Los guardianes del universo
Nos encontramos ante el típico título que decides comprar con el corazón, práctica poco recomendable en el mundo los videojuegos, ya que los sentimientos y la nostalgia pueden no ser buenos consejeros a la hora de adquirir ciertas propuestas basadas en películas, libros, cómics o cualquier otro universo con el que el jugador tenga estrecha relación o sienta una devoción casi religiosa. Visualizar la breve cinemática que da inicio a este juego sirve para despertar nuestro cosmos interior provocado por todo el aluvión de recuerdos de la serie, que raudos y veloces acuden a nuestra mente.
Saint Seiya: Brave Soldiers es un juego de lucha en amplios y pobres escenarios 3D, dueño de un sistema de combate sencillo y sin complicaciones. Básicamente optamos a una combinación de golpes compuestos por dos botones y una magia, dos movimientos especiales, uno de agarre y el Big Bang, el movimiento más espectacular que da comienzo con la teatral y clásica animación de cada uno de los Caballeros que desemboca en una potente magia capaz de hacernos ganar un combate si conseguimos lanzarla en el momento exacto.
Durante el combate vamos acumulando nuestro nivel de cosmos en una barra fraccionada en varias partes, la cual podemos recargar pulsando L2, mediante la realización de combos y cuando recibimos golpes del adversario. Pulsando L1 es posible cubrirse, así como contrarrestar un ataque mediante R1 con un movimiento rápido, casi un teletransporte, que nos sitúa en la espalda del enemigo. La mecánica del combate queda al descubierto rápidamente y sin secretos, básicamente todo consiste en golpear, contraatacar, cubrirse más bien poco y alejarse del contrincante para recargar el nivel de cosmos.
Los primeros puñetazos de la crítica han venido principalmente motivados por este sistema de combate pero sinceramente, no creo que el principal defecto del juego sea su jugabilidad un tanto superficial, que por cierto, funciona perfectamente y resulta divertida. En la lucha, como en cualquier otro género, tiene que haber espacio para propuestas diferentes, algunas más complejas y otras más directas. A veces se agradece pillar un juego de estas características que nos permita divertirnos rápidamente y sin necesidad de rompernos los dedos aprendiendo elaboradas combinaciones de golpes. De hecho, el sistema de combate tiene cierto componente estratégico, lo cual se agradece, ya que hay que conocer cada uno de los movimientos Big Bang de los Caballeros y cuando deben realizarse, controlar y gestionar el indicador de cosmos, emplear el movimiento de evasión, contraataque y no abusar del movimiento cubrirse, ya que la guardia termina por romperse. También podemos liberar el Séptimo Sentido cuando nuestro Caballero esté a punto de caer, habilidad que nos permitirá ejecutar golpes que restarán más salud a nuestro rival en un intento de conseguir remontar el combate en el último momento.
Otro detalle que se ha incluido, presente en antiguas entregas, es la posibilidad de volver a levantarnos cuando hemos sido derrotados. Mientras escuchamos los ánimos de Atenea instándonos a no rendirnos, podemos pulsar rápida y repetidamente el botón X para levantarnos antes de que el contador de tiempo llegue a cero. Lo divertido de todo esto es que si caemos derrotados de nuevo, levantarnos será cada vez más difícil y llegará un momento en el que puedas oir un «CRAACCKK», el sonido de tu dedo partiéndose en dos mientras aporreas el DualShock en un intento vano de volver a levantarte una vez más.
Si estás acostumbrado a otros sistemas de lucha, todas estas mecánicas pueden resultar divertidas y sirven para disimular levemente esa sensación de superficialidad en el combate, adentrándote en una experiencia de lucha menos compleja pero con personalidad. El ritmo de los combates es entretenido y consigue plasmar esas emociones que nos transmitían los enfrentamientos de la serie televisiva, lo cual es un logro, gracias a la fidelidad y la fluidez de las animaciones de los personajes y ese momento en el que podemos apreciar como la I.A del juego mete un considerable «apretón» durante el segundo round y nuestro adversario, que hasta entonces había estado recibiendo una buena somanta de palos, comienza a sobarnos el morro de lo lindo hasta ganarnos, igualándose las tornas del combate en un momento y decidiéndose el ganador en una última y emocionante pelea.
Tampoco es un problema visual, al menos en el aspecto más importante de este apartado, el diseño de los luchadores. Los Caballeros lucen estupendamente gracias a la tecnología Cel shading y sus movimientos especiales están recreados fielmente, algo que sin duda servirá para justificar la compra del juego por parte de los más sentimentales. Una lástima que los escenarios luzcan amplios pero más vacíos que mi corazón, sin hacer ningún tipo de justicia a unos Caballeros que se estrellan contra unas tristes columnas que en algunas ocasiones consiguen derrumbarse vagamente.
Adentrándonos en los modos de juego encontramos el modo Historia que permite revivir los combates, encuentros y momentos inolvidables de los tres arcos argumentales principales (Las Doce Casas, Poseidon y Hades) La pena es que estas Crónicas de los Caballeros, presentadas a través de un mapa dividido en capítulos, entre combate y combate, son narrados pobremente y sus diálogos se transmiten a través de unas imágenes inmóviles de los protagonistas mientras escuchamos sus voces. Este acabado produce una sensación un tanto cutre y en ocasiones hasta resulta cómico cuando el guión alcanza los momentos más dramáticos. Inevitable no pensar que este modo podría haberse aderezado con cinemáticas o unas breves secuencias extraídas de la serie original. De haberse ejecutado de esa forma, este modo habría ganado muchos puntos y hubiera contribuido al peso del juego como un interesante aporte que los fans seguro habrían agradecido.
Este aspecto quizá es el que pueda llegar a poner la guinda al jugador más exigente, un cúmulo de detalles que el juego va arrastrando, compuesto por un sistema de combate sin demasiadas complicaciones, ciertas ausencias injustificables dentro del universo de la serie (algunos personajes y armaduras divinas) unos escenarios pobres y un modo historia narrado sin ningún tipo de gracia, todo esto puede ser suficiente para que algunos pasen de largo al cruzarse con Saint Seiya: Brave Soldiers.
Además de las Crónicas de los Caballeros, encontramos el modo Batalla y Batalla Online. Dentro del modo Batalla normal podemos seleccionar el clásico VS, Supervivencia, Entrenamiento y Guerra Galáctica. Este último modo resulta toda una alegría y después de terminar con el modo historia es la opción más recomendable, pues ofrece una gran cantidad de combates, retos y desafíos a través de distintas categorías que podremos superar con un amplio plantel de luchadores a nuestra disposición. Entre Caballeros de Bronce, Plata, Oro, los Generales Marinos y Dioses suman más de cincuenta y cinco, eso si, algunos de ellos en diferentes versiones.
Después encontramos el modo Orbe, sección donde podremos utilizar las ganancias conseguidas durante los combates para obtener orbes que nos permiten aumentar las habilidades de los Caballeros. Tenemos diferentes clases de orbes para cada tipo de Caballero según su categoría: bronce, oro, azules (Generales marinos) y blancas (estas pueden ser utilizadas por cualquier personaje) Tampoco podía faltar la también clásica modalidad «Colección» donde podemos contemplar premios, los diferentes protagonistas y diverso material adicional para los fans.
Respecto al apartado sonoro, el juego viene doblado con las voces originales en japo y los textos traducidos a nuestro idioma junto a unas melodías extraídas directamente de la serie. Las voces y los gritos de los personajes al realizar sus golpes son un punto.
=Conclusión=
Saint Seiya Brave Soldiers es un juego de lucha divertido con un plantel de luchadores soñado, la pena es que ese subidón inicial y el interés que transmite el juego, motivado por los recuerdos de aquellos duelos míticos, el estupendo diseño de los Caballeros y sus golpes especiales, puede decaer antes de lo esperado. Motivado tal vez por ese sistema de lucha básico que no se implica a la hora de ofrecer un aprendizaje más rico a través del dominio de un amplio surtido de golpes. Esto no impide en absoluto disfrutar del juego, de hecho si eres fan del anime basado en el manga de Masami Kurumada disfrutarás con el ritmo de sus rápidos combates, sus peleas fluidas y los modos Crónicas y Guerra Galáctica que garantizan entretenimiento y combates suficientes para un buen rato.
=Puntos fuertes=
- Captura la emoción de los combates de la serie y es uno de esos videojuegos que consigue depertar gratos recuerdos
- Los modos Guerra Galáctica y Crónicas de los Caballeros
- El diseño de los Caballeros, sus animaciones, expresiones y golpes especiales
=Puntos negativos=
- El sistema de combate puede hacer que con el tiempo el interés hacia este juego vaya desapareciendo
- Como juego de los Caballeros del Zodiaco cumple pero la verdadera pega es una sensación de insaciabilidad que se manifiesta cuando llevas un rato jugándolo y descubres esos detalles que arrastra en diferentes apartados. Sientes que los Caballeros del Zodiaco merecen un videojuego un poco más a su altura
Saint Seiya: Brave Soldiers
- Desarrollador: Namco Bandai
- Distribuidor: Namco Bandai
- Género: Lucha
- Plataformas: PlayStation 3
- Fecha de lanzamiento: 22 de noviembre de de 2013
Pegassus… SUI SEI KENNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN!!!!!!!!!!!!!!!!!
comentario interesant voyevoduss, en cuanto al juego entiendo q es de esos pa pillar de cuarta mano en geim
jjajajaja
Bueno, resume un poco lo que es este juego… puro y duro fanservice.
Lo único que rezuma un poco de este título a más de 32 bits es su número de píxeles… ¿32?… miento!! Hay juegos de lucha de 16 bits mucho más profundos y mejores.
Pero para un fan de la serie siempre mola realizar los movimientos de cada Santo, y en este juego, que abarca también la saga de Hades, aparecen todos los personajes y, previo pago, armaduras doradas de dos tipos y hasta las «mythcloth» que se enfundan en el Elyseo para liarse a palos con los dioses. Se pueden hacer, además, los ataques más poderosos de todos cuantos maneja cada caballero a lo largo de la serie: el cometa Pegaso («pegassus sui seiken», además de «pegassus ryu seiken», que son los meteoros, claro), «Aurora Thunder Atack» o «Trueno del Alba», los «100 dragones de Rozhan» o «furor de los 100 dragones» («rozhan so ryu ha»), el supremo «Ho Yoku Ten Sho» del Fénix, o la súper tormenta nebular (no recuerdo el nombre) de Andrómeda.
Para los fans es importante que se incluya al que seguramente sea el villano más carismático y más querido por ellos: Radhamantys de Wivern. Otros míticos por fin manejables son Dhokko de Libra (maestro de Suryu) con 18 años y el antiguo Patriarca Shion de Aries, que protagonizan una de las confrontaciones también más legendarias para fans en el anime…
Saint Seiya, a pesar de ser uno de los mejores y más respetados shonen, no ha sido hasta hace poquitos años cuando ha comenzado a gozar del favor del público yanqui (curiosamente allí también se llaman «caballeros» en lugar de «santos»), y eso, para hacer un juego en estos tiempos tan patéticos y degenerativos para el videojuego que corren, es un hándicap muy importante. Si no vas a vender en el mercado norteamericano no vas a tener un presupuesto elevado, y hacer un juego de lucha a la altura de la serie, con tantos personajes, movimientos, y hacerlo profundo y equilibrado, no es poco de pavo. Si Goku y Vegeta, que son dioses también en USA, no levantan cabeza desde Budokai 2, qué podemos esperar de un juego de los caballeros…