en el pellejo de los malos, observar las cosas desde otra perspectiva, a través de un plano distinto al habitual. Es algo que puede servirnos para obtener una nueva visión de las cosas, un mayor conocimiento de todas las partes que completan un algo y resulta fundamental para entender el cómputo global de un todo, de una historia, de una raza y por supuesto, de una guerra. En demasiadas ocasiones podemos descubrir que los que aparentemente eran los malos en realidad no lo son tanto y aquellos que van de buenos y pacificadores se revelan como despiadados e implacables. Odiamos a nuestro enemigo porque desde pequeños se nos ha inculcado que son los malos pero la historia siempre la escriben los mismos, los vencedores y no los vencidos.
Of Orcs and Men es para quien sepa apreciarlo, una de esas pequeñas joyas imperfectas a medio pulir, un título de menor presupuesto, obra del estudio francés Spiders, que ha pasado desapercibido para muchos y que nos cuenta precisamente las aventuras y desventuras de Arkail, un poderoso guerrero orco, y de Estigio, un astuto y escurridizo goblin diestro en las artes del asesinato. Este divertido e inusual dúo juega un papel fundamental en una guerra donde el imperio de los hombres persigue y masacra a sus semejantes, después de años de convivencia pacífica entre ambos pueblos y razas. El nuevo emperador arrasa y conquista los territorios de los pieles verdes y aquellos que no caen por el filo de la espada en el campo de batalla terminan convirtiéndose en esclavos, cuyo único destino son los brutales campos de trabajo. La colosal misión de asesinar al mismísimo emperador de los hombres es la ardua labor que deberán completar los dos protagonistas. Un viaje sin retorno al corazón de las fuerzas del imperio mientras son perseguidos por la Inquisición, un grupo de fanáticos soldados de élite que intentará darlos caza durante toda la partida.
Of Orcs and Men no es un triple A en términos de acabado técnico pero sí es diferente a todo lo que hayas jugado durante esta generación, quizá por ello merezca la pena ser un poco permisivo con sus carencias, que no obviarlas, para poder saborear sus virtudes, las cuales se encuentran escondidas detrás de una original aventura, cuya calidad técnica experimenta picos y caídas durante su transcurso, con elementos notables e interesantes y otros que resultan bastante más flojos.
Hace unos años fácilmente nos encontrábamos con tres tipos de videojuegos claramente diferenciados, el típico pepinazo anual, los lanzamientos más normales y de batalla donde también podíamos encontrar cierta calidad y aquellos lanzamientos cuya naturaleza y características los hacía dignos de venderse en lugares tan exóticos como Chernóbil. Actualmente abres una revista o accedes a una web profesional y todo está repleto de análisis rematados con nueves o nueves y medio, los nombres de siempre con purpurina a granel y los futuros lanzamientos que parecen aún mejores. De vez en cuando encontramos alguna cebada con alguna infamia jugable, que da la impresión de realizarse más con el objetivo de: «habrá que puntuar algún juego malo de vez en cuando o colocar alguna nota por debajo de 9 ¿no? » que de realmente informar o avisar de un producto de ínfima calidad.
Personalmente soy de los que prefieren escuchar las malas noticias antes que las buenas. Of Orcs and Men pertenece a esa casi desaparecida clase media de videojuegos, un RPG diferente con una historia única que ha tenido que competir con otros títulos del mismo género pero con mayor presupuesto. Durante el transcurso de la aventura somos testigos de un acabado técnico modesto o sencillo y nos acompaña una constante sensación de rigidez debido a la naturaleza de unos escenarios lineales, nada dinámicos y sin apenas posibilidades salvo la de avanzar por ellos despejándolos de enemigos y abriendo algunos cofres o bolsas con recompensas. Durante esos momentos de brevísima exploración sale a relucir un control aceptable, con algunas asperezas que tendrían que haberse pulido un poco más, como por ejemplo cierta brusquedad en algunos movimientos o la necesidad de volver a inclinar el joystick de movimiento hacia adelante para que el personaje siga avanzando después de volver del menú de pausa. De vez en cuando el juego se esfuerza por destacar gráficamente, consiguiéndolo levemente con algunas bellas panorámicas de un escenario exterior y algún que otro efecto.
Las animaciones de los enemigos y de los personajes en general no deslumbran, los modelos se repiten y su diseño se mantienen en unos niveles sencillos pero aceptables, salvándose un poco más en este aspecto los protagonistas y algunos personajes secundarios que nos encontramos durante la partida, orcos y hombres con una personalidad, aspecto y función un poco más marcadas por su papel dentro de la historia.
Una vez hemos tomado contacto con los puntos flacos, rápidamente descubrimos la «chicha» de este videojuego, donde los gabachos de Spiders han centrado su esfuerzo, presente en dos elementos muy marcados. El primero y más importante es el poco frecuente sistema de combate que emplea el juego, a caballo entre los enfrentamientos en tiempo real y el combate por turnos, de donde únicamente se extrae la planificación previa pues el combate como digo es directo. Durante el juego y pulsando un botón podemos alternar entre el orco y el goblin, cada uno de ellos con sus habilidades y debilidades. En los combates podemos ralentizar la acción para inmediatamente acceder a un menú compuesto por tres tipos de ruedas, catalogadas en ataques, movimientos especiales y defensivos. Con un diseño idéntico al de un tambor de un revólver, accedemos y seleccionamos los distintos golpes y movimientos que ofrece cada rueda. El sistema es rápido y funciona bien, pudiendo seleccionar hasta cuatro movimientos seguidos que combinados sabiamente pueden ocasionar un mayor efecto sobre los enemigos y sobre nuestros personajes a la hora de recibir más o menos daño. Una vez seleccionados observamos su resultado en el combate, pudiendo en todo momento volver a ralentizar y quitar un ataque para seleccionar otro. También hay que tener en cuenta que ciertos ataques requieren cierto nivel de concentración para poder llevarse a cabo. Los protagonistas son capaces de realizar ataques simples por si solos cuando estemos controlando al otro personaje y hayan terminado la cadena de golpes predefinidos.
Este sistema quizá no agrade demasiado a los amantes de la acción más salvaje y directa pero seguramente si conseguirá producir un agradable cosquilleo y arrebatar una sonrisa a aquellos jugadores un poco más estratégicos que buscan cierta profundidad y personalización en los combates, sin llegar eso si, a la monotonía de un sistema de turnos puro y duro.
Terminado un enfrentamiento, el movimiento y el avance por los escenarios son como en cualquier otro videojuego habitual, pudiendo incluso movernos sigilosamente con Estigio. El goblin es la figura experta la infiltración, en el combate a distancia y el asesinato. Sus artes nos permiten acabar de un solo golpe, entrando en modo sigilo, con aquellos enemigos que podamos sorprender por la espalda. Una maniobra a menudo inteligente antes de lanzarnos de lleno a un combate con varios enemigos, es rastrear los niveles eliminando todos los enemigos desprevenidos que podamos, esto nos facilitará las cosas cuando los humanos u otras criaturas nos descubran y den la voz de alarma.
Of Orcs and Men puede resultar simple y superficial, pero sabe donde hay que demostrar buenas intenciones y profundidad. El juego cuenta con un sistema de diálogos con toma de decisiones que aunque solamente suponen pequeñas alteraciones en el guión y la historia, es un detalle que se agradece, como el sistema de progresión y el menú para gestionar a los dos personajes, dos elementos muy presentes en cualquier RPG. A medida que avancemos y triunfemos en las contiendas, Arkail y Estigio podrán mejorar sus atributos obteniendo puntos de habilidad que servirán para desbloquear nuevos movimientos y mejorar las habilidades ya existentes, característica que nos será de gran ayuda a la hora de perfeccionar nuestro estilo de lucha. También podemos mejorar nuestro equipo, comprar, vender y mejorar armas. Todo ello además será visible en el cuerpo y en el equipo de nuestros protagonistas, algo que sin duda siempre gusta, pues vemos al momento y en tiempo real la personalización de los personajes.
El sistema de progresión dentro de la historia también es sencillo, según vamos completando una serie de niveles variados y lineales, accedemos a un campamento o refugio donde entablamos conversación con una serie de personajes secundarios que nos irán planteando unos objetivos principales y algunas pocas misiones alternativas para poder seguir avanzando. Una vez completadas, el juego nos teletransporta al siguiente escalón de la historia donde tendremos que completar los niveles de turno. En los campamentos también podremos hacer trueque, vendiendo, comprando y mejorando el equipo de los protagonistas, además de conocer más detalles del argumento.
La segunda gran virtud de Of Orcs and Men es la originalidad y el peso de su historia, la perspectiva donde sitúa al jugador y los inusuales protagonistas a los que controla. Arkail y Estigio son una pareja de guerreros con trasfondo cuya convivencia resulta difícil, a pesar de encontrarse en el mismo barco. Esta situación los lleva a tener que colaborar apoyándose uno en las virtudes del otro y cubriendo al mismo tiempo las debilidades de su compañero durante los combates. Su relación al principio es complicada pero a lo largo de la aventura el respeto y el aprecio entre ellos va en aumento. Sin duda, Estigio, el goblin, requiere una mención especial por aderezar los diálogos con su divertida ironía, su humor negro y algunos comentarios que enriquecen unos diálogos que muchas veces parecen inusuales dentro de un marco medievo-fantástico como el que plantea el juego, sin embargo este es un detalle que en ningún momento despunta de forma negativa, sino todo lo contrario, actúa a su favor, realzando tanto la personalidad de sus personajes como la obra de Spiders.
En el aspecto sonoro merece ser mencionada y mucho, la banda sonora del juego, obra del compositor Olivier Deriviere, también conocido por sus trabajos sonoros en otros juegos como Alone in the Dark o Remember Me. Cada una de las melodías parecen estar hechas a perfecta medida para acompañar cada situación y todo el ritmo de la historia, sin duda, la música es otro de los detalles que sirven para enriquecer la personalidad del juego.
Of Orcs and Men es un videojuego al que seguramente pocos jugadores se han acercado después de leer la gran mayoría de reviews, pero aquellos que han decidido darle una oportunidad y se han lanzado a probarlo seguramente han terminado sorprendiéndose. El juego no es una maravilla de la técnica, prescinde de ciertas mecánicas y procedimientos, simplifica otros aspectos presentes en los videojuegos más actuales pero es un RPG exigente que demuestra personalidad y se esfuerza en tocar los elementos más destacables de los títulos de su género. Consigue brillar a pesar de sus limitaciones gracias a un sistema de combate original, dos protagonistas con carisma, escenarios variados y una buena historia con una banda sonora de gran calidad que nos acompaña durante una experiencia que además tiene una duración muy aceptable. Todas y cada una de estas cualidades desempeñan un papel crucial a la hora de hacer resplandecer un juego que técnicamente no puede competir con los más grandes.
Desde mi humilde opinión la mejor prueba de que un juego es bueno aparece cuando una vez terminado sientes que volverías a pasártelo de nuevo, bien para volver a disfrutar de su historia o bien para completarlo con una mayor profundidad. Con el juego de Spiders me ha pasado esto mismo, he disfrutado mucho y además no solo eso, después de jugarlo no vuelves a ver con los mismos ojos al pueblo orco. El argumento y los personajes hacen que el jugador termine indentificándose con ellos y apoyando su causa.
En un mundo donde lo que prima son los videojuegos de gran acabado gráfico y aspecto cinematográfico, resulta complicado que juegos como Of Orcs and Men encuentren su sitio o sean apreciados como merecen. Si eres de los que prefieren una buena historia, un planteamiento original, buscas un protagonista diferente y por supuesto te gustan los RPG, un consejo, no dejes pasar este videojuego porque es una de las sorpresas más escondidas que ha dado esta generación, un título difícil de encontrar ya en la mayoría de las tiendas y que tiene todas las papeletas para convertirse, si no lo es ya, en un videojuego de culto.
Cuántas horas jugando juntos! infinidad de enemigos aplastados, multitud de reinos conquistados y estanterías abarrotadas de videojuegos. Tú eras siempre mi espalda en todas esas batallas
Esta obra emplea un juego de palabras para su título, y su alusión es directa a la obra de John Steinbeck, «De ratones y hombres», «Of mive and men», (Sí, Megadeth también tiene su correspondiente versión metalera de los temas universales que trata el libro del escritor yanqui). Por lo que comentas del argumento y el desarrollo, sin duda tiene mucho que ver… interesante, la verdad. Muy interesante…No descarto jugarlo.
Abrazo.
Hola Voye
Pues mira, he tardado en jugarlo porque lo pillé a buen precio en verano, lo tenía en mente desde que salió porque el argumento y los personajes me parecían interesantes y finalmente ha sido una sorpresa, me ha gustado mucho, de verdad.
Si puedes, juégalo, no te arrepentirás.
Un saludo!
Tiene muy buena pinta la verdad. A mi estas «pequeñas joyas imperfectas a medio pulir» acostumbran a ser los juegos que más disfruto, mucho más que las superproducciones y los grandes títulos AAA. Supongo que es debido a que, creativamente, sus desarrolladores gozan de mayor libertad (menos presiones de los de arriba) y a que sus mecánicas jugables suelen ser más sencillas, clásicas si quieres llamarlas así.
Como bien dices, la llamada clase media parece haber desaparecido (al menos a los ojos de los medios generalistas), lo que es una lástima, aunque bueno, para eso estamos nosotros, ¿no? 🙂
He visto que en Ebay está baratito, quizás me lo compre^^
¡Hola Ginger!
Pues si, últimamente yo he encontrado la verdadera satisfacción de disfrutar de un buen videojuego con títulos como este Of Orcs and Men. Las superproducciones cada vez me dicen menos y me parecen tan superficiales…
Cuánta razón llevas cuando dices que se nota que estudios como Spiders no tienen la presión de los de arriba. La pena es que cada vez será más difícil encontrar videojuegos como estos, por eso hay que aprovecharlos cuando llegan y por supuesto saber leer un poco entre líneas. En ocasiones nos presentan algo como una mediocridad y en su interior puede haber un auténtico tesoro.
Pues nada Ginger, si finalmente te pillas el juego por Ebay ya me contarás que te ha parecido.
Un saludo
supongo que no hay q decir de este agua no beberé xo pasan los años y sigo sin engancharme a los rpg q tienen sistemas de combate extraños y estáticos, aunq este segun comentas Rubio parece diferente. El tema de los orcos, la historia y tal parece chulo me recuerda a mis tiempos de warhammer XD
Cómo nos sentimos identificados con los orcos eh Grisnak!!! (palabra de Lurth)
Por cierto, estoy casi seguro de que el «Of mice and men» de Megadeth se encuentra incluido en el recopilatorio aquel que te grabé antes de que se extinguieran los dinosaurios.
Ya te digo macho… más aún después de haber jugado a este juego. Pues ahora que lo dices voy a mirarlo, ya por curiosidad, además, el otro día lo ví entre mis CDs y me descojoné leyendo la pedazo dedicatoria que me pusiste jajaja.
Un abrazo
Ostias!!! jajajjaja
No la recuerdo exactamente, pero sí que te la dí el día aquel que hicimos la famosa rave con el Punto y tu primo Jerjes jajajajajaja.
Esas jornadas eran fases de videojuegos pero reales!!!! Una mezcla entre GTA, Carmaggedon y Scarface!!!