Las pasadas navidades fueron recordadas como el momento clave en el que la vieja forma de vender videojuegos a través de CDs en cajas dejó paso a las descargas. La industria ha mostrado esta dirección desde hace años pero las señales de un cambio se empezaron a mostrar hace un par de meses cuando nuevos datos reflejaron una información nunca vista hasta entonces.

Por un lado las ventas físicas en noviembre descendieron muchísimo y grandes referentes del sector como GameStop se mostraron decepcionados y preocupados por las ganancias obtenidas en ese mes. El grueso de diciembre siguió la misma línea y  tampoco resultó como se esperaba. Por el otro las compañías dicen que las cosas están yendo bien. Los grandes títulos están en cifras récord y Sony afirma que PlayStation 4 se está vendiendo mucho mejor que la anterior generación, compitiendo en cifras con los primeros resultados de PS2, la joya de la corona.

¿Por qué existe esa disparidad?

Numerosos factores están en juego pero ninguno tan importante como la intención de la industria de seguir hacia delante con las descargas como el futuro de los videojuegos. Uno de los primeros pasos se ha dado con los juegos móviles y las distribuciones para PC, con plataformas de éxito como Steam. Pero la transición en las videoconsolas, el segmento más importante, se ha producido de forma más lenta. Los juegos más pesados tardaban tiempo en descargar y rápidamente ocupaban el disco duro del dispositivo.

Estas limitaciones son superadas en la actualidad gracias a las grandes conexiones de fibra óptica y los dispositivos de almacenamiento más grandes que traen las consolas. Los analistas en la materia afirman que no se puede parar lo inevitable. Es ahora cuando se producirá el gran impacto que tanto tiempo llevaban esperando.

Una de las grandes desarrolladoras, Electronic Arts, confirma que en torno a un 20% de los títulos de nueva generación son descargados, doblando la cifra del 10% del año anterior. Un porcentaje que se estima siga creciendo notablemente. Otras compañías confirman estos datos lo cual muestra la realidad del proceso. Como resultado parece difícil poder analizar la salud de la industria si sólo se tiene en cuenta las ventas de los productos físicos.

Algunos de los responsables de las tiendas físicas achacan este descenso en las ventas a que los juegos punteros del año ya habían salido a la venta y por eso los consumidores no se sentían atraídos. No había ningún título que les moviese de la silla y ya habían gastado sus ahorros en aquellos juegos que les ilusionaban desde principio de la temporada. Pero la demanda de estos grandes videojuegos no había terminado e incluso se espera que puedan seguir compitiendo pese a los lanzamientos más esperados del 2016.

Es un buen momento para las compras pues el hardware está bajando de precio y es mucho más asequible para el consumidor. Los nuevos títulos explotan al máximo las características de cada videoconsola por lo que se podrá disfrutar de grandes juegos que harán las delicias de todos.

Los analistas y datos confirman el buen momento de las descargas y que son éstas las que dan valor a los ingresos por ventas cuando se contabilizan los resultados. Las compañías que trabajan el formato físico deberán adaptarse y transformar su modelo de negocio hacia los canales online si no quieren sufrir el destino de muchas otras que sucumbieron en industrias como el cine o la música.

Artículo realizado por Alejandro García